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Brahim y Rodrygo catapultan al Real Madrid al liderato de LaLiga frente al Granada (2-0)
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Partido muy plácido

Brahim y Rodrygo catapultan al Real Madrid al liderato de LaLiga frente al Granada (2-0)

El Santiago Bernabéu ovacionó a Rodrygo tras volver a marcar un gol. Brahim se reivindicó y el Granada no tuvo opciones en un encuentro muy dominado por los de Ancelotti

Foto: Brahim Díaz anotó el primer tanto. (Reuters/Isabel Infantes)
Brahim Díaz anotó el primer tanto. (Reuters/Isabel Infantes)

Los pupilos de Carlo Ancelotti amargaron el debut de Alexander El Cacique Medina con el Granada. Los blancos, con Jude Bellingham como líder ofensivo, junto a unos activos Rodrygo Goes y Brahim Díaz, autor del tanto que abrió la lata, desatascarían un partido marcado por el nefasto arbitraje de González Fuertes en el Santiago Bernabéu. El colegiado se zamparía un posible penalti a Bellingham, desesperaría a los jugadores con un festival de tarjetas y el público le silbaría. Rodrygo volvió a mojar y el Bernabéu vivió un partido plácido.

El partido empezó a trompicones con un peligroso centro de Lucas Boyé que cortó Rüdiger. El Real Madrid hizo el campo ancho, con Mendy y Carvajal incorporándose al ataque para permitir que Valverde y Brahim se colaran entre central y lateral. Con Kroos en la sala de máquinas, el Granada trató de resistir en los primeros minutos. El quebradero de cabeza para los nazarís empezó pronto, cuando el guardameta Raúl Fernández cayó lesionado y entró Ferreira.

El Real Madrid empezó a carburar, con Rodrygo olfateando al gol por partida doble. Valverde era indetectable y sacudió la zaga visitante, muy parapetada en las faldas de su portero. Los andaluces quisieron responder a balón parado en un remate muy peligroso de Torrente que salió lamiendo el poste. En el minuto 26, Kroos leyó la incorporación de Brahim al área y el jugador blanco superó con mucha clase la salida del portero.

placeholder Brahim Díaz volvió a demostrar su talento. (Reuters/Isabel Infantes)
Brahim Díaz volvió a demostrar su talento. (Reuters/Isabel Infantes)

El Real Madrid pudo aumentar su ventaja al filo del descanso tras un pase extraordinario de Brahim a Bellingham, pero al inglés le faltó atinar. El jugador británico sería protagonista por partida doble, porque Miquel Ignasi lo derribó en el interior del área y González Fuertes no vio pena máxima. Al descanso, el Real Madrid tenía el partido perfectamente controlado.

El Bernabéu ovacionó a Rodrygo

A la vuelta de vestuarios, Carvajal se quedó en el banquillo y entró Lucas Vázquez. González Fuertes se llevó otro gran abucheo al saltar al terreno de juego. El equipo madrileño saldría a la carga en el segundo tiempo con un Brahim especialmente inspirado al que se le escapó el segundo por muy poco.

En el minuto 56, sin embargo, tras una fantástica combinación entre Joselu, Bellingham, Brahim y finalmente Rodrygo, el Madrid anotaría el segundo tanto; obra del brasileño tras la parada del portero visitante. El Granada era un flan en defensa ante un Madrid al trote y no amenazaba en ataque.

placeholder El brasileño volvió a marcar. (EFE/Sergio Pérez)
El brasileño volvió a marcar. (EFE/Sergio Pérez)

En el minuto 70, Ancelotti retiró a Joselu por Dani Ceballos. Los blancos siguieron apretando, tratando de aumentar la ventaja en el marcador con dos disparos de Lucas Vázquez y Fede Valverde; el segundo no entró por centímetros.

En los últimos momentos del encuentro, Gonzalo entró por Rodrygo, a quien el Bernabéu ovacionó por su gran partido y su buena racha goleadora. También entró Nico Paz por Brahim, pero el marcador ya no se movería más, aunque lo intentó con un latigazo.

Los pupilos de Carlo Ancelotti amargaron el debut de Alexander El Cacique Medina con el Granada. Los blancos, con Jude Bellingham como líder ofensivo, junto a unos activos Rodrygo Goes y Brahim Díaz, autor del tanto que abrió la lata, desatascarían un partido marcado por el nefasto arbitraje de González Fuertes en el Santiago Bernabéu. El colegiado se zamparía un posible penalti a Bellingham, desesperaría a los jugadores con un festival de tarjetas y el público le silbaría. Rodrygo volvió a mojar y el Bernabéu vivió un partido plácido.

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