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Stuani, de poder ganar la Liga con el Barcelona a bajar al infierno de Segunda
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Stuani, de poder ganar la Liga con el Barcelona a bajar al infierno de Segunda

Ernesto Valverde propuso su fichaje y Luis Suárez, su compatriota, remó a favor. La junta directiva se decantó por Boateng. El charrúa ha anotado 19 goles este año y es el caramelo del mercado

Foto: Stuani celebra un golm frente al Levante esta temporada en Montilivi. (EFE)
Stuani celebra un golm frente al Levante esta temporada en Montilivi. (EFE)

El Girona ha sido capaz de dilapidar una distancia de nueve puntos respecto al descenso en tan solo mes y medio. El equipo catalán vuelve al infierno de la Segunda División. Llegó a la máxima categoría del fútbol español en la temporada 2017-2018 y en su debut conqueteó con los puestos europeos, pero este curso del sueño se ha pasado a la pesadilla más completa. Ni siquiera el Manchester City, copropietario del club con el 44,3 % de las acciones, ha salvado a la plantilla de la quema. Los mandamases prefirieron no invertir demasiado en el mercado invernal porque consideraron que se estaban siguiendo los pasos para una salvación tranquila y la realidad les ha dado en la cara. En las gradas, lágrimas; en el césped, también. La ciudad, en depresión por un descenso que se ha consumado después de diez derrotas en los últimos 12 partidos y solo tres victorias en casa en lo que va de temporada.

Si hay un hombre que no se acaba de creer este desastre ese es Cristhian Stuani, que más no ha podido hacer. El delantero, internacional con Uruguay, es sinónimo de gol. A él, con Portu como escudero, se agarraron los gerundenses. Stuani ha anotado 19 tantos este año (por los 21 del año anterior) y es el cuarto en la tabla del Pichichi. Por delante solo tiene a un extraterrestre llamado Leo Messi (34), Karim Benzema (21), su compatriota Luis Súarez (21) y Iago Aspas (20), que le superó con un doblete en la útlima jornada y que también ha sufrido de lo lindo con su Celta, aunque con final feliz.

Stuani fue uno de los preferidos por Ernesto Valverde para reforzar la delantera del Barça el pasado mes de enero, pero los 15 millones de su cláusula impidieron el fichaje. El futbolista llegó a confirmar en la emisora 'RAC1' el interés culé, asegurando que era un honor, pero finalmente la junta directiva se lanzó a por Boateng, que llegó cedido por el Sassuolo y no ha cumplido. Al final, el uruguayo renovó con su club hasta 2022, pero su salida parece cantada. Curioso: pudo ganar la Liga con el Barça y ha acabado en Segunda.

placeholder Stuani celebra un gol marcado al Barça en el Camp Nou. (EFE)
Stuani celebra un gol marcado al Barça en el Camp Nou. (EFE)

El 51 % del Girona

Stuani las ha visto de todos los colores este año: de luchar por la parte noble a desinflarse hasta la zona media y, posteriomente, hundirse en el fango. La afición le rinde pleitesía. Luchador incansable con un olfato único, un bien preciado en equipos pequeños. El mejor cazador que jamás se enfundó la camiseta del Girona, eso sin duda. Un oasis en medio del desierto en el que ha vagado el conjunto rojiblanco este 2019. Su único pero, que en este tramo final de temporada apenas ha visto puerta y su equipo lo ha notado sobremanera, pero poco o nada se le puede achacar al charrúa.

El delantero es experiencia y veteranía. A sus 32 años sabe cómo estar y qué hacer en todo momento. Es un especialista en sacar de quicio a los centrales y forzarles con faltas. Incómodo en el juego áreo, donde tiene las de ganar. Su gol de chilena ante el Alavés en enero da buena cuenta también de su estupenda técnica. Stuani ha sido el 51 % del Girona, pues ha marcado más de la mitad de sus goles.

El uruguayo ha hecho todo lo que estaba en su mano para evitar las llamas. Ha creado piña –llegó a invitar a todos sus compañeros a un asado tras la victoria ante el Real Madrid en el Bernabéu– y se ha jugado incluso el físico, como en el último encuentro ante el Levante este pasado fin de semana. El ariete trabajó a destajo durante estos días para superar la doble lesión muscular que le afectaba al sóleo y al gemelo y, pese a que no llegó en las mejores condiciones, rindió a la altura y adelantó a los suyos. El problema: que no puede ser delantero y defensa a la vez. Los valencianos remontaron el partido y asestaron la estocada de gracia a los catalanes. Precisamente, Stuani dio sus primeros pasos en primera en el conjunto granota. Fue en 2010, tras haber despuntado en la categoría de plata con el Albacete (39 partidos y 22 goles).

placeholder Stuani y Luis Suárez celebran una victoria de Uruguay en el pasado Mundial de Rusia. (EFE)
Stuani y Luis Suárez celebran una victoria de Uruguay en el pasado Mundial de Rusia. (EFE)

El dulce más goloso

Al de Tala le costó explotar en España. No cuajó ni en la capital del Turia ni tampoco en Santander, su siguiente destino. Después pasaría tres años en Barcelona, en las filas del Espanyol, donde tampoco convenció. Así pues, agarró las maletas y puso rumbo a la Premier, al Middlesbrough, antes de regresar a Cataluña ilusionado con el proyecto que Quique Cárcel, director deportivo de la entidad, le había propuesto. Cuentan por tierras catalanas que la apuesta personal de Cárcel por él sembró serias dudas en la junta directiva, pues consideraban que carecía de gol. Al final, la jugada no le pudo salir mejor al arquitecto de la mejor etapa del Girona en su historia.

Con el descenso prácticamente asegurado del equipo, Stuani se ha convertido en el dulce más goloso del próximo mercado estival. Su cláusula de 20 millones -subió tras su renovación- no es problema para los equipos de la parte alta de la tabla. El Valencia podría hacerse con sus servicios, como también el Sevilla (André Silva está en el disparadero), el Atlético (Griezmann se ha marchado) o, incluso, el Betis, al que la falta de gol le ha lastrado este año. En la Premier, más con los contratos televisivos que se manejan, tampoco tendrían problema en acometer su fichaje. El Barça podría seguir interesado, más con Luis Suárez remando a su favor, pues son grandes amigos, aunque en el seno blaugrana se buscan arietes más jóvenes que puedan cubrir la ausencia de Lucho en un futuro. El gol se paga y Stuani lo tiene barato.

El Girona ha sido capaz de dilapidar una distancia de nueve puntos respecto al descenso en tan solo mes y medio. El equipo catalán vuelve al infierno de la Segunda División. Llegó a la máxima categoría del fútbol español en la temporada 2017-2018 y en su debut conqueteó con los puestos europeos, pero este curso del sueño se ha pasado a la pesadilla más completa. Ni siquiera el Manchester City, copropietario del club con el 44,3 % de las acciones, ha salvado a la plantilla de la quema. Los mandamases prefirieron no invertir demasiado en el mercado invernal porque consideraron que se estaban siguiendo los pasos para una salvación tranquila y la realidad les ha dado en la cara. En las gradas, lágrimas; en el césped, también. La ciudad, en depresión por un descenso que se ha consumado después de diez derrotas en los últimos 12 partidos y solo tres victorias en casa en lo que va de temporada.

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