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Diego Costa sí está bien para Simeone pese a su expulsión, el resto no lo estaba
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probó muchos delanteros para volver al mismo

Diego Costa sí está bien para Simeone pese a su expulsión, el resto no lo estaba

Desde Mandzukic a Torres, pasando por Jackson y Vietto. Ninguno hizo para el Cholo lo que el de Lagarto había logrado tanto con su versión goleadora incomparable como con su locura intrínseca

Foto: Diego Costa, camino a su expulsión. (Reuters)
Diego Costa, camino a su expulsión. (Reuters)

Nadie más que Diego Pablo Simeone estaba deseando que fuera 1 de enero de 2018, ni siquiera Diego Costa, muy lejos de ese deseo, aunque vivo, estaba Víctor Machín. Desde el final del curso 2013-14, el de la Liga, el Cholo estaba esperando que se alcanzase este día, tallándolos uno tras otro en una pared metafórica. En ese momento, Simeone tendría al delantero con el que siempre soñó. No es Falcao, y miren que es bueno el colombiano y le sirvió bien y mucho al Atlético, pero el Cholo quería a Diego Costa a toda costa de vuelta en casa. Porque nadie mejor que el de Lagarto entiende qué significa jugar para el Atlético de Madrid de la manera que quiere su entrenador.

Puede que Godín y Gabi entiendan de manera sentimental algo mejor qué significa el 'cholismo', pues llevan en la sangre esa filosofía y solo necesitaron que el entrenador se la despertase y les hiciera entender para qué servía. Pero solo Costa entiende cómo usarla, qué hacer con esa fuerza que brota de su interior y que necesita expresarse en el exterior. Es la mente del Simeone técnico hecha carne. A Simeone no le duele que Costa fuera a la grada a celebrar su primer gol en su nueva casa (vuelve al Atlético, pero estrena el Wanda), incluso lo comprende y de soslayo critica la falta de 'corazón' del fútbol actual con la fuerza del sentimiento. Quería a Costa pese a todo lo malo que trae con él incluido en el paquete regalo.

Foto: Diego Costa, héroe y villano. (Reuters)

"La expulsión está bien porque va a celebrar con los hinchas y obviamente tiene que ser amonestado. Debemos aceptar las reglas del juego. La presencia de Diego está claro que nos da mucha velocidad, mucha intensidad y transmite miedo, y como transmite miedo eso se siente y se ve", decía el preparador argentino en la 'flash interview' posterior a ganar al Getafe. Acepta la decisión del árbitro, pese a no compartirla, y se reserva cualquier tipo de reproche hacia su jugador, forma parte de su forma de ser. "Llevaba seis meses sin jugar", destacaba luego en rueda de prensa, justificando la reacción eufórica de su delantero. Cómo hacerlo, si por fin tiene lo que añoraba.

Desde que Costa se fue al Chelsea en el verano de 2014, el Cholo nunca ha tenido claro a quién poner. Sabía que tenía a Griezmann arriba y cuando francés y argentino se entendieron, la presencia del '7' sobre el campo era indiscutible. Las dudas aparecían cuando se debía decidir quién le acompañaba. Sabe tanto el Cholo como Griezmann que el chico no es un delantero centro y aun si ha tenido que jugar en repetidas ocasiones como tal, su desempeño siempre es mejor cuando tiene una referencia al lado. Probó primero Simeone con Mandzukic y pinchó en hueso, un fracaso que Massimiliano Allegri se goza con gusto cada fin de semana en la Juventus. Y empezó el carrusel.

placeholder Diego Costa marcó su primer gol en Liga. (EFE)
Diego Costa marcó su primer gol en Liga. (EFE)

Raúl Jiménez no tuvo ni tiempo para ver si podía funcionar o no, se le abrió la puerta a la primera oportunidad. Sin contar a Alessio Cerci como un puro delantero, el siguiente en la lista fue Fernando Torres, exigencia expresa del Cholo a la directiva desde tiempo atrás para después no confiar en él y buscar otras alternativas antes que el canterano, que ha aguantado la suplencia estoicamente desde la final de Milán. Antes de esa fatídica noche lombarda, por Madrid también pasó Jackson Martínez, un desastre cuya carrera se perdió en el Atlético y nunca más se volvió a recuperar después de lesionarse de gravedad en China y estar sin jugar desde octubre de 2016.

Simeone pidió a Vietto, un chico al que había hecho debutar muy joven en Racing de Avellaneda y que lo había hecho estupendamente en el Villarreal y hace unos días firmó su segunda cesión, esta vez al Valencia, tras pasar todo 2017 sin marcar un gol, ni con el Sevilla ni con el Atlético. Le trajeron a Gameiro como cuarta opción, ya que lo que se quería no se consiguió y el francés asume que entre Diego Costa, próximo inquilino perenne del puesto de '9', y Torres, ídolo sin gol de la afición, tiene bastante difícil jugar en lo que queda de temporada. Y siempre quedará Correa, reconvertido a extremo, donde jugó un excelente encuentro ante el Getafe, con gol incluido, pero con la sombra de Vitolo pisándole los talones.

Con Costa se acabó la inestabilidad en la delantera del Atlético de Madrid. Olvídense de ver cambios de '9' por '9' a la hora de partido; que un atacante marque uno o dos goles en un partido, se le premie con la titularidad al siguiente y se le devuelva al ostracismo al siguiente. El Cholo tiene por fin lo que quiere y a su equipo le aporta miles de cosas buenas y decenas de cosas malas. La balanza, como antaño, sigue siendo favorable. Veremos si Lopetegui opina lo mismo de cara al Mundial de Rusia...

Nadie más que Diego Pablo Simeone estaba deseando que fuera 1 de enero de 2018, ni siquiera Diego Costa, muy lejos de ese deseo, aunque vivo, estaba Víctor Machín. Desde el final del curso 2013-14, el de la Liga, el Cholo estaba esperando que se alcanzase este día, tallándolos uno tras otro en una pared metafórica. En ese momento, Simeone tendría al delantero con el que siempre soñó. No es Falcao, y miren que es bueno el colombiano y le sirvió bien y mucho al Atlético, pero el Cholo quería a Diego Costa a toda costa de vuelta en casa. Porque nadie mejor que el de Lagarto entiende qué significa jugar para el Atlético de Madrid de la manera que quiere su entrenador.

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