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"¡A tomar por culo, hacemos una falta y nos juntamos!". Bronca de Ramos en el descanso
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EL CLUB CREE QUE FALTÓ MÁS 'MALA LECHE'

"¡A tomar por culo, hacemos una falta y nos juntamos!". Bronca de Ramos en el descanso

En el Real Madrid están tratando de asimilar la dolorosa derrota a manos del Sevilla en el Sánchez Pizjuán, cómo no fue solo cuestión táctica sino de una actitud más guerrillera

Foto: Sergio Ramos, este miércoles, en el Sánchez Pizjuán. (Reuters)
Sergio Ramos, este miércoles, en el Sánchez Pizjuán. (Reuters)

“¡A tomar por culo, hacemos una falta y nos replegamos!”, son las palabras que soltó Sergio Ramos en el vestuario en el descanso del partido en el Sánchez Pizjuán. El plan de Julen Lopetegui lo había hecho añicos Pablo Machín y el capitán se agarró a otra estrategia. Había que cambiar de actitud en el segundo periodo, frenar a un rival superior en intensidad, ritmo y velocidad. Lo que necesitaba el equipo, según la voz del capitán, era recuperar el ‘otro fútbol’. Eso que Luis Aragonés había inculcado a la Selección española y que se considera como un plan de emergencia cuando te ves arrollado por el contrario y estás contra las cuerdas. El meneo sufrido en la primera parte hizo mucho daño entre los jugadores madridistas, porque no encontraban respuestas a lo que les estaba sucediendo ni fuerzas para reaccionar. Estaban sufriendo un baño y en ese precipicio había que sobrevivir con otra táctica: más carácter y ‘juego sucio’.

Esta es la conclusión que han sacado el día después en el vestuario del Real Madrid. No vale solo con defender con la pelota. Si el rival, como sucedió con el Sevilla, sale a morder desde el primer minuto, hay que reaccionar con garra y más energía. No hay más análisis que explique la debacle sufrida en el Sánchez Pizjuán por lo hablado entre Lopetegui y los jugadores. El equipo sufrió un apagón en Sevilla porque entró con menos intensidad, tuvo nula capacidad para presionar arriba y se vio arrollado. En situaciones como estas, el remedio tiene que ser tirar de oficio. La pizarra pasa a un segundo plano cuando estás contra las cuerdas para pasar a apretar los dientes y sacar el músculo.

Foto: Thomas Lemar celebra un gol en el partido contra el Getafe. (Efe)

Cuando no haya fluidez, equilibrio y control del partido, los jugadores tienen que hacer otra lectura. Jugar con un plan de supervivencia que garantice la solidez. Replegarse no está prohibido para Lopetegui, pese a que los futbolistas no hayan entendido tal totalidad del mensaje del entrenador. La filosofía de Julen Lopetegui ha quedado bien clara en el vestuario para ser protagonistas en los partidos: el equipo tiene que llevar la iniciativa, el dominio de la pelota, madurar la jugada si el contrario se cierra atrás y no hay espacios, buscar las transiciones para contragolpear y presionar arriba para recuperar la pelota y hacer daño cerca del área. Pero si esto no sale desde el primer momento, como en Sevilla, hay que saber replegarse, juntar líneas y hacer esas faltas tácticas que rompan el ritmo del rival.

Falta de agresividad

Lo recordó Sergio Ramos en el descanso en el Sánchez Pizjuán y es la lección que han aprendido los jugadores y que subraya Lopetegui. Llega el Atlético de Madrid y al equipo de Simeone no se le gana solo con la calidad individual y la inspiración. Los de Lopetegui son conscientes de que deben hacer los partidos más incómodos, ser más contundentes y mantener una alta concentración. En definitiva, el entrenador y el capitán coinciden en que al equipo le faltó agresividad en Sevilla y ahora hay que demostrar en el derbi que son un equipo combativo, guerrillero si es necesario para desactivar o igualar, al menos, la intensidad de los contrarios.

No todos los partidos van a ser como la exhibición que dio el Real Madrid en el debut de la Champions contra la Roma. Ha quedado demostrado en las tres salidas ligueras —Girona, Bilbao y Sevilla— que hay un déficit de ‘mala leche’. En los tres partidos como visitante, el Madrid ha empezado perdiendo. En Girona consiguió remontar, en Bilbao pudo empatar y en Sevilla sufrió una derrota bochornosa. La imagen quedó por los suelos, y esto es lo que duele en la plantilla blanca.

Este es el problema que han detectado en el vestuario. Es más una cuestión de actitud y tener claro que hay que activar un plan para frenar al rival, con faltas si es necesario y juego duro, que un aspecto físico. En el Real Madrid hablan de recuperar la ‘mala leche’ como en tiempos pasados —se acuerdan de Mourinho— porque falta Cristiano Ronaldo para hacer goles y cuando salen encuentros a ‘cara de perro’, como en Sevilla, no se puede hacer otra cosa que ir todos a una a sufrir, apretar los dientes y esperar a que pase el chaparrón. Está prohibido volver a ser un equipo blando y frágil. "En el fútbol no hay un solo estilo ni sistema”, repite Lopetegui a los futbolistas. Si aparecen los problemas, el plan es pierna dura y trabar el juego del rival.

“¡A tomar por culo, hacemos una falta y nos replegamos!”, son las palabras que soltó Sergio Ramos en el vestuario en el descanso del partido en el Sánchez Pizjuán. El plan de Julen Lopetegui lo había hecho añicos Pablo Machín y el capitán se agarró a otra estrategia. Había que cambiar de actitud en el segundo periodo, frenar a un rival superior en intensidad, ritmo y velocidad. Lo que necesitaba el equipo, según la voz del capitán, era recuperar el ‘otro fútbol’. Eso que Luis Aragonés había inculcado a la Selección española y que se considera como un plan de emergencia cuando te ves arrollado por el contrario y estás contra las cuerdas. El meneo sufrido en la primera parte hizo mucho daño entre los jugadores madridistas, porque no encontraban respuestas a lo que les estaba sucediendo ni fuerzas para reaccionar. Estaban sufriendo un baño y en ese precipicio había que sobrevivir con otra táctica: más carácter y ‘juego sucio’.

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