Giroud y Mbappé destruyen a Australia en el Mundial de Qatar y Francia olvida a Benzema

No empezó el Mundial con buen pie Francia y sintió el primer susto en Qatar... antes de enseñar el mazo (1-4). La actual campeona del mundo, sin futbolistas tan vitales como N'Golo Kanté, Karim Benzema, Paul Pogba o Christopher Nkunku entre sus filas, perdió a Lucas Hernández en la acción que supuso el 0-1 de Australia. El equipo de Didier Deschamps encajó un gol que nadie esperaba en una jornada marcada por el batacazo de la Argentina de Leo Messi. Las caras de los franceses en el minuto nueve, cuando Matthew Leckie dejó atrás a Lucas Hernández, roto en el suelo tras saltar y sufrir la lesión, y Craig Goodwin empujó el centro al fondo de la red era de pánico general. Como si se hubiesen enfundado la camiseta albiceleste. Sin embargo, los franceses no se deshicieron y reaccionaron a tiempo el día en que Olivier Giroud se convirtió en el máximo goleador de Francia, igualado con Thierry Henry gracias a sus 51 goles.

Con la maldición del campeón sobrevolando Qatar, Theo Hernández entró por su hermano. El lateral del A.C. Milan cambiaría la cara de Francia en ataque gracias a su velocidad, potencia y amplitud. Mientras Australia jugaba con fuego en la salida de balón y Francia se atascaba en ataque a la espera de una genialidad de Kylian Mbappé, Duke rozó el 0-2 con un disparo desde el país oceánico. Entonces fue cuando Antoine Griezmann bordó el fútbol. El jugador del Atlético de Madrid empezó a aparecer entre líneas, tirar de galones, caer a la espalda del centro del campo rival y activar las distintas piezas del ataque. Fue uno de los mejores futbolistas del duelo.

En una jugada aislada, Adrien Rabiot aprovechó un centro magistral de Theo Hernández para poner las tablas. Solo cinco minutos después, Rabiot robó una pelota que ardía entre la salida de balón australiana, Mbappé tocó para Giroud y el delantero francés logró su gol número 50 con Francia a placer. Con el partido de cara, Francia pudo ampliar su ventaja en el marcador, porque Griezmann le puso un balón de valor gol a Mbappé, pero el atacante del PSG falló solo frente al portero australiano y ex del Valencia, Mathew Ryan. Pudo pagarlo caro Francia, porque al filo del descanso, Irvine enviaría un balón al poste con un cabezazo medido.

Dominio en la segunda parte

La segunda mitad inició con Francia tranquila. Sin la solidez defensiva que vimos en Rusia ni la fortaleza a balón parado y en centros laterales del último Mundial, la campeona del mundo sí que tenía dinamita para volar el sistema defensivo australiano. Sin noticias de Ousmane Dembélé en ataque, Giroud estuvo a punto de convertirse en el máximo goleador en la historia de Francia con una tijereta preciosa que se marchó susurrando la madera.

Así las cosas, Francia buscó la sentencia. En otra combinación maravillosa entre Giroud y Mbappé, el delantero del PSG perdonó de nuevo. Australia se agarraba a sus posibilidades y es que el encuentro no estaba cerrado, pese a que los galos veían el 3-1 muy cerca. Theo Hernández era imparable en carrera, así que Francia se subió a lomos suyos para matar el partido. No lo hizo Griezmann, cuando sacaron un remate suyo bajo la mismísima línea de gol. Sí lo haría Mbappé al cabecear para dentro un centro preciso de Ousmane Dembélé.

El momento más especial para Giroud llegaría. En una jugada maravillosa de Mbappé, donde dejó a su defensor desparramado con dos cambios de ritmo demoledores, el extremo del PSG envió un caramelo al área y el '9' del Milan no falló. Entonces se convirtió en el máximo goleador en la historia de Francia empatado a goles con Thierry Henry (51 tantos). Historia para un futbolista infravalorado. Australia ya desfalleció y pudo ser peor, porque Griezmann dibujó un pase que dejó solo a Mbappé, aunque al francés se le escapó el control. También tuvo la manita Konaté, pero Ryan sacó una mano magnífica. Al final, victoria, susto olvidado y que pase el siguiente. Francia es una de las favoritas en Qatar.