Carlos Sainz: "Me desperté con una pesadilla soñando que me caía detrás de una duna"

Nada más aterrizar en Madrid, Carlos Sainz y Lucas Cruz se reunieron con un grupo de medios para compartir sus experiencias y sensaciones tras su flamante cuarta victoria en el Dakar. El punto lógico de cansancio que destilaban ("hace falta un par de días para recuperarte", te confiesa Sainz) era superado por la sensación de satisfacción ante una victoria única. Casi una hora y media de rueda de prensa, en la que ambos se extendieron largo y tendido sobre cada pregunta, a pesar de estar exhaustos del Dakar y del viaje.

"Es muy diferente al año pasado a estas alturas, cuando veníamos del Dakar con una lesión, muy decepcionados. Había que analizar bien lo que había fallado frente al año anterior, y este año pasado había sido complicado, porque ni la Baja ni el Rallie de Marruecos habían ido bien. Así afrontábamos el Dakar con un pelín de preocupación", explicó Sainz, para poner el valor una victoria tras superar múltiples obstáculos, no solo por la propia carrera en sí. "Al final ha sido el Dakar más duro desde que estamos en Arabia. Cada día era un drama".

Sainz insistía: "Sabíamos que era la última bala que teníamos para dar a Audi esta victoria, aunque sólo sea por la valentía de intentar la victoria con este concepto de coche. Se lo merecía. Tuve la suerte de ser el primero en ganar la primera etapa (con RS e-tron). Ahora, junto con Lucas, tenemos la suerte de dedicar a Audi esta victoria, que sin duda es un hito en la prueba".

"La respuesta está encima de la mesa"

Sainz y Cruz se sentían muy satisfechos porque habían hecho una prueba casi perfecta a pesar de su dureza. "Ha habido que mezclar mucha velocidad y algo de estrategia. Quiero dar las gracias a Lucas, en especial porque ha hecho un excelente trabajo".

Prueba de la incertidumbre y el superior valor del triunfo fueron los comentarios de Nasser Al Attiyah antes de empezar la prueba. Ambos anticiparon que los Audi "estarían a los tres días en casa". "Es cierto que en cualquier momento podía pasar algo por la complejidad del proyecto. Pero no entramos a responder al que hizo el comentario en su día. Hoy la respuesta tampoco está encima de la mesa. Audi es una marca importante como para que los tres coches se fueran a casa a los tres días. Era muy difícil".

Recordó la dificultad de ganar con este proyecto en tres años. "El día que conoces el proyecto, sí, es Audi, pero (resopla)... Es una anécdota. El primer día que salgo al coche, le dimos a un botón y no arrancó. Nos pasamos un día entero para que lo hiciera. Ha sido una cosa de locos, no ha sido fácil. Con todo el cariño. Ha habido muchas veces de haber sido la primera vez, y cuando ves tantas primeras veces, ya esperas la siguiente primera vez que te para el coche. En el Dakar hay una oportunidad cada año, eran tres al final, Bastaba una primera vez de algo en esta edición y se acabó el sueño de ganar el Dakar con Audi".

Sainz reconoció que "todos los días hubo alguna bala que esquivar por todo el equipo, porque han estado pasando muy cerquita". "A todo el mundo le pasan cosas. Es cierto es que este año había diez pilotos con posibilidades de ganar. Al final era una carrera de descarte, hasta que Loeb rompió la suspensión. También hay que recordar que Stephane tuvo un problema el último día. Es la historia de las carreras que todos conocemos".

"Sin Lucas no hubiera ganado"

¿El Dakar más duro? “Diría que nunca había hecho una etapa de dunas un día y medio seguido, 600 kilómetros. Y no sé si hemos contado los pinchazos, en el pasado eran cuatro o cinco pinchazos en todo el Dakar ¿Este año? Menos un día hemos pinchado todos, y a veces dos. La cantidad de piedras que hemos pasado…Para el peso de nuestro coche la carcasa de los neumáticos no es suficientemente robusta. Hemos tenido 15 o 20 pinchazos, dos días se nos ha acabado las ruedas. Un día llegamos porque fuimos hinchando sobre la marcha, y otro día Ekstrom nos tuvo que dejar ruedas. De piedras, nunca habíamos hecho un Dakar así".

"En las dunas, esos 600 kilómetros... En el avión hacia la jornada de descanso me desperté con una pesadilla soñando que me caía detrás de una duna. Es un ejercicio de disciplina, porque a veces frenas más de lo que debes en una duna, y basta que en una no frenes lo suficiente y pase lo del año pasado, o rompas en coche en la parte delantera, como le pasó a Nasser. Una piedra a la derecha o la izquierda te puedes ir a casa...".

De aquí el valor del trabajo de Lucas Cruz, al que Sainz ensalzó de nuevo públicamente después de hacerlo varias veces en las redes sociales. "Lucas ha hecho un trabajo, no bueno, fantástico. El mejor que ha hecho conmigo de largo, lo ha hecho tan bien que es el Dakar en que más me ha regañado, en plan cariñoso. Ha sido muy claro, conciso, ha sido estricto, y ha sido muy preciso en este sentido".

Durante la prueba, hubo contacto constante con su hijo, con el que compartía toda su evolución día a día. "Le quiero dar las gracias a Carlos también, porque tener a alguien que hace una lectura… El tío tiene una mente para estas cosas. Hablaba de estrategia con él antes y después de cada etapa. En este sentido ha sido una gran ayuda. A veces cuestionaba, debatía o apoyaba la estrategia. Ha sido una baza sólida cambiar impresiones, apoyarte, saber que estoy haciendo lo que debo. A toro pasado es fácil, pero si tuviéramos que hacer el Dakar otra vez no cambiaríamos un ápice de la estrategia".

¿Retirada? Ni la menor pinta

Sainz restó importancia al factor edad y batir por tercera vez el récord de veteranía en la victoria. "Sabía que era la mejor prueba de esfuerzo que había hecho nunca antes del Dakar. Es cierto que la vista no es la de hace años, pero me he preparado más que nunca. Cuando uno trabaja duro, normalmente siempre el resultado se consigue".

"Decir que tengo una biología de 45 años… No creo que sea así. Ni soy Superman ni hay nada especial, sólo mucha ilusión, mucho respeto y mucha humildad. Cada año hay que trabajar más porque tienes más edad. Hombre, es cierto que para pelear a toda la gente joven, con los chavales, tienes que ir bien preparado, sin duda. Si no, es mejor no ir para sufrir, acabando las etapas mal porque no puedes más, o levantar el pie a mitad de etapa. Hemos mantenido el ritmo, la gente esperaba que hubiera un fallo humano o técnico o no ha llegado".

Como siempre a estas alturas de su carrera, le preguntaron si este será su último Dakar, la despedida de una brillante trayectoria deportiva con una victoria tan singular. Escuchando al piloto madrileño, deja entrever que de retirada, todavía nada. De hecho, tiene ofertas en la mesa.

"No he perdido para nada esa ilusión, porque si no, no estaría aquí. Me sigue gustando tanto lo que hago... A Lucas le digo, 'el día que vaya despacio me lo dices'. Cada carrera se lo digo, porque para mí es una preocupación. El speaker del Dakar no paraba con el tema de los 61 años... (risas). Pero yo decía que lo más importante no son los años del DNI, sino los que aparecen al final de una especial, esto es lo más importante, lo que cuenta si ganas".

"Cuando la gente me dice que es el momento de dejarlo… Si pido algo al aficionado, es que respete el momento en que decida parar. Es algo muy personal. Si sigo, creo que me he ganado el derecho a que se respete ese día, porque si te gusta tanto lo que hago… Si viera que sufro, que no puedo, diría: ya está bien. Pero es que no lo siento así", concluyó Sainz.