El deportista a seguir | El 'killer' al que no querían de niño y destroza los números de Haaland

No es fácil encontrar el gol. Cualquier gran equipo que se precie necesita contar con una estructura muy clara, donde la defensa sea la base del éxito, el medio del campo la maquinaria capaz de llevar el ritmo de los partidos y la delantera la que marque las diferencias. Aquellos equipos que pasaron a la historia del balompié basaron buena parte de sus grandes resultados en el acierto anotador de sus arietes, posiblemente el elemento más difícil de conseguir en la actualidad.

Contar con un jugador que sea capaz de marcar las diferencias en el área contraria suele suponer un importante desembolso económico... y los grandes delanteros se pueden contar con las dos manos. Por esa razón, cuando, de repente, aparece un desconocido en el horizonte, pronto buena parte de los focos de los equipos más poderosos del mundo se giran hacia él. Solo acaba de comenzar el curso, pero ya hay un delantero que está asombrando. Y nadie lo esperaba.

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Rubén Rodríguez

Si atendemos a los datos desde que ha comenzado la temporada, los números hablan por sí solos: nadie de las cinco grandes ligas ha sido capaz de hacer más goles que Serhou Guirassy. El franco-guineano del Sttutgart es la gran revelación del fútbol europeo en los primeros compases de curso, donde en solo cinco partidos ha sido capaz de anotar 10 tantos y dar 1 asistencia. Solo un jugador le supera en todo el mundo: un tal Cristiano Ronaldo, con 9 dianas y 4 pases de gol.

Dos goles ante el Bochum, uno al RB Leipzig, dos al Friburgo, un hat-trick al Mainz y dos al Darmstadt -además de otro al Balingen en Copa- le convierten en el delantero más en forma de toda Europa. Es capaz de marcar un gol cada 43 minutos de juego, una verdadera locura. Si lo comparamos con los dos mejores rematadores del mundo, la evidencia confirma su gran estado de forma: Erling Haaland (8 goles) marca cada 66 minutos; Kylian Mbappé (7), cada 61. Casi nada.

Pero Guirassy no siempre lo tuvo fácil. Criado en la cantera del Stade Lavallois francés, sería en 2013 cuando debutó con el equipo en la segunda gala. El joven jugador acababa de confirmarse a sí mismo que valía para el fútbol, una dudas que tuvo durante años cuando, siendo muy pequeño, el Auxerre le rechazó en varias ocasiones al considerar que no tenía nivel suficiente. Solo necesitó unos meses en la categoría de plata francesa para confirmar que podía ser un jugador importante.

Su gran debut le llevó a fichar por el Lille y, solo un año después, el Auxerre enmendaba su error. De ahí, fichó por el Colonia y el Amiens, para firmar por el Stade Rennais, donde coincidió con jugadores como Éduoard Mendy, Steven Nzonzi, Raphinha o Eduardo Camavinga. Su explosión fue evidente y no tardó en dar un salto cualitativo, para fichar por el Stuttgart la pasada campaña, donde firmó su mejor temporada con 14 goles en todo el curso.

Es cierto que era un futbolista que se podía mover en cualquier posición de ataque, rápido, incisivo y con buen regate y, a pesar de marcar goles, no era un jugador destacado en el gol. Sus registros eran buenos, pero no espectaculares... hasta este curso. Con los diez goles que ya acumula, en solo cinco partidos, solo está a cuatro tantos de batir su mejor temporada. A sus 27 años, ya ha alcanzado su madurez deportiva y apunta a que va a firmar un año increíble.

Si Guirassy fuera capaz de continuar con su actual ritmo anotador, acabaría la temporada con 76 goles, una verdadera locura para un jugador con poco nombre a nivel internacional. Es evidente que, en cualquier momento, su aportación caerá pero, hasta la fecha, es una de las grandes razones de que el Sttutgart esté tercero de la Bundesliga. El niño al que no querían ahora es el delantero de moda en Europa. Y la temporada no ha hecho nada más que empezar.