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La RFEF cesa a Vilda tras ganar el Mundial y anuncia a su segunda, Tomé, como sustituta
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La RFEF cesa a Vilda tras ganar el Mundial y anuncia a su segunda, Tomé, como sustituta

La RFEF destituye a Vilda, dos semanas después de ganar el Mundial, señalado por sus aplausos y su relación con Rubiales. Su segunda, Montse Tomé, le releva en el cargo

Foto: Jorge Vilda enseña la medalla de oro. (Reuters/Amanda Perobelli)
Jorge Vilda enseña la medalla de oro. (Reuters/Amanda Perobelli)

Se consuma el adiós más esperado del fútbol español. Jorge Vilda ha sido destituido como entrenador de la Selección española femenina dos semanas después de ganar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Su idea principal era abandonar el cargo después de la final y cedérselo a su segunda, Montse Tomé, como ya adelantó hace unas semanas este periódico, pero el acontecimiento protagonizado por Luis Rubiales con Jenni Hermoso en Sídney provocó un giro de tuercas en el asunto y, por lo tanto, una despedida bastante más amarga. Ahora, la RFEF lo cesa y anuncia a su mano derecha, Tomé, como su sustituta.

La despedida se produce después de que Luis Rubiales no dimitiera como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el pasado 25 de agosto y de que fuera suspendido por la FIFA durante 90 días. La actual junta de la RFEF, con Pedro Rocha a la cabeza, ha decidido dar por finalizada la vinculación de Vilda con la Selección femenina tras la inhabilitación del propio Rubiales "en una de las primeras medidas de renovación anunciadas por el presidente Pedro Rocha".

En el comunicado, la RFEF ha defendido a Vilda, al que ha catalogado de "promotor de los valores del respeto y la deportividad", así como que deja "un legado deportivo gracias a la implementación de un modelo de juego reconocido y una metodología que ha sido motor de crecimiento para todas las categorías femeninas de la Selección. Pocas horas después, la RFEF anunció a Montse Tomé como su sustituta. La asturiana, campeona de las categorías Sub17 y Sub20 además del Mundial de Australia y Nueva Zelanda, será la primera mujer en ostentar el cargo y se estrenará en septiembre en la Nations League ante Suecia y Suiza.

De la esperpéntica renovación al cese

Rubiales aprovechó en la asamblea general extraordinaria para recordar que "no hay ninguna Federación tan completa como la nuestra ni con tanta categoría" y aseguró que "había activado los mecanismos" para que el seleccionador se quedase "los próximos cuatro años cobrando medio millón de euros". "Te lo mereces, hemos pasado mucho. Eres de los mejores entrenadores del mundo y en el fútbol femenino eres sin duda el mejor", concluyó el presidente. A pesar de estas palabras, la realidad para el seleccionador ha sido muy diferente.

placeholder Vilda, junto a Ivana Andrés y Rubiales, a su llegada con la Copa del Mundo. (EFE/Fernando Villar)
Vilda, junto a Ivana Andrés y Rubiales, a su llegada con la Copa del Mundo. (EFE/Fernando Villar)

Las imágenes de Vilda aplaudiendo efusivamente tras el discurso de Rubiales no agradaron y así lo reflejaron los mensajes en redes sociales. "Por no comentar lo de todas esas personas que aplaudieron", afirmó Misa Rodríguez después de mostrar el apoyar a su compañera Jenni. El técnico tardó varias horas en salir a dar la cara para posicionarse en relación con el polémico asunto y lo hizo tras la dimisión de gran parte de su staff. En la declaración, condenó "sin paliativos cualquier actitud machista, alejada de una sociedad avanzada", y reiteró su "compromiso inquebrantable con la promoción de un deporte que sea un modelo de igualdad y respeto en nuestra sociedad". No hubo mención a una dimisión.

A la vera de su padre

Jorge Vilda inició su trayectoria en la Selección femenina absoluta en el año 2015 tras la dimisión de Quereda. "Estoy con muchísima ilusión y con muchas ganas. Es un honor y un orgullo que la RFEF haya contado conmigo para un puesto de esta responsabilidad", aseguró tras hacerse oficial la noticia. Sin embargo, dio sus primeros pasos como entrenador dentro de la Ciudad Deportiva de las Rozas años atrás en las categorías inferiores. En 2010, su padre comenzó a dirigir la Selección femenina Sub19 y Vilda le sustituyó en la Sub17. No era la primera vez que la dupla familiar coincidía. Ángel Vilda fue preparador físico del FC Barcelona en la etapa de Johan Cruyff y su hijo se formó en La Masía, pero también compartirían una época en el Real Madrid.

placeholder Jorge Vilda dirige un entrenamiento de la Selección Femenina sub17. (EFE/Jeffrey Arguedas)
Jorge Vilda dirige un entrenamiento de la Selección Femenina sub17. (EFE/Jeffrey Arguedas)

“Entró por su padre. Se aprovechó de ello para sacarse las licencias de entrenador y crecer en el femenino. Es el primer seleccionador absoluto que no ha entrenado nunca a un equipo profesional. Solo a chavales de un modesto club de barrio. Ya me dirás”, confirmó una exfutbolista a Onda Cero hace unos meses. En su arranque, fue campeón de Europa en 2010 y 2011, además, logró el tercer puesto en esta competición en 2013. De ahí, pasó a tomar el testigo a su padre en la Selección Sub19 y consiguió ser finalista en la Eurocopa de 2014 y 2015. A nivel mundial, consiguió la medalla de bronce en 2012 y hasta la fecha no había conseguido nada importante con la Selección absoluta desde que tomó las riendas del equipo.

Un periodo tumultuoso

La Eurocopa de Inglaterra 2022 marcó un antes y un después dentro del vestuario español. Nadie se esperaba que Vilda recibiese una oferta de renovación previa a la competición y menos tras siete años bajo la dirección sin alcanzar ningún éxito. El movimiento se produjo y se afianzó durante al menos dos temporadas más en el puesto. "Quiero agradecer a Luis Rubiales y a la Federación este voto de confianza antes de una cita tan importante como el Europeo; es reconfortante y nos ayuda a centrarnos en el objetivo", declaró el madrileño. En sintonía con su etapa en la absoluta, el equipo no realizó un gran torneo y cayó en octavos de final frente a la anfitriona.

placeholder Vilda e Irene Paredes, en una rueda de prensa de la Eurocopa 2022. (EFE/Miguel Toña)
Vilda e Irene Paredes, en una rueda de prensa de la Eurocopa 2022. (EFE/Miguel Toña)

La relación con las jugadoras, a priori buena, se fue tensando y a la vuelta de la Eurocopa muchas de ellas decidieron dar un paso al frente para reivindicar mejoras. Las capitanas del Barça, como pudo conocer El Confidencial, llamaron directamente a Rubiales y le pidieron reformas en la estructura federativa del fútbol femenino, con la destitución del seleccionador nacional, así como la dimisión de Rafael del Amo, presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, dentro de sus solicitudes. De igual manera, Irene Paredes, la capitana de la Selección, transmitió su opinión personal a Vilda de manera individual.

Las jugadoras, ante la reclamación del organismo rector, emitieron un e-mail privado explicando su situación. "Los últimos acontecimientos acaecidos y la situación generada están afectando de forma importante a mi estado emocional y, por lo tanto, a mi salud", comenzaron exponiendo, a lo que añadieron, "por este motivo solicito no ser convocada hasta que la situación se revierta", pero mantuvieron que su "compromiso con el equipo en el pasado, presente y futuro, es y será absoluto". En ese momento, a las 15 que mandaron el correo se las tachó de "chantajistas", "niñatas" y "malcriadas".

La RFEF lo sintió como una afrenta y decidió hacerlo público expresando que no admitía "ningún tipo de presión por parte de ninguna jugadora a la hora de adoptar medidas de ámbito deportivo" pues entendía que "este tipo de maniobras se encuentran alejadas de la ejemplaridad y fuera de los valores del fútbol y del deporte y son nocivas". Y afirmó que las futbolistas que presentaron "su renuncia únicamente regresarán en un futuro a la disciplina de la Selección si asumen su error y piden perdón".

El centro de los focos se trasladó hacia Jorge Vilda y su labor al frente del equipo comenzó a ser cuestionada. En las sucesivas convocatorias, el técnico tuvo que prescindir de jugadoras como Mapi León, Patri Guijarro y Claudia Pina, entre otras. Con un Mundial en el horizonte, la Selección sufrió una restructuración en el vestuario y no en el cuerpo técnico. Para sorpresa de muchos, a pesar de las grandes ausencias, los resultados obtenidos en los partidos de preparación fueron positivos y el conjunto acudió al Mundial de Australia y Nueva Zelanda con las expectativas muy altas. Cabe señalar que tres de las 15 —Ona Battle, Mariona Caldentey y Aitana Bonmatí— regresaron al equipo.

Un éxito manchado

La Selección española disputó los dos primeros encuentros de la fase de grupos de la Copa del Mundo de forma plácida, pero contra Japón se encontró con una piedra en el camino. La goleada frente a las niponas, a pesar de estar ya clasificadas, provocó un cambio en la mentalidad de Vilda y así lo reflejó frente a Suiza. En ese duelo de octavos, lo apostó todo a una carta con una revolución en el once inicial y ganó el lance. El público, que en un primer momento se mostró reacio con el seleccionador español, comenzó a darle una oportunidad gracias a su atrevimiento.

Un equipo unido y sólido fue dando pasos firmes en las siguientes eliminatorias y se plantó en la final, donde las internacionales grabaron la estrella en la camiseta de España por primera vez en la historia. Un éxito que, lejos de tener a las jugadoras como principales protagonistas, puso su atención en el presidente de la RFEF debido a su gesto en la entrega de medallas en Sídney. Luis Rubiales dio un "piquito" a Jenni Hermoso que él consideró "algo normal y natural", por lo que sus disculpas no sonaron del todo creíbles. El resto es historia. Además de causar un revuelo generalizado, el polémico acto comprometió al seleccionador español y todo volvió a saltar por los aires.

placeholder Las jugadoras, después de conseguir el trofeo de campeonas del mundo. (EFE/Dean Lewins)
Las jugadoras, después de conseguir el trofeo de campeonas del mundo. (EFE/Dean Lewins)

Jorge Vilda coronó la cima del fútbol femenino español, pero su fiel compañero de viaje, Rubiales, provocó su consiguiente caída sin paracaídas. Después de que este último no presentara su dimisión en la asamblea, las jugadoras emitieron un comunicado a través de Futpro para apoyar a su compañera. Y finalizaron su declaración manifestando "que todas las jugadoras que firman el presente escrito no volverán a una convocatoria de la Selección si continúan los actuales dirigentes". Las 23 campeonas del mundo, las 12 amotinadas y 46 jugadoras más, entre ellas exinternacionales, suscribieron el mensaje. Era el final anunciado para Vilda.

Las palabras publicadas dejaron indicios de que las reivindicaciones de meses atrás no eran una simple pataleta de 15, un toque de atención, y que había que tomar medidas más serias. Una de ellas, la destitución de Vilda, que se ha hecho efectiva dos semanas después de que todo explotara. Él, a diferencia del modus operandi del resto del cuerpo técnico, no fue capaz de separar su camino de la Selección por una decisión propia y necesitó la intervención de Pedro Rocha para soltar el cargo.

Se consuma el adiós más esperado del fútbol español. Jorge Vilda ha sido destituido como entrenador de la Selección española femenina dos semanas después de ganar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Su idea principal era abandonar el cargo después de la final y cedérselo a su segunda, Montse Tomé, como ya adelantó hace unas semanas este periódico, pero el acontecimiento protagonizado por Luis Rubiales con Jenni Hermoso en Sídney provocó un giro de tuercas en el asunto y, por lo tanto, una despedida bastante más amarga. Ahora, la RFEF lo cesa y anuncia a su mano derecha, Tomé, como su sustituta.

Mundial de fútbol femenino Luis Rubiales
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