Así descubrió Amancio Amaro La Quinta del Buitre

El Real Madrid perdió este martes una de las grandes señas de identidad de su historia con la muerte de Amancio Amaro. El futbolista gallego se marcha habiendo sido, con todo merecimiento, uno de los mejores jugadores de la historia del conjunto blanco, y eso es mucho decir.

Fichado procedente del Deportivo de La Coruña tras destacar en Segunda División, El Brujo no tardó en hacerse hueco en el extremo derecho del Real Madrid, luciéndose durante 14 temporadas hasta convertirse en uno de los futbolistas más destacados de la época. Prueba de ello fue su impresionante palmarés, con una Copa de Europa, la sexta de los blancos en el 66, nueve ligas, 3 Copas de España y la Eurocopa de 1964, la primera de la selección española.

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Regateador como pocos y un puñal por banda derecha, Amancio Amaro colgó las botas en el año 1976, siendo desde entonces una figura ligada al club. Fue ya en el año 1982 cuando decidió pasar a los banquillos haciéndose cargo del segundo equipo del Real Madrid, el Castilla, con el que acabó haciendo historia.

El descubridor de La Quinta del Buitre

Amancio se puso al frente del equipo, finalizando sextos en su primera temporada y convirtiéndose en un equipo irrepetible en la segunda, la campaña 1983-1984. En ella, el Castilla salió campeón en la Segunda División de fútbol español, algo que ningún otro filial ni había conseguido ni ha vuelto a lograr.

Había nacido La Quinta del Buitre. El nombre surgió a raíz de un artículo de Julio César Iglesias allá por noviembre de 1983 en El País. "Se añadió el nombre de Amancio porque a alguien le pareció excesivo dedicar una página a unos mocosos desconocidos", explicó el escritor y periodista años atrás.

Emilio Butragueño, Rafael Martín Vázquez, Manolo Sanchís, Míchel González y Miguel Pardeza. Los cinco prodigiosos jugadores de la cantera dieron el salto al primer equipo de la mano del propio Amancio Amaro, quien también se convirtió en el entrenador del Real Madrid en esa temporada 84-85, ya con ellos como parte del conjunto blanco.

Esa temporada no pasaron de la quinta plaza, pero La Quinta del Buitre logró marcar una época ganando cinco ligas consecutivas después de eso, una generación imborrable que nunca habría sido lo que fue sin la confianza desde el filial de Amancio Amaro.