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El Atlético disfruta de las dos versiones de Diego Costa: gol y expulsión absurda
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marcó y se fue a celebrarlo con la grada: roja

El Atlético disfruta de las dos versiones de Diego Costa: gol y expulsión absurda

No ha hecho falta más que un partido dividido en dos días para evidenciar que el suyo es un aporte más incluso psicológico que deportivo, aunque también ha traído de vuelta su mala cabeza

Foto: Diego Costa, héroe y villano. (Reuters)
Diego Costa, héroe y villano. (Reuters)

A Diego Costa el Atlético lo quería sabiendo mejor que nadie quién es. El Chelsea lo fichó porque era muy bueno y marcaba muchos goles, pero quizás les pilló por sorpresa que a veces le expulsaran, que tuviera el coraje o el poco cerebro de encararse con cualquier ser vivo que mínimamente le incomodase. El aficionado rojiblanco ama a Costa en la salud y en la enfermedad, puede que incluso más cuando por una acción absurda le enseñan su segunda amarilla, justo unos segundos después de estrenarse en Liga. Al colchonero le gusta que le da goles y victorias, como esta contra el Getafe (2-0).

El hispano-brasileño estaba a punto de explotar cada día en el Cerro del Espino, quería jugar ya con la camiseta rojiblanca y devolver el cariño que le han expresado durante tantos años. En dos partidos que ha jugado ya ha hecho todo lo que se le pide y todo lo que no se le pide. Se le quiere porque da igual las consecuencias, él va a intentar hacer lo mejor posible para su equipo, aunque para ello le tengan que clavar los tacos en la rodilla. Se le quiere porque accionó la manivela que encendía los ánimos de sus compañeros y de su entrenador, que de repente quiere jugar a tener el balón y a asociarse y a divertir a su gente. Y se le pide que si tiene ya una tarjeta, no vaya a tirarse a la grada para celebrarlo, porque probablemente le expulsen, como así pasó.

Foto: Entrenamiento en el estadio Wanda Metropolitano

Es impresionante cómo Costa ha cambiado al Atletico. No ha hecho falta más que un partido dividido en dos días para evidenciar que el suyo es un aporte más incluso psicológico que deportivo, siendo esto último una subida de calidad asombrosa de diciembre a enero. No hay un delantero más perfecto para las labores que requiere el Cholo que Costa, por eso fijó todo su potencial para el inicio de 2018, confiando en llegar vivo en todas las competiciones (le falló la Champions) para el momento en que rugiera la pantera. Jugó con cuatro futbolistas ofensivos ante un buen equipo trabajado como es el Getafe y en ningún instante sufrió por ello, salvo el natural ramalazo de quitar a Carrasco por Thomas a la hora de encuentro.

placeholder Momento en el que Costa se ganó la expulsión. (Cordon Press)
Momento en el que Costa se ganó la expulsión. (Cordon Press)

Posicionó a Correa en la derecha, Carrasco en la izquierda y a Griezmann enganchando con el ariete y todo funcionó. La falta de un mediocentro como Saúl, sancionado, no supuso un desbarajuste defensivo, salvo el inicio muy intenso del equipo azulón, que encontró con cierta facilidad aunque sin fuerza a Oblak. Hasta tal punto fue así que sus dos jugadores de banda, Amath y Portillo, pasaron absolutamente desapercibidos en todo el encuentro gracias a la labor colectiva en fase defensiva de los hoy extremos colchoneros. Hasta Carrasco tenía ganas de jugar en equipo, hizo un gran eslalon personal y por lo demás, bajó a defender, la pasó cuando debía y levantaba la cabeza cuando solía finalizar.

El más beneficiado, con muchísima diferencia, de la llegada de Costa es Griezmann. Costa le aporta todo lo que él no podía dar como delantero centro, puesto que no es el suyo por mucho que haya tenido que desempeñarse ahí en estos años en demasiadas ocasiones (debido, por lo general, a la falta de confianza de Simeone en sus puntas desde la venta de Costa al Chelsea). Griezmann se libera de pelearse con los centrales para participar más en la creación del juego, para bajar a recibir, asociarse con los extremos, volver loca a toda la defensa rival. Es Griezmann en su plenitud. Puede que marque menos goles, pero dará asistencias majestuosas como la que le regaló a Correa en el 1-0. El argentino sufre por dentro la llegada de Vitolo, es a él a quien amenaza directamente. Por ahora, un gol y el canario sin minutos. Veremos lo que dura.

Lo que ocurre con Costa es que tanto da como quita. Sin duda fue casualidad que su debut en Liga trajese una primera parte repleta de amonestaciones. Munuera Montero, colegiado del encuentro, perdió el norte en ese tema y repartió amarillas por acciones sin violencia hasta el punto de marcharse a vestuarios al descanso con cinco amarillas para el Atlético y dos para el Getafe. Acabó con bronca un gran primer tiempo de fútbol, y se reanudó con los ánimos calmados... en todos menos en Diego Costa. Tantas ganas tenía de reencontrarse con su afición, aunque fuera en otro recinto, que quiso dedicarles su gol fundiéndose en un abrazo masivo. Se quedó perplejo cuando el árbitro le esperaba con la tarjeta amarilla que precedía a la roja. Es tan básico el conocimiento del reglamento que a veces se olvida. A Costa más que a otros...

Ficha técnica

2 - Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko, Savic, Godín, Lucas; Griezmann, Gabi, Koke (Fernando Torres, m. 87), Carrasco (Thomas, m. 60); Correa (Giménez, m. 84) y Diego Costa.

0 - Getafe: Emi Martínez; Damian Suárez, Juan Cala, Djené, Antunes; Arambarri, Sergio Mora (Álvaro, m. 64), Portillo (Gaku, m. 64), Amath; Ángel (Pacheco, m. 74) y Jorge Molina.

Goles: 1-0, m. 18: Correa cruza el balón a pase de Griezmann. 2-0, m. 67: Diego Costa remata un centro desde la derecha de Vrsaljko.

Árbitro: Munuera Montero (Comité Andaluz). Expulsó a Diego Costa por doble amarilla (m. 62 y 67). Amonestó a los locales Vrsaljko (m. 14), Lucas Hernández (m. 24), Gabi (m. 30), Griezmann (m. 44), Savic (m. 45) y Diego Costa (m. 62) y a los visitantes Portillo (m. 29) y Cala (m. 45).

Incidencias: partido correspondiente a la decimoctava jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante unos 40.000 espectadores.

A Diego Costa el Atlético lo quería sabiendo mejor que nadie quién es. El Chelsea lo fichó porque era muy bueno y marcaba muchos goles, pero quizás les pilló por sorpresa que a veces le expulsaran, que tuviera el coraje o el poco cerebro de encararse con cualquier ser vivo que mínimamente le incomodase. El aficionado rojiblanco ama a Costa en la salud y en la enfermedad, puede que incluso más cuando por una acción absurda le enseñan su segunda amarilla, justo unos segundos después de estrenarse en Liga. Al colchonero le gusta que le da goles y victorias, como esta contra el Getafe (2-0).

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