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El abrazo del alma: el precioso saludo entre Carlos Sainz padre e hijo tras ganar el Rally Dakar
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GESTO EN LA META

El abrazo del alma: el precioso saludo entre Carlos Sainz padre e hijo tras ganar el Rally Dakar

Padre e hijo se fundieron en un emotivo abrazo, donde los besos, las risas y alguna lágrima hicieron acto de presencia

Foto: Sainz padre e hijo se saludan en la meta. (Reuters/Hamad I Mohammed)
Sainz padre e hijo se saludan en la meta. (Reuters/Hamad I Mohammed)

Carlos Sainz es el nuevo ganador del Dakar. El piloto español, a sus 61 años, ha conseguido hacerse con el cuatro Touareg de su carrera, una victoria que le convierte en una leyenda del automovilismo. Después de una competición muy dura, igualada y peleada, el madrileño supo ser más sólido y consistente en los días claves de la carrera, amén de las ayudas de sus escuderos Mattias Elkström y Stéphane Peterhansel, que fueron claves para superar a Sébastien Loeb.

Fue este jueves cuando dio el puñetazo sobre la mesa definitivo para hacerse con la victoria final, después de que Loeb sufriera una rotura mecánica y Sainz supiera leer mejor la prueba para evitar sobresaltos. En el Dakar no solo importa la velocidad o la capacidad de navegación, sino que es fundamental contar con un pilotaje fino y con la suerte necesaria para salvar las trampas del desierto. Por ello, un éxito tan importante siempre se celebra a lo grande.

Foto: Carlos Sainz ha logrado un éxito histórico con Audi. (EFE/Carlos Rosique)

Tras entrar en la meta de Yanbu, consciente de que acababa de ganar su cuarto Dakar, el español mostró su inmensa alegría. Mientras un compañero conducía su Audi, tanto Sainz como Lucas Cruz, su copiloto, celebraban la victoria apoyados en el capó de su coche, momento en el que el vehículo, a lenta velocidad, llegaba a la zona donde sus más allegados les esperaban. Fue ahí donde el Matador vio a su hijo, el piloto de Fórmula 1, y no dudó en lanzarse a sus brazos.

Padre e hijo se fundieron en un emotivo abrazo, donde los besos, las risas y alguna lágrima hicieron acto de presencia. Sainz acababa de romper su propio registro de piloto más veterano de la historia en ganar el Dakar y su hijo, también acostumbrado a mil batallas al volante de su Ferrari, no dudó en felicitar a su progenitor por el increíble logro que había conseguido. Los dos pilotos se fundieron en un emotivo saludo que transciende al propio éxito deportivo.

Después de saludarse con su hijo, Sainz no dudó en darse un baño de multitudes con otros familiares, amigos, mecánicos y pilotos que le estaban esperando en meta para darle su merecida enhorabuena. La carrera más dura del mundo obliga a los pilotos a esfuerzos muy largos y continuados durante un par de semanas, por lo que el calor humano pasa a tener un peso importante. No solo por los gestos entre compañeros, sino, sobre todo, por el aliento de la familia.

De hecho, uno de los bonitos gestos entre compañeros no solo tuvo lugar este jueves, cuando Sainz le quiso echar una mano a Loeb y este le pidió que siguiera en competición, sino que el piloto tuvo un bonito gesto con Lucas Cruz. El madrileño mandó un cariñoso mensaje a su copiloto, con el que ha conseguido levantar un nuevo Dakar: "¡¡Somos campeones!! Tengo la suerte de tener a mi lado al mejor. Has hecho un Dakar fantástico, Lucas. Todo esto es gracias a ti". Casi nada.

Por eso, la llegada a la meta final es aún más importante que en ningún otro rally. No solo por completar una competición que pone muchas trampas a lo largo del recorrido, sino, especialmente, porque es el momento en el que la familia y amigos esperan para felicitar al piloto por la hazaña lograda. Y mucho más si se ha conseguido ser campeón por cuarta vez. Un abrazo con su hijo es el final perfecto para un Dakar que Carlos Sainz jamás olvidará.

Carlos Sainz es el nuevo ganador del Dakar. El piloto español, a sus 61 años, ha conseguido hacerse con el cuatro Touareg de su carrera, una victoria que le convierte en una leyenda del automovilismo. Después de una competición muy dura, igualada y peleada, el madrileño supo ser más sólido y consistente en los días claves de la carrera, amén de las ayudas de sus escuderos Mattias Elkström y Stéphane Peterhansel, que fueron claves para superar a Sébastien Loeb.

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