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España se juega los octavos en Kaliningrado, el paraíso fiscal de Putin
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PUEDE SER PRIMERA, SEGUNDA O QUEDAR ELIMINADA

España se juega los octavos en Kaliningrado, el paraíso fiscal de Putin

La Selección se enfrenta a las 20:00, hora española, a Marruecos en el último partido de la primera fase del Mundial. Dependen de sí mismos, pero la eliminación es posible

Foto: Aficionados españoles en Kaliningrado antes del España-Marruecos. (EFE)
Aficionados españoles en Kaliningrado antes del España-Marruecos. (EFE)

Las sedes mundialistas están llenas de voluntarios. Son chicos y chicas jóvenes, vestidos con polos azules y rojos, que se ubican en los aeropuertos, los centros de las ciudades y en los estadios para orientar el flujo de gente. Normalmente su labor se limita a entregar un mapa o señalar las rutas de autobús, pero en Kaliningrado es algo distinto. Cada vez que sale un mininús con aificionados y periodistas del estadio, un voluntario se sube y pide un momento de silencio: "Os recuerdo que tendremos un servicio gratuito de autobuses al aeropuerto durante toda la noche pero, los que queráis volver a otras ciudades rusas en coche o en tren, recordad que debéis tener visado o ser ciudadanos de la Unión Europea".

La cara de desconcierto de los aficionados árabes y asiáticos daba para una película costumbrista. Muchos levantaban la acreditación, que solo se consigue tras presentar el visado, solo para que un pobre voluntario, de no más de 25 años, les ofreciese una explicación geopolítica del lugar en el que se encuentran. Bienvenidos a Kaliningrado, anteriormente conocida como Könisberg, cuna de Inmanuel Kant y de los misiles Iskander de Putin. Paraíso fiscal, plaza militarizada y edén de las enfermedades venéreas.

Foto: Vladimir Putin durante la presentación de la Copa del Mundo 2018, acompañado por el Presidente de FIFA Gianni Infantino y el mandatario boliviano Evo Morales. (REUTERS)

Kaliningrado, como les explicaba el voluntario a los asiáticos, no tiene contacto terrestre con el resto de Rusia. Para regresar sin despegar del suelo hay que pasar por Lituania o Polonia, miembros de la Unión Europea y poco proclives a ponerle las cosas fáciles de Putin. También por Bielorrusia, pero eso nunca ha sido un problema para Moscú. Porque Kaliningrado antes era Könisberg, capital de Prusia primero y territorio desgajado de Alemania después. Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad fue destruida casi por completo y reclamada por la Unión Soviética en la Confederencia de Postdam.

La actual Kaliningrado es un frankenstein curioso, con una masiva presencia militar en las calles, arquitectura predominantemente germánica y unos usos mucho más occidentales que la ciudad media rusa, pese a que la mayor parte de sus ciudadanos son de origen ruso y casi no existe rastro de alemanes. Para Putin, llevar una sede del Mundial a su puerto franco del oeste es una forma de reafirmar el territorio y, sobre todo, de postularlo para el turismo, en un caso muy parecido al de Sochi.

Foto: Del Bosque, junto a Munir, el día que le hizo debutar con la selección española. (EFE) Opinión

Kaliningrado, más cerca de España

De hecho, el estadio en el que juegan España y Marruecos (20:00 horas, 'Telecinco') esta tarde no existía hace dos años. Se construyó específicamente para el torneo y no está muy claro de qué manera va a servirle al Báltika, el equipo local, que milita en la segunda división rusa. Los de Hierro no solo estrenarán estadio, sino también clima: en estos momentos hay 16º en la ciudad y llueve con fuerza. Es un contraste importante con el intenso calor seco de Krasnodar, donde la Selección está alojada y entrena desde principios de mes. Si quieren un dato para comprender la marcianada, consideren que Kaliningrado está más cerca de España que de Krasnodar.

Por lo demás, gran ambiente en la ciudad, que en las horas previas se ha volcado con el decisivo encuentro (también ha ayudado que el litro de cerveza se puede adquirir por 50 rublos, en torno a 60 céntimos de euro. Las cifras de la organización apuntan a paliza: habrá más de 15.000 marroquíes, ya eliminados del Mundial pase lo que pase, por en torno a mil españoles, que se verán reforzados, sin duda, por otros contingentes habituales que se suman a la causa, como los rusos o los japoneses. Es lo que tiene ser un país pequeño con referentes culturales muy reconocibles. "¡Me encanta el flamenco! ¡Voy a ir a Estepona el año que viene a bailarlo y a aprender español!", dice una chica rusa que, junto a su pareja, se han pintado la cara con la bandera nacional. "Y vereaneamos en Sochi, donde jugará España otra vez, no podemos perder!", concluye. A ver si no fallamos a esta gente.

Foto: Marco Asensio conduce la pelota durante el partido de la Selección española contra Irán. (Efe)

Las sedes mundialistas están llenas de voluntarios. Son chicos y chicas jóvenes, vestidos con polos azules y rojos, que se ubican en los aeropuertos, los centros de las ciudades y en los estadios para orientar el flujo de gente. Normalmente su labor se limita a entregar un mapa o señalar las rutas de autobús, pero en Kaliningrado es algo distinto. Cada vez que sale un mininús con aificionados y periodistas del estadio, un voluntario se sube y pide un momento de silencio: "Os recuerdo que tendremos un servicio gratuito de autobuses al aeropuerto durante toda la noche pero, los que queráis volver a otras ciudades rusas en coche o en tren, recordad que debéis tener visado o ser ciudadanos de la Unión Europea".

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