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Bublik, el 'Kyrgios bueno': el último invento en pista del deportista que odia el tenis y juega por dinero
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UN GOLPE POCO HABITUAL

Bublik, el 'Kyrgios bueno': el último invento en pista del deportista que odia el tenis y juega por dinero

El tenista kazajo dejó uno de los golpes más extraños de todos los tiempos en Miami, en un partido en el que se medía a Casper Ruud y en el que dejó a todo el mundo boquiabierto

Foto: Alexander Bublik, en el Open de Australia. (Reuters/Morgan Sette)
Alexander Bublik, en el Open de Australia. (Reuters/Morgan Sette)

Aleksander Bublik es uno de esos tenistas difíciles de catalogar. El kazajo es un jugador de mucho nivel, gran juego y enorme calidad... pero de escasa continuidad. El principal problema es que da la sensación de que no ha conseguido más porque no quiere, porque no disfruta de lo que hace y ve el tenis como una simple vía para conseguir ingresos. Y, a pesar de ello, deja golpes que son capaces de dar la vuelta al mundo, en una clara demostración de su talento.

Actualmente, Bublik es el número 33 del mundo, lo que indica que no es un jugador del montón. Pero, a pesar de ello, no termina de encontrar el punto entre su ingenio y el tenis de primer nivel. Es evidente que cuenta con un talento descomunal, pero es incapaz de darle continuidad en pista, dejando chispazos a lo largo de la temporada. Es el típico jugador que es capaz de dejar muchos 'highlights', pero que no lo transforma en acciones que le sirvan para lograr victorias.

Foto: Badosa celebra un punto ante Putinseva. (Geoff Burke/USA TODAY Sports)

De hecho, por su estilo de juego ha sido comparado en varias ocasiones con el polémico Nick Kyrgios... pero con una pequeña diferencia. A Bublik es difícil verle perder los papeles: a pesar de dejar golpes de cara a la galería, muy efectistas pero poco efectivos, es uno de esos jugadores que siempre tienen una sonrisa en la boca y que transmiten buen rollo. Su idea no es menospreciar al rival, 'vacilar' a la grada o faltar al respeto: simplemente es dejar espectáculo.

Posiblemente, la mejor explicación que exista sobre cómo es su estilo de juego la haya dado el propio tenista en alguna de sus entrevistas: "Odio el tenis con todo mi corazón. Para ser honesto, no veo nada positivo en ser tenista, solo juego por dinero. Si no hubiera dinero, dejaría de jugar al tenis al instante. No he ganado suficiente dinero, si no ya me habría retirado y creo que, probablemente, moriré jugando al tenis", aseguraba hace no muchos meses.

O, leyendo entre líneas, queda claro que 'trabaja' en lo que mejor se le da, pero no es una pasión que viva al cien por cien y que le motive como para querer superar retos a diario. Por esa razón, el actual número 33 del mundo puede presumir de ser uno de los grandes tenistas del momento, pero salvo un cambio de actitud radical, es consciente de que, a sus 24 años, la posibilidad de seguir creciendo es limitada. Y, efectivamente, no es por falta de calidad, sino más bien una cuestión de ganas.

Esto es, precisamente, lo que le sucedió en tercera ronda del Masters de Miami, en un partido en el que se enfrentaba a Casper Rudd, el pupilo adelantado de Rafa Nadal. Había ganado el primer set por 6-3 y dominaba el segundo por 4-0, momento en el que se produjo la acción que ha dado la vuelta al mundo: un golpe poco habitual, muy pocas veces visto en el circuito mundial y por el que incluso Bublik llegó a pedir perdón a su rival en la propia pista.

La jugada de la discordia

El kazajo hizo un gran saque a la T, que Ruud le devolvió y Bublik contestó con un gran derechazo abierto. Su rival metió con un globo como pudo. Mientras la bola llegaba a su lado, Bublik hizo un gesto hacia la grada como diciendo 'me las devuelve todas', cuando cambió su empuñadura. Soltó la raqueta para agarrarla por el marco y, tras dejarla botar, golpeó la bola con el mango. Aun así, Ruud llegó a devolverla de nuevo, cerrando Bublik el punto con un 'smash' imposible de frenar.

Con ese punto, Bublik ganaba el primer juego del segundo set y, entre risas, le pedía perdón a su rival por la acción, con quien chocó su mano en dirección a las butacas. Solo un par de juegos más tarde, Ruud se llevaba la victoria definitiva por 6-3 y 6-2 y, de nuevo entre risas, le espetaba a su rival: "Estarás en TennisTV, como siempre". Es decir, unos ganan siendo más sobrios y otros, dejando puntos para recordar, solo se quedan con el 'highlight" del partido.

Bublik no es un extraño en estas lides. Como ocurre con Kyrgios, es habitual verle sacar por abajo o hacer golpes de cara a la galería sin más pretensión que generar espectáculo. La diferencia es que el kazajo siempre lo hace de buen grado, sin faltar al respeto y sin utilizarlo para menospreciar al rival. En Miami dejó un golpe pocas veces visto y que ha dado la vuelta al mundo. Una lástima que no tenga más continuidad, pues estaríamos hablando seguro de un jugador Top Ten.

Aleksander Bublik es uno de esos tenistas difíciles de catalogar. El kazajo es un jugador de mucho nivel, gran juego y enorme calidad... pero de escasa continuidad. El principal problema es que da la sensación de que no ha conseguido más porque no quiere, porque no disfruta de lo que hace y ve el tenis como una simple vía para conseguir ingresos. Y, a pesar de ello, deja golpes que son capaces de dar la vuelta al mundo, en una clara demostración de su talento.

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