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El cerrojo defensivo que hizo olvidar a Ramos y Varane y que explica al Real Madrid campeón
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La pareja del año

El cerrojo defensivo que hizo olvidar a Ramos y Varane y que explica al Real Madrid campeón

La pareja de centrales del Real Madrid ha cuajado un campeonato mayúsculo y ha hecho olvidar la alargada sombra de Ramos y Varane. Militao y Alaba han sido vitales

Foto: El austriaco y el brasileño se abrazan para celebrar un gol. (EFE/Ballesteros)
El austriaco y el brasileño se abrazan para celebrar un gol. (EFE/Ballesteros)

El Real Madrid ha dominado con mano de hierro una Liga que no ha tenido mucha historia, situación que no debe restarle mérito al equipo blanco. La solidez en las áreas, la de Thibaut Courtois, Éder Militao y David Alaba en la propia y la de Karim Benzema y Vinícius Júnior en la rival, sirven para explicar cómo el Madrid ha sido una apisonadora en el momento de la verdad y dónde se deciden los encuentros. De la sociedad ilimitada que forman el ariete galo y la bala brasileña ya se ha escrito largo y tendido, pero misma atención debe recibir la pareja de centrales que ha sostenido al cuadro madridista en su propio terreno. En su primera temporada conformando el eje de la zaga, el rendimiento de Militao y Alaba ha sido excelente y ha hecho olvidar por completo a dos figuras clave en la historia del Real Madrid como Sergio Ramos y Raphaël Varane.

Compenetrados, sólidos, fiables y capaces de defender en situaciones límite. El Real Madrid ha tenido unos pilares firmes, incluso cuando Carlos Henrique Casemiro ha protagonizado una temporada floja y cuando Ferland Mendy, principal corrector el pasado curso gracias a su velocidad, se ha perdido un buen número de partidos. El valor de Militao-Alaba no solo reside en su rápida aclimatación a un nuevo sistema, un equipo más ofensivo que el último de Zinédine Zidane y la capacidad para entenderse desde el principio. También en su habilidad para reemplazar a dos leyendas blancas del peso y el calibre de Sergio Ramos y Raphaël Varane y que no se haya notado la diferencia.

placeholder El Triángulo de las Bermudas del Real Madrid. (EFE/J.J.Guillen)
El Triángulo de las Bermudas del Real Madrid. (EFE/J.J.Guillen)

Cuando el camero desapareció de las alineaciones del Real Madrid entre lesiones y forzó para jugar con la Selección de Luis Enrique en el momento más importante de la temporada pasada, el equipo perdió a su principal bastión defensivo. El recambio en un conjunto acribillado por las bajas -Raphaël Varane incluido- fue Éder Militao. Castigado por las expectativas (el Real Madrid pagó 50 millones de euros por él y se convirtió en el defensor más caro de su historia), el brasileño era una incógnita andante que venía de estar todo el año en blanco. Sin embargo, dio la cara en el peor momento para ser imprescindible en defensa con Zidane y ya nadie se acuerda del precio ni de los memes. Militao se ha convertido en la principal garantía defensiva blanca con Ancelotti.

Se han entendido a la perfección

Diferente fue la llegada de David Alaba. Navaja multiusos, con carisma y galones (ya nadie olvidará la celebración con la silla tras la remontada al PSG), el austriaco luce más como lateral izquierdo con recorrido que como central, pero eso no ha impedido que se asiente junto al brasileño. Adaptado al club en tiempo récord, una situación similar a la que vivió Toni Kroos cuando llegó también del Bayern de Múnich, Alaba ha dotado al equipo de energía, liderazgo, una salida de balón extraordinaria digna de un centrocampista, además de mucha velocidad en defensa. Todo coronado con un punto físico por encima de la media que imprimía oxígeno al conjunto blanco.

placeholder Quien se fue, perdió su silla. (REUTERS/Susana Vera)
Quien se fue, perdió su silla. (REUTERS/Susana Vera)

Con una solidez defensiva que pocos equipos han tenido en esta Liga 2021-22 (solo el Sevilla ha encajado menos goles, 28, uno menos que el Real Madrid), el camino no siempre fue fácil para ambos. Al inicio de temporada, Carlo Ancelotti trató de que su equipo robase el balón a través de una presión alta que generó problemas en la estructura defensiva blanca. En otras palabras, el Madrid no conseguía recuperar pelotas en campo rival, o al menos, no tantas como le hubiese gustado a su entrenador. Con el tiempo, el técnico italiano optó por adoptar una postura más conservadora, buscando tener un bloque defensivo más compacto y recortando las distancias de relación entre los jugadores... para defender en campo propio.

Segundo (Militao) y tercer (Alaba) jugador con más minutos disputados esta temporada entre todas las competiciones, una de las principales virtudes de la pareja central ha sido su compenetración y la capacidad de suplir las debilidades del otro con sus fortalezas. Si a Militao le faltaba confianza con la pelota y una mayor paleta de golpeos o el atrevimiento de conducir para dividir, Alaba cargaba con el peso de la salida de balón. Si Alaba no era tan potente como el brasileño a la hora de chocar con delanteros y ganar duelos individuales, Militao salía al corte con contundencia para corregir y solventar la situación.

placeholder Alaba y Militao, durante este curso. (EFE/Kiko Huesca)
Alaba y Militao, durante este curso. (EFE/Kiko Huesca)

"La calidad de los dos es extraordinaria, están trabajando muy bien y son distintos. Militao es muy fuerte, increíble. Alaba se adapta muy bien. Se entienden y se complementan. Hemos estado muy juntos y hemos dado solidez a todo el equipo", apuntaba Ancelotti tras la victoria en el Reale Arena contra la Real Sociedad. Ambos dejan una colección interminable de acciones brillantes en LaLiga. El zapatazo de David Alaba en la victoria del Camp Nou en la primera vuelta, el muro contra el Atlético de Madrid en el Bernabéu, la determinación contra el Sevilla en el partido clave por el campeonato o la exhibición defensiva en casa de la Real Sociedad.

El Real Madrid ha dominado con mano de hierro una Liga que no ha tenido mucha historia, situación que no debe restarle mérito al equipo blanco. La solidez en las áreas, la de Thibaut Courtois, Éder Militao y David Alaba en la propia y la de Karim Benzema y Vinícius Júnior en la rival, sirven para explicar cómo el Madrid ha sido una apisonadora en el momento de la verdad y dónde se deciden los encuentros. De la sociedad ilimitada que forman el ariete galo y la bala brasileña ya se ha escrito largo y tendido, pero misma atención debe recibir la pareja de centrales que ha sostenido al cuadro madridista en su propio terreno. En su primera temporada conformando el eje de la zaga, el rendimiento de Militao y Alaba ha sido excelente y ha hecho olvidar por completo a dos figuras clave en la historia del Real Madrid como Sergio Ramos y Raphaël Varane.

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