Es noticia
Guardiola, el City, sociedades en Holanda y Malta... así se compra un club de La Liga
  1. Deportes
  2. Fútbol
el desembarco del equipo inglés en españa

Guardiola, el City, sociedades en Holanda y Malta... así se compra un club de La Liga

El hermano de Pep y socio de Jaume Roures ha utilizado un entramado internacional de empresas para controlar su parte del Girona, club que ha comprado a medias con jeques emiratíes

Foto: Girona y Manchester City jugaron un amistoso en Girona el 15 de agosto. (EFE)
Girona y Manchester City jugaron un amistoso en Girona el 15 de agosto. (EFE)

“Odio eterno al fútbol moderno”. La consigna está en bufandas, en pancartas y en camisetas. Piden las aficiones volver al césped embarrado, a las alineaciones llenas de jugadores de la casa y, si se tercia, a los bigotes y el pelo en el pecho sin depilar. Incluso, si es necesario, a aquellos presidentes vocingleros y exhibicionistas como Gil, Caneda o Lopera. Es menos fuerte la nostalgia que la realidad, el fútbol ha cambiado y solo puede ser moderno. No hay vuelta atrás, un negocio que era rudimentario y casi familiar se ha sofisticado hasta hacerlo casi incomprensible para muchos de sus aficionados.

El caso más reciente, probablemente no el último, es el de la compra del Girona. Se anunció el pasado jueves con un comunicado: las empresas City Football Group y Girona Football Group se hacían con más de un 88% de la entidad a partes iguales. El propio comunicado vinculaba la segunda empresa a Pere Guardiola, hermano de Pep y uno de los agentes de futbolistas más importantes en la actualidad. Tiene una estrecha relación con el Manchester City, que es filial de la empresa que se hacía con un porcentaje importante del club catalán. El representante aparece como cara visible del proyecto, pero hay que rebuscar en los papeles y en una maraña de sociedades diseminada por toda Europa para encontrar la propiedad final del club.

Que el City compre clubes no es un fenómeno exactamente nuevo, pues lleva ocho años haciéndolo en Melbourne, Nueva York, Yokohama o Montevideo. Es incorrecto, sin embargo, pensar que el epicentro del entramado está en Reino Unido y que el Manchester City es la matriz del enjambre. Detrás de todo está la familia Al Nayan, que además de un imperio futbolístico también rige los designios de los Emiratos Árabes Unidos, monarquía petrolera de gran riqueza.

No es tan común que para conseguirlo se asocie con nadie, pero en este caso han encontrado un buen compañero de negocios en Pere Guardiola, hermano del entrenador de su proyecto más ambicioso, el Manchester City. Guardiola entra en el Girona, pero no lo hace como se hacía antaño, comprando sin más las acciones. Girona Football Group, que articula la parte del agente, es una empresa con sede en los Países Bajos. Su accionariado está, a su vez, en Guirdis Holding, la empresa central del menor de los Guardiola, que está a su vez registrada en Malta. En todo este entramado, legal, hay un trasfondo en el que se intenta rebajar en lo posible la carga fiscal en las operaciones.

¿De dónde sale Pere Guardiola?

Pere Guardiola ha terminado siendo dueño del Girona. Cuando eso ha ocurrido ya era, por derecho propio, una de las figuras importantes en el fútbol mundial. Algunos nombres se acumulan para entender cómo alguien que en su juventud hacía un módulo de electricidad ha terminado en el mando de las naves. El primero, por supuesto, el de Pep Guardiola. Su hermano, ahora entrenador de éxito, antes estrella en el terreno de juego, consiguió que entrase a trabajar en Nike. Ese fue el primer empujón que Pere aprovechó. Por el camino, el hermano pequeño se formó mejor y empezó a tomar posiciones. Más tarde, cuando ya conocía bien el mundo del 'marketing' deportivo y tenía sus raíces bien asentadas en el mundo del fútbol más allá de su hermano, apareció otro actor importante en esta función: Jaume Roures.

Foto: El Etihad Stadium. (Reuters)

Roures conoció a Pere y pronto tuvo una amistad personal. Admiraba a su hermano y su proyecto deportivo en el Barcelona, pues el empresario audiovisual es también un gran aficionado al club azulgrana. La afinidad personal se transformó pronto en concordia empresarial por medio de la creación de Media Base Sports, una empresa de representación y asesoría futbolística en la que Pere Guardiola se estableció en solitario, ya lejos de Nike. En su emancipación contó con el apoyo financiero de Roures, un magnate que también encontró en el fútbol la mejor vía para hacer fortuna.

La gestión del Granada

Vuelta al fútbol moderno, que ha perdido autenticidad y ha cogido para su gestión fórmulas cada vez más complejas. Media Base hasta hace no mucho era la gestora de los designios del Granada. Pere Guardiola, en su condición de asesor aúlico, hacía y deshacía en el club andaluz tras la salida de Gino Pozzo y la entrada del 'holding' chino Wuhan Double, en cuya compra actuó como intermediario. Poco antes, el grupo asiático había comprado, por 40 millones, el 40% de la empresa de Guardiola y Roures. Ambos se vieron, obviamente, muy beneficiados en esta coyuntura, pues no solo lograron un beneficio sino que, al menos durante un tiempo, mantuvieron su asesoría en Granada.

placeholder Pere Guardiola medió en la compra del Granada por parte del 'holding' chino Wuhan Double. En la imagen, aparece junto a John Jiang (i), presidente del club, y Francisco Cuenca (c), alcalde de Granada. (EFE)
Pere Guardiola medió en la compra del Granada por parte del 'holding' chino Wuhan Double. En la imagen, aparece junto a John Jiang (i), presidente del club, y Francisco Cuenca (c), alcalde de Granada. (EFE)

Roures, en todo caso, no es un empresario más, es probablemente el más importante en el fútbol español. Suyo, de Mediapro, es el contrato televisivo más abultado de la historia de La Liga, una inyección de dinero que ha cambiado por completo la arquitectura económica de todos los equipos del campeonato, incluyendo en eso al Granada o al Girona. Roures no es altruista, es un empresario, actúa en La Liga porque es capaz de rentabilizar su inversión y es bien conocido su estrecho vínculo con Javier Tebas, presidente de la patronal y en última instancia quien vigila el cumplimiento y el proceso de contratación en las pujas por los derechos de retransmisión. La gallina de los huevos de oro.

Un poco de historia, de aquel fútbol que no era moderno. Las primeras emisiones televisivas eran gratuitas y los clubes vivían del dinero de las gradas. Con el tiempo, exigieron compensaciones porque creían que la televisión les restaba afluencia de público y eso debía resarcirse. Más tarde, especialmente con la entrada de la televisión de pago, se empezó a asociar el fútbol como la única manera de hacer rentable el negocio audiovisual. Y ahí entraron Roures y otros como Roures —aunque el catalán, hoy se sabe, ganó esa batalla— reventando el mercado y sobredimensionando la economía de los clubes. Matando por el camino al fútbol de toda la vida y haciendo llegar, por la vía rápida y no siempre indolora, el fútbol moderno que hoy es capaz de tener un club regentado a medias por un 'holding' emiratí y una empresa de un español radicada en los Países Bajos y, a su vez, controlada desde Malta. Sigue rodando el balón, pero hoy todo es muy diferente.

placeholder Pep Guardiola saluda a Pablo Machín, entrenador del Girona, antes del amistoso del 15 de agosto. (EFE)
Pep Guardiola saluda a Pablo Machín, entrenador del Girona, antes del amistoso del 15 de agosto. (EFE)

Roures y Guardiola saben de las entrañas del fútbol, crearon Media Base (que sigue siendo dirigida por Pere), funcionaron con ella y la vendieron a buen precio. Su capacidad para moverse en este escenario lleva al hermano del entrenador del City a dar un paso más y quedarse con el accionariado de un equipo. Es decir, la posesión, porque el control, en todo caso, ya lo tenía.

La relación especial entre City y Girona

En enero de 2016, el futbolista catalán Pablo Maffeo, al que el City había fichado en 2013 de la cantera del Espanyol, renovó tres temporadas con el club mancuniano. Una más de las jóvenes promesas del fútbol español que se van a Inglaterra seducidas por las luces de la Premier League. Pero desde entonces ha jugado muchos más partidos con el Girona que con el equipo británico. El joven lateral es el mejor ejemplo de la relación especial entre el Girona y el City, que se remonta mucho más atrás de la compra anunciada la semana pasada.

En la temporada 2015-2016 aterrizaron cuatro jugadores del City en Girona: Chidiebere Nwakali, Rubén Sobrino, Florian Lejeune y el citado Maffeo. El curso pasado, otros tres: Pablo Marí, Angeliño y otra vez Maffeo. El lateral repite esta temporada y le acompañan Douglas Luiz, Aleix García, Marlos Moreno y Olarenwaju Kayode, que llegó solo unos días antes del debut contra el Atlético de Madrid. Todos esos movimientos se produjeron sin que hubiera ningún tipo de acuerdo oficial entre ambos clubes, solo una estrecha colaboración que favorece al City, que coloca a jugadores con los que no cuenta y a jóvenes que necesitan jugar, y al Girona, que accede a futbolistas fuera de su alcance en otras condiciones.

Ninguno de los dos clubes ha ocultado su fuerte vínculo. "Hablo con Txiki [Begiristain] casi todas las semanas. Es importante contar con la colaboración del City. A nosotros nos han ayudado mucho", declaró hace unos meses a 'El País' Quique Cárcel, director deportivo del Girona. "Les ayudaremos en lo que podamos", dijo Begiristain al día siguiente del ascenso del club gerundense a La Liga Santander.

La conexión City-Girona-Pere no se entiende sin otro Guardiola: Pep, la clave de todo. El exentrenador del FC Barcelona y el Bayern de Múnich aterrizó en Mánchester en 2016, pero el cortejo del City comenzó mucho antes, con la llegada en 2012 al club inglés de Ferran Soriano y Txiki Begiristain, que habían trabajado con Pep en el Barça. El principal objetivo para el banquillo 'citizen' siempre fue Guardiola, aunque tardaron cuatro años en ficharlo. Muchas de las decisiones del City (no solo en lo que tiene que ver con la primera plantilla) en el último lustro estaban dirigidas a convencerle. Por eso adquieren importancia los negocios con su hermano Pere. Que el trasvase de jugadores (alguno representado por Media Base, como Maffeo) comenzara antes del fichaje de Pep tiene poco de casualidad.

Pere, de asesor externo a copropietario

En la primavera de 2015, varias informaciones dieron por hecha la venta del Girona a Jaume Roures y Pere Guardiola, una operación que no tuvo lugar. Lo que sí sucedió, en cambio, es que Pere actuó como intermediario para la compra del club por parte de dos directivos de televisión franceses, Jean-Louis Dutaret y Samir Boudjemaa. A través de TVSE Futbol, una filial de TV Sport Events, ambos le compraron el 80% de las acciones al anterior presidente, Josep Delgado, un empresario sobre el que pesaba por entonces una orden de detención europea y que acabó siendo extraditado a Polonia a principios de 2017.

Como Delgado, que estaba en busca y captura desde 2011, Dutaret y Boudjemaa apenas han aparecido por Girona en los últimos dos años. Su inversión salvó un club que estaba con el agua al cuello, pero se han mantenido en un segundo plano. Las caras visibles en los últimos tiempos han sido el presidente Delfí Geli y director general Ignasi Mas-Bagà, ambos nombrados el 9 de julio de 2015, pocos días después de la compra por parte de TVSE Futbol. Mas-Bagà, que también es el presidente del Consejo de Administración, pasó por La Liga y por una filial de Mediapro, la empresa de Roures. En septiembre de 2015 declaraba al 'Diari de Girona' que ni Mediapro ni el conocido empresario tenían "ningún tipo de vinculación con el Girona".

La compra del club por Dutaret y Boudjemaa (el primero de ellos, condenado en un caso de corrupción en los novemta que provocó la dimisión del ministro de la Comunicación Alain Carignon) significó también la llegada de Pere Guardiola como asesor. El hermano de Pep explicó que él les había propuesto el proyecto y que ellos le habían pedido ayuda. "Buscaremos acuerdos con grandes clubes para tener cesiones", dijo Pere tras confirmarse su llegada como asesor externo, según recogió el diario 'L'Esportiu'. Ese mismo verano empezaron a llegar jugadores del City.

Dos años después, es Pere el que compra el club a los dos empresarios franceses. El círculo se cierra y todos sacan beneficio: los empresarios ganan dinero (las cifras de la operación no se han hecho públicas, pero venden un club en mejor estado que cuando lo compraron); el Girona se fortalece aún más tras su ascenso a Primera; Pere ya no es solo un agente, ahora también es propietario de un equipo; y la matriz del City suma a su colección un club en la segunda mejor liga del mundo. Y encima tiene a Pep Guardiola sentado en el banquillo del Etihad Stadium. Todas las partes niegan que esto estuviera planificado desde hace tiempo, pero ha salido como si lo hubiera estado.

“Odio eterno al fútbol moderno”. La consigna está en bufandas, en pancartas y en camisetas. Piden las aficiones volver al césped embarrado, a las alineaciones llenas de jugadores de la casa y, si se tercia, a los bigotes y el pelo en el pecho sin depilar. Incluso, si es necesario, a aquellos presidentes vocingleros y exhibicionistas como Gil, Caneda o Lopera. Es menos fuerte la nostalgia que la realidad, el fútbol ha cambiado y solo puede ser moderno. No hay vuelta atrás, un negocio que era rudimentario y casi familiar se ha sofisticado hasta hacerlo casi incomprensible para muchos de sus aficionados.

Pere Guardiola Manchester City Pep Guardiola Jaume Roures
El redactor recomienda