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Entre la arrogancia y la soberbia de Croacia: su diferencia psicológica
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La mentalidad ganadora de los croatas

Entre la arrogancia y la soberbia de Croacia: su diferencia psicológica

Croacia, un país experto en crear deportistas de alto nivel en numerosas disciplinas, vivirá un evento histórico el domingo en caso de ganar a Francia en la final del Mundial en Moscú.

Foto: Perisic y Modric celebran la victoria sobre Inglaterra. (Reuters)
Perisic y Modric celebran la victoria sobre Inglaterra. (Reuters)

"La diferencia fue psicólogica". El defensa croata Dejan Lovren lo tiene claro. El del Liverpool disputará el domingo contra Francia su segunda final en seis semanas. Tras la victoria ante Inglaterra en semifinales, fue al ataque. "Creo que la gente debería reconocer que soy uno de los mejores defensas del mundo y dejar de decir tonterías. Merezco estar en la final", dijo. Contundente en el campo y fuera de él, sus palabras cargadas de soberbia representan una mentalidad que explica en parte que un país de apenas cuatro millones de habitantes haya hecho historia alcanzando por primera vez la final del Mundial. No es casualidad su dominio en deportes colectivos como fútbol, baloncesto, waterpolo o balonmano.

La fortaleza mental es una característica de una gran cantidad de deportistas croatas. "Si creo que debo encestar 1.000 veces antes de un partido, lo hago y nadie me lo va a a impedir", dijo en su día en una entrevista a la revista 'Gigantes' Drazen Petrovic, el mejor estandarte de la mentalidad de los deportistas croatas. Tan legendaria era su habilidad con la pelota naranja, como su capacidad mental para afrontar cada partido.

placeholder Lovren ha creado polémicas con sus comentarios tras la semifinal ante Inglaterra. (EFE)
Lovren ha creado polémicas con sus comentarios tras la semifinal ante Inglaterra. (EFE)

Petrovic es uno de los deportistas croatas más famosos de la historia, si no el más famoso, y una gran parte de su éxito fue por algo que también poseen los futbolistas de la selección: la confianza en sí mismos. El gran Petrovic también afirmó en 1988 que con su fichaje, el Real Madrid "volvería a ganar la liga y la Copa de Europa". Solo jugó una temporada en Madrid y no pudo ganar ninguno de esos dos títulos, pero esa confianza, junto con su calidad, le convirtió en una leyenda del madridismo..

Sin llegar al nivel de Petrovic, el equipo ajedrezado también destila seguridad a tenor de lo dicho por Lovren y otros compañeros. Los futbolistas croatas se sintieron infravalorados por los ingleses, y eso les motivó. Tras escuchar comentarios como "Inglaterra debería ganar a Croacia sin problemas", pronunciado por Rio Ferdinand antes del partido, Luka Modric opinó que los ingleses "deberían ser más humildes y respetar a los rivales".

Foto: Los croatas celebran su pase a la fina. (Reuters)

Otro jugador croata, Vedran Corluka atacó a los ingleses de otro modo: burlándose de ellos. Cuando los periodistas le pidieron que parara, el defensa pronunció cuatro palabras: "It's not coming home!" (en referencia a una popular canción de apoyo a la selección inglesa titulada 'It's coming home'). Fueron pocas, pero suficientes para herir a su rival. Las palabras de los croatas sentaron mal a los ingleses, que vieron la derrota como una oportunidad perdida.

Esta selección croata, llena de confianza y rozando la soberbia, disputa la final el domingo contra Francia. Aunque no es favorita, quién sabe si esa confianza, fortaleza y pasión serán suficientes para derrotar a los galos y ser el segundo país más pequeño en conquistar el Mundial. Pocos confiaban en que los croatas llegarían hasta aquí, como tampoco que un muchacho de Sibenik alcanzara la NBA en los 80. En Croacia, soñar en grande está permitido.

"La diferencia fue psicólogica". El defensa croata Dejan Lovren lo tiene claro. El del Liverpool disputará el domingo contra Francia su segunda final en seis semanas. Tras la victoria ante Inglaterra en semifinales, fue al ataque. "Creo que la gente debería reconocer que soy uno de los mejores defensas del mundo y dejar de decir tonterías. Merezco estar en la final", dijo. Contundente en el campo y fuera de él, sus palabras cargadas de soberbia representan una mentalidad que explica en parte que un país de apenas cuatro millones de habitantes haya hecho historia alcanzando por primera vez la final del Mundial. No es casualidad su dominio en deportes colectivos como fútbol, baloncesto, waterpolo o balonmano.

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