El deportista a seguir | La joya que voló del Barça y que ahora pule Arbeloa para hacerlo triunfar

Las canteras del fútbol español se han puesto a debate a lo largo de esta semana. El debut con gol a los 20 segundos de Marc Guiu ante el Athletic confirmaba que el Barcelona sigue sacando mucho talento de La Masía mientras que otros equipos no encuentran ese éxito. De hecho, mucho se ha comparado con el caso del Real Madrid, cuyo objetivo principal con las categorías inferiores es sacar rédito económico para ayudar a las arcas del club. Pero no siempre es así.

Históricamente, muchos futbolistas han cogido el puente aéreo, jugando en ambos clubes: nombres como Laudrup, Schuster, Hagi, Prosinecki, Celades, Milla o Lopetegui, entre muchos otros, vistieron las dos camisetas a lo largo de su historia. Pero también es habitual, especialmente en los últimos años, que los canteranos se muevan de equipo, incluso aquellos que tienen el cartel de grandes promesas. Es el caso del protagonista de esta semana, un jugador con gran futuro.

Iker Bravo es, actualmente, una de las joyas de la cantera del Madrid y un joven talento que tiene que demostrar a lo largo de este curso que merece seguir de blanco después del verano de 2024. Cedido desde el Bayer Leverkusen, esta es la segunda temporada que vive en el Real Madrid, pero con un matiz: este año no forma parte del Castilla, sino del Juvenil. Sin embargo, lo que podría ser considerado como una degradación se ha convertido en su punto de inflexión.

Nacido en San Cugat de Vallès, Bravo entró en la cantera del Barcelona en 2010, cuando solo contaba con cinco años. Temporada tras temporada, fue haciendo gala de su calidad, convirtiéndose en una de las joyas de La Masía. Sin embargo, cuando llegaba el momento de dar el salto al equipo juvenil, el conjunto culé le comunicó que no tenía hueco , lo que hizo que no aceptara la oferta de renovación y decidiera probar nuevas experiencias.

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Rubén Rodríguez

Solo unas semanas después firmaba por el Bayer Leverkusen, donde pronto se convirtió en un jugador importante de las categorías inferiores. Tanto que solo necesitó unos meses para debutar con el primer equipo, convirtiéndose en el jugador más joven de la historia del club -y el tercero de la Bundesliga- en jugar un partido. Solo necesitó un par de chispazos al más alto nivel para que el Real Madrid pidiera su cesión. Y, quién sabe, si ficharle definitivamente.

Así, la pasada temporada llegó al Castilla de Raúl González, con la idea de ser un jugador básico. Sin embargo, no llegó a tener el rendimiento deseado, con una participación residual. No contó con tantas oportunidades como se esperaba, no fue tan determinante como se creía y no tuvo casi incidencia goleadora. Por ello, el Madrid le puso un plan sobre la mesa que fue aceptado por el jugador: dar un paso atrás para coger impulso y demostrar que la apuesta era buena.

Esta temporada, en lugar de jugar en el Castilla, formaría parte del Juvenil de Álvaro Arbeloa, una noticia que fue bien recibida por el delantero. A sabiendas de que el pasado curso no había contado con muchas oportunidades, vio con buenos ojos formar parte de un equipo en el que sería pieza clave y en el que podría seguir creciendo. No se equivocaba lo más mínimo pues, solo unos meses después, es un jugador fundamental y que marca las diferencias de la mano de un técnico que le cuida.

Con buen regate, inteligente en sus movimientos y un remate de muchísimo nivel, está siendo el jugador más decisivo para Arbeloa, tanto en el campeonato liguero como en la Youth League. Aquel futbolista que dejó la cantera del Barcelona para emigrar a Alemania quiere demostrarle al Real Madrid que es una pieza importante: será este verano cuando decida si se queda con él en propiedad. Y, en semana de Clásico, se confirma que no todas las joyas culés tiene hueco en el primer equipo.