La broma de Kroos a Bellingham ante este saludo espontáneo durante el Real Madrid - Nápoles de Champions

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El Real Madrid sumó tres puntos más frente al Nápoles en esta Champions, completando un impoluto cinco de cinco en la fase de grupos que les ha asegurado ser primeros a falta de la sexta y última jornada. De esta forma, los de Ancelotti serán cabezas de serie en el sorteo de los octavos de final, viéndose las caras con el segundo de otro de los grupos y, lo que casi es más importante, teniendo el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu.

Una de las grandes noticias, aunque no sea novedad, fue ver de nuevo a Jude Bellingham a su máximo nivel. El inglés está superando cualquier expectativa que hasta el más positivo podía tener sobre él, y sumó un tanto más, el decimoquinto en 16 partidos entre Liga y Champions desde que se puso la camiseta madridista. Además de su tanto de cabeza, fue un peligro constante cada vez que la pelota pasaba por sus botas, poniendo en bandeja a Joselu el 4-2 definitivo con un pase espectacular con el exterior.

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Ulises Sánchez-Flor

A Bellingham le sobra la calidad pero también la personalidad como para haberse puesto al frente de un Real Madrid huérfano de un delantero centro, con marcas goleadoras que solo Cristiano Ronaldo y Di Stéfano pudieron conseguir. Una barbaridad para un futbolista que lleva el 5 a la espalda y que, por supuesto, apenas ha cumplido los 20 años.

Integrado como el que más en el vestuario

Tras el pitido final del árbitro, con el Real Madrid venciendo por 4-2 al Nápoles, se pudo ver una curiosa imagen en el Santiago Bernabéu. Los jugadores saludaban desde el centro del campo a los aficionados allí presentes, y Bellingham buscaba entre las gradas a alguien levantando el brazo derecho. El gesto, que podía ser malinterpretado, llamó la atención del alemán Toni Kroos, que estaba a su lado y se lo bajó entre risas rápidamente.

Otro de los momentos destacados que dejó el partido fue el de Joselu en el cuarto gol de los de Ancelotti. El delantero español falló algunas ocasiones antes de mandar a la red la asistencia de Bellingham, y pidió perdón al público presente en el Bernabéu, tratando de alejarse del protagonismo de la celebración. Al verlo, fue el propio jugador inglés quien le empujó hacia donde estaban los aficionados para que se llevara la ovación por el tanto.