Es noticia
Modric vs. Bale: el ídolo que se ganó el corazón del madridismo y el que no quiso hacerlo
  1. Deportes
  2. Fútbol
LA CARA Y LA CRUZ EN EL CLUB

Modric vs. Bale: el ídolo que se ganó el corazón del madridismo y el que no quiso hacerlo

El croata y el galés llegaron al conjunto blanco para convertirse en jugadores básicos para el club, pero solo Modric ha sabido entender lo que significa el Madrid y cómo ganarse a la afición

Foto: Modric se ha convertido en un ídolo de la afición. (Cordon Press)
Modric se ha convertido en un ídolo de la afición. (Cordon Press)

Quince años después, el Real Madrid ha sido capaz de cantar el alirón de Liga en el Santiago Bernabéu. Desde aquella famosa temporada 2006-07, en la que los blancos remontaron contra el Mallorca (3-1) para hacer válido el famoso 'Tamudazo' de la jornada anterior, el equipo madridista no había vuelto a celebrar un título ligero en su feudo: varias victorias definitivas a domicilio y la pandemia lo impidieron. Pero esta celebración ha dejado una imagen para el recuerdo: la diferencia entre lo que es compromiso, sentir el escudo y ganarse el favor de afición para siempre, escenificado en los casos de Luka Modric y Gareth Bale.

El centrocampista croata se ha ganado el corazón de la afición blanca. A sus 36 años, no solo ha demostrado a lo largo de la temporada calidad, compromiso y mucha implicación con el equipo, sino que su derroche físico en todos los partidos en los que ha participado le han granjeado más de una ovación por parte del respetable madridista. Su increíble temporada, a pesar de su veteranía, le ha servido para que el club cumpla el sueño de Modric: retirarse como jugador madridista, una renovación bien merecida por lo que ha demostrado en el campo.

Foto: Ancelotti da indicaciones durante el partido en el Etihad. (EFE/Peter Powell)

Han sido muchos los partidos en los que Modric se ha echado a la espalda la responsabilidad del equipo: pidiendo el esférico de salida del balón cuando el Madrid más bloqueado estaba, contagiando al resto del equipo para presionar muy arriba, inventándose pases mágicos que han acabado en gol e, incluso, calentando a la grada para que animara al equipo hasta el final. Solo esta temporada, ha recibido numerosas ovaciones sobre el césped, como aquellas recibidas ante el PSG o el Chelsea, que recordará de por vida.

Pero ¿qué ha hecho Modric para ganarse el corazón de toda la afición? Básicamente, su receta es sencilla: trabajo, trabajo y más trabajo. Si hay algo que enamora el respetable blanco es el sacrificio, el esfuerzo y dejarse hasta la última gota de sudor sobre el césped, algo que Modric hace cada vez que salta al campo. Dice el refrán que 'el que lo da todo, no está obligado a dar más', pero si encima saca a pasear su calidad de manera habitual, la comunión que se genera entre aficionado y futbolista es única. Curiosamente, todo lo contrario a lo que ocurre con Bale, el jugador que estaba llamado a marcar el futuro próximo del club.

placeholder Gareth Bale, en un entrenamiento con el Real Madrid. (Reuters/Lee Smith)
Gareth Bale, en un entrenamiento con el Real Madrid. (Reuters/Lee Smith)

Y es que Bale, a pesar de seguir en nómina del club blanco, hace mucho tiempo que ni está ni se le espera. Fichado en 2013 por algo más de 100 millones de euros, el galés llegaba al Madrid con la intención de imprimir velocidad al ataque y dotar al equipo de más gol, para convertir su delantera en una de las más famosas de todos los tiempos. Solo necesitó un puñado de minutos para, en su primer partido, marcar ante el Villarreal. Bale había caído de pie en el Madrid... tiempos ahora ya muy lejanos.

Casi una década más tarde, la opinión de la afición sobre Bale es bien diferente. De hecho, en los últimos 800 días, el galés solo ha jugado unos minutos en el feudo blanco, ante el Getafe. Aquel día, la hinchada mostró lo que piensa de él: le recibió con una sonora pitada y con tambores de guerra y, cada vez que tocaba la pelota, los abucheos eran evidentes. La grada dictaba sentencia: el jugador que lo tenía todo para marcar una época era persona 'non grata' a pesar de sus importantes servicios.

placeholder Bale y Modric, la cara y la cruz para el madridismo. (EFE/Emilio Naranjo)
Bale y Modric, la cara y la cruz para el madridismo. (EFE/Emilio Naranjo)

Recordemos que Bale fue pieza clave en la 'Décima', marcando el momentáneo 2 a 1 que desequilibraba la balanza ante el Atleti; en la 'Decimotercera', con un increíble gol de chilena y un posterior disparo lejano que sirvieron para derrotar a Liverpool; y en la final de Copa de 2014 ante el Barça, con aquella famosa carrera por fuera del campo para superar a Bartra. Este sábado, precisamente cuando el Madrid ganó la Liga, decidió borrarse del partido por culpa de unas extrañas molestias en la espalda, las mismas que le han dejado fuera la convocatoria en varias ocasiones, pero que no le han impedido jugar con Gales cuando ha sido necesario.

De hecho, el galés no estuvo en la celebración del título de Liga por parte del Real Madrid, ni en el estadio, ni en la posterior coronación de la Cibeles junto a la afición. ¿El motivo? Según afirmó el propio Bale en sus redes sociales, el problema físico que le hizo caerse de la convocatoria le impidió acudir con el resto de sus compañeros. "¡Muy decepcionado de no poder ser parte de las celebraciones esta noche debido a un espasmo en la espalda, pero muy orgulloso del equipo por ganar el título! ¡Disfrutad esta noche, chicos! Hala Madrid", explicaba en un tuit.

Modric y Bale representan la cara y la cruz del club blanco: ambos fichados del Tottenham, llegados al club con la vitola de jugadores de primer nivel que podían cambiar la dinámica del Madrid y con una carrera prometedora por delante, solo el croata ha sabido entender lo que es el madridismo. Sudor, trabajo, esfuerzo y agradecimiento a un club en el que su nombre quedará grabado con letras de oro, precisamente lo que Bale tenía al alcance de sus manos y no quiso aprovechar por su mala cabeza y sus malas decisiones. La cara y la cruz del ciclo triunfal del Real Madrid.

Quince años después, el Real Madrid ha sido capaz de cantar el alirón de Liga en el Santiago Bernabéu. Desde aquella famosa temporada 2006-07, en la que los blancos remontaron contra el Mallorca (3-1) para hacer válido el famoso 'Tamudazo' de la jornada anterior, el equipo madridista no había vuelto a celebrar un título ligero en su feudo: varias victorias definitivas a domicilio y la pandemia lo impidieron. Pero esta celebración ha dejado una imagen para el recuerdo: la diferencia entre lo que es compromiso, sentir el escudo y ganarse el favor de afición para siempre, escenificado en los casos de Luka Modric y Gareth Bale.

Real Madrid Luka Modric Gareth Bale
El redactor recomienda