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El señalado Luuk de Jong rescata al Barça en el último minuto para sumar un punto (2-2)
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Empate en el minuto 96

El señalado Luuk de Jong rescata al Barça en el último minuto para sumar un punto (2-2)

El conjunto blanquiazul se quedó a un paso de firmar una gran remontada. Darder y RDT coronaron la reacción del Espanyol en un derbi muy caliente. Piqué terminó expulsado

Foto: El ariete neerlandés mantiene al Barça en Champions. (Reuters/Albert Gea)
El ariete neerlandés mantiene al Barça en Champions. (Reuters/Albert Gea)

El Espanyol no vencía al Barça en casa desde 2007. Demasiados años para un club y una afición que convive cada día con unas instituciones que le colocan como catalanes de segunda clase. Muchas derrotas, noches tristes y descalabros frente a un adversario que les supera en poder, dinero, títulos e influencia en Cataluña. Justo cuando parecía que este año sí que podía ganar a su eterno rival ciudadano, Luuk de Jong rescató mediante un cabezazo imperial en el último minuto del descuento para mantener al Barça en la Champions y arreglar una segunda parte muy floja. Los goles de Sergi Darder y de Raúl de Tomás dejaron en el olvido el primer gol del partido, obra de Pedri González en el minuto uno, y alargaron la racha de los blanquiazules sin vencer en casa. Piqué y Melamed se fueron expulsados.

placeholder Darder hizo el gol del empate. (EFE/Andreu Dalmau)
Darder hizo el gol del empate. (EFE/Andreu Dalmau)

No podía haber empezado peor el partido para el Espanyol. Después de una previa caliente como pocas, donde la Generalitat traicionó al club blanquiazul al filtrar que se negaban a hacer sonar 'Els Segadors' por megafonía ante la visita de Pere Aragonès, el Barça solo tardó un minuto en abrir la lata cuando Pedri aprovechó el pase bombeado de Jordi Alba desde el sector izquierdo para batir a Diego López. En un partido de ritmo infernal, el conjunto local decidió buscar el empate por la vía rápida y a través de su hombre gol, Raúl de Tomás. Sin embargo, su latigazo desde la frontal se fue rozando la madera. Los periquitos despertaron tras el mazazo inicial y se rehicieron.

El Barça tenía el dominio de la pelota, aunque no lograba progresar por dentro con Busquets, Frenkie de Jong, Pedri ni Gavi. Y cuando trataba de arriesgar con pases verticales, el Espanyol interceptaba esos envíos. Cortocircuitadas las conexiones interiores, el equipo azulgrana abrió el campo y amenazó por fuera, siempre con la intención de encontrar a Adama Traoré. El extremo de origen maliense, en muchas situaciones de uno contra uno ante Pedrosa, torturó al lateral local, rebasado por la potencia, zancada y desborde de su adversario.

placeholder El extremo azulgrana fue el mejor del Barça en el primer tiempo. (Reuters/Albert Gea)
El extremo azulgrana fue el mejor del Barça en el primer tiempo. (Reuters/Albert Gea)

Así salió un disparo durísimo que se fue fuera. El juego se embarró, fruto de la tensión que desprende el derbi barcelonés. Aleix Vidal y Gavi, Sergi Darder con Piqué y Keidi Baré con cualquiera que osase desafiar su perímetro. Poco a poco y sin que el Barça se diese cuenta, el partido se equilibró, aunque las mejores ocasiones serían visitantes. El dominio azulgrana era estéril y solo Adama Traoré rompía la monotonía con un centro medido al que Ferran Torres no pudo llegar y con un golpeo endiablado que Diego López despejó a quemarropa.

Los culés pedirían una mano inexistente de Keidi Bare que el árbitro no señaló. Justo cuando Jordi Alba empezaba a aparecer de formar recurrente en el pico del área, el Espanyol conectó una serie de contragolpes envenenados. En uno de ellos, Raúl de Tomás pinchó la pelota frente a Araújo y Piqué, la cedió para un Sergi Darder que llegaba de segunda línea y el centrocampista blanquiazul colocó el esférico tan ajustado que ter Stegen se quedó con la miel en los labios. Antes del descanso, el Barça tendría dos ocasiones peligrosas, pero ni Ferran Torres pudo convertir otro gran centro de Adama Traoré ni Jordi Alba hacer lo propio con un nuevo envío del extremo visitante. Los azulgranas habían generado más que el Espanyol, pero habían perdonado frente al portero.

A la vuelta de vestuarios, Eric García entró por un Ronald Araújo con problemas físicos. El partido se reanudó tal y como acabó. Con el Barça llevando el peso de la pelota, el Espanyol esperando en su campo y anhelando un contragolpe prometedor. Las ocasiones, sin embargo, se repartirían. Primero con Sergi Gómez interceptando un disparo de Ferran Torres y luego, con Javi Puado a punto de hacer el 2-1 tras ganar una pelota muerta en el corazón del área. Con suspense, Gavi anotaría el 1-2, pero el árbitro vio fuera de juego y lo anuló.

placeholder Sergi Darder celebra el empate. (EFE/Andreu Dalmau)
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El Barça empujaba al Espanyol hacia su campo, pero eran los periquitos quienes jugaban con fuego al incrustarse en las faldas de Diego López. Igualado el encuentro, ambos técnicos modificaron sus piezas con el objetivo de agitar el árbol. Xavi introdujo a Aubameyang por Frenkie de Jong y Vicente Moreno confió en Morlanes y Melamed en el lugar de Vilhena y el amonestado Keidi Bare. Así las cosas, Cornellà-El Prat ovacionó al mediocentro albanés en una segunda parte tan emocionante como la primera.

El Espanyol, a lomos de Sergi Darder, daría un golpe encima de la mesa. El centrocampista del Espanyol detectó el desmarque de Raúl de Tomás a la espalda del recién entrado Eric García, le dibujó una asistencia teledirigida y el delantero periquito, viendo el incomprensible error del central azulgrana, fusiló a ter Stegen sin piedad. El Espanyol remontaba un partido que se le había puesto en chino al inicio y Xavi Hernández se desesperaba sin poder entender cómo había sucedido. El técnico catalán dio entrada al denostado Ousmane Dembélé y a Nico González por Jordi Alba y Gavi y le entregó todo el carril izquierdo al francés.

placeholder Dembélé generó bastante peligro. (Reuters/Albert Gea)
Dembélé generó bastante peligro. (Reuters/Albert Gea)

Mientras, el Espanyol martilleó la zona de un Eric García absolutamente superado por las circunstancias y el tiempo de inactividad. Un control magnífico de RDT y un caño de Pedrosa inalcanzable para él. El tiempo se detuvo, aunque el Barça quería que no corriese el reloj. El Barça tendría dos ocasiones. Solo Dembélé, activo en los minutos que disputó, pudo romper el 2-1 cuando apareció en el segundo palo y falló solo ante Diego López y luego, cuando su gran centro no terminó en el fondo de la red, ya que Luuk de Jong falló el cabezazo. En el descuento, Piqué y Melamed acabaron expulsados por un pique que se les fue de las manos hasta encararse.

Justo cuando parecía que el Espanyol podría saborear una victoria deseada a lo largo de toda la década, Luuk de Jong se elevó por encima de tres defensores locales con un poderío imperial para cabecear el centro de Adama Traoré y rascar un punto muy valioso para un Barça que no quiere dejar escapar la Champions League. El próximo compromiso, sin embargo, será contra el Nápoles en la Europa League. Los de Xavi siguen sin caer en un partido donde pudo caer para cualquiera de los dos conjuntos en Cornellà-El Prat.

El Espanyol no vencía al Barça en casa desde 2007. Demasiados años para un club y una afición que convive cada día con unas instituciones que le colocan como catalanes de segunda clase. Muchas derrotas, noches tristes y descalabros frente a un adversario que les supera en poder, dinero, títulos e influencia en Cataluña. Justo cuando parecía que este año sí que podía ganar a su eterno rival ciudadano, Luuk de Jong rescató mediante un cabezazo imperial en el último minuto del descuento para mantener al Barça en la Champions y arreglar una segunda parte muy floja. Los goles de Sergi Darder y de Raúl de Tomás dejaron en el olvido el primer gol del partido, obra de Pedri González en el minuto uno, y alargaron la racha de los blanquiazules sin vencer en casa. Piqué y Melamed se fueron expulsados.

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