El deportista a seguir | El 'killer' de la bicicleta que ha hecho historia con Alemania a los 32 años

Llegar a ser jugador de fútbol de élite es un hito solo al alcance de unos privilegiados. Actualmente, los 20 clubes de la primera división de cualquier país cuentan con plantillas de 23 jugadores o, lo que es lo mismo, menos de 500 futbolistas en una misma liga. A ello, hay que sumar la internacionalización que atraviesa el balompié y que también conlleva que menos deportistas nacionales puedan llegar a triunfar en su propio país. Pero, a veces, la perseverancia tiene recompensa.

Entre el fútbol de élite y el fútbol más modesto existen muchas categorías. Incluso, para algunos futbolistas con menor proyección, cabe la posibilidad de ir a jugar a países extranjeros, con ligas menos competitivas, lo que les permite formar parte de equipos que se encuentran en divisiones más altas. Pero el protagonista de esta semana es un caso excepcional. De esos que permiten seguir creyendo en la magia del fútbol y en la máxima que dice que los sueños se pueden cumplir.

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Rubén Rodríguez

Hace menos de una década, Kevin Behrens jugaba en la quinta división del fútbol alemán. Tenía 23 años y disfrutaba haciendo lo que más le gustaba, que era marcar goles, aunque lejos de cualquier foco mediático. Corpulento, fuerte y con buena definición, marcaba las diferencias. Sin embargo, veía cómo sus compañeros fichaban por equipos de mayor categoría, mientras él lo hacía en otros más modestos. Pese a ello, no tiraba la toalla de poder llegar algún día a jugar en Bundesliga.

Formado en las categorías inferiores del Werder Bremen, fichó a los 20 años por el modesto Wilhelmshaven, al ver que su salto al primer equipo se demoraba. Su buena temporada sirvió para que el Hannover 96 le incorporara a filial, donde anotó 17 goles. Pese a ello, seguía sin tener oportunidades con los mayores, por lo que fichó por el Alemannia Aachen, de la quinta división del fútbol germano. Su sueño empezaba a resquebrajarse. A pesar de sus goles, no encontraba el camino hacia lo más alto.

Tras pasar por varios clubes más, subiendo poco a poco de categoría, su primer gran milagro llegó en 2021. Fue entonces cuando el Unión Berlín de la Bundesliga le fichó para reforzar su delantera. Behrens, después de mucho trabajo, lograba jugar en la primera categoría del fútbol alemán a los 30 años. Ya era un veterano del balón, pero sabía que, si seguía trabajando duro, podían seguir llegando los resultados. Muchos se habrían conformado con lo logrado, pero Behrens siguió creyendo.

Unos meses después, ya era titular y marcaba con el Unión Berlín en la Bundesliga. Semanas más tarde, lo hacía en la Europa League y, poco después, conseguía la clasificación de su equipo para jugar la Champions. Consolidado como pieza clave, sería esta temporada cuando logró su primer hat trick en el fútbol profesional. Lo hizo en el primer partido ante el Mainz 05, haciéndose viral. ¿Por qué? Tras lograr su mayor hito deportivo, decidió volver a su casa en bicicleta. Un héroe humilde.

Poco después de aquello, debutó en Liga de Campeones ante el Real Madrid, en aquel partido que los blancos ganaron con un gol de Bellingham. "Cuando tenía 27 años, pensaba que jamás llegaría la Bundesliga. Estoy muy orgulloso de no haberme rendido y trabajar para conseguir mi objetivo. El camino me ha hecho ser lo que soy hoy en día", explicaba tras su primer partido en la máxima competición continental. Lo que Behrens no sabía era que el destino le guardaba otra sorpresa.

Y es que Julian Nagelsmann -que solo tiene tres años más que él- le convocó por primera vez para jugar con Alemania, a sus casi 33 años. Debutó ante México, al entrar al campo en el minuto 87 por Jamal Musiala. Behrens se ha convertido en el tercer debutante más veterano de la Mannschaft. La historia de Behrens es el mejor ejemplo de que nunca hay que rendirse. Y quién sabe si podría incluso jugar la Eurocopa del próximo año. ¿Saben dónde se juega? Sí, eso es, en Alemania.