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El deportista a seguir | De admirar a Ibra a triunfar en casa de Cristiano para ser el 'killer' de moda
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EL ATLETA DEL MOMENTO

El deportista a seguir | De admirar a Ibra a triunfar en casa de Cristiano para ser el 'killer' de moda

Un desconocido delantero sueco de 25 años se ha convertido en el jugador revelación de Portugal, participando en más de un gol por partido para hacerse un nombre en Europa

Foto: Viktor Gyokeres celebra un gol con Sporting. (EFE/EPA/Rodrigo Antunes)
Viktor Gyokeres celebra un gol con Sporting. (EFE/EPA/Rodrigo Antunes)

Si por algo puede destacar Suecia en el mundo del fútbol es por haber sido capaz de sacar, prácticamente de la nada, numerosos delanteros de primerísimo nivel. Jugadores como Gunnar Nordahl, Tomas Brolin, Henrik Larsson o Aleksander Isak son sinónimo de acierto anotador pero, por encima de todos ellos, destaca con nombre propio uno que trascendido más allá del balompié mundial: Zlatan Ibrahimovic, un futbolista diferente que fue capaz de triunfar allá donde jugó.

A pesar de sus 195 centímetros de altura y su imponente cuerpo, si por algo destacaba Ibrahimovic era por su capacidad de bailar con el balón en una baldosa. Sus cualidades físicas podrían hacer pensar erróneamente que se trataba de un jugador tanque, tosco y rematador, pero ni mucho menos. Se trataba de un fino estilista capaz de regatear, salir en velocidad y, sobre todo, inventar situaciones sobre el terreno de juego que solo están al alcance de los grandes privilegiados.

Foto: Dean Huijsen celebra su gol ante el Cagliari. (Federico Proietti/DPPI/AFP7)

De Ibrahimovic se recuerdan goles tan increíbles como aquella jugada maradoniana de regates imparables con el Ajax, aquella monumental chilena desde casi treinta metros contra Inglaterra o aquel espuelazo imposible ante Italia. Solo son una pequeña muestra de lo que Ibra era capaz de hacer con el balón, un genio incomprendido que, muchas veces, se dejaba perder por su incontrolable carácter, ensombreciendo todo lo bueno que hacía con el balón.

Una vez retirado, Suecia echaba de menos a ese jugador diferencial, capaz de cambiar las cosas cuando el balón caía dentro del área. Y, casi de manera inesperada, ha aparecido un desconocido futbolista que se está convirtiendo a una de las grandes revelaciones del fútbol europeo. Sin tanto cartel como otros goleadores como pueden ser Mbappé, Haaland o Lewandowski, Viktor Gyokeres es capaz de participar en más de un gol por partido en su primera experiencia al más alto nivel.

A sus 25 años, Gyokeres puede presumir ser uno de los jugadores de moda en Portugal. Nacido en Estocolmo, pronto se unió a las categorías inferiores del Brommappjkarna, donde con 16 años debutaba en la Segunda División sueca. Su primera temporada completa en el equipo le puso en el radar de otros combinados europeos, tras convertirse en el máximo goleador de la categoría para conseguir el ansiado ascenso a la Primera División.

Ese verano, en 2018, el Brighton & Hove Albion le fichaba, pero, antes de darle una oportunidad en la Premier, le cedió primero al St. Pauli y, después, al Swansea. Cansado de cesiones, Gyokeres se marchó del Brighton y firmó por el Coventry de la Championship inglesa. Allí jugó tres temporadas, dos de ellas, siendo el máximo goleador del equipo y, en la última, quedándose a las puertas de ascenso de la Premier, tras perder la final del playoff de ascenso ante el Luton por penaltis.

Pero su desempeño no pasó desapercibido para los grandes clubes y el Sporting de Portugal no dudo en pagar 20 millones por él. O, dicho de otra manera, el histórico club donde se formó Cristiano Ronaldo, convertía a un desconocido sueco en el fichaje más caro de toda su historia. Por petición expresa de su entrenador, Rubén Amorin, Gyokeres llegaba al club y no se equivocaba lo más mínimo: en los 34 partidos que ha jugado, suma 31 goles y 10 asistencias. Casi nada.

"Si me preguntas por un jugador al que admiro, mi respuesta es Zlatan. Solo hay que ver que ha tenido éxito en todos los clubes que ha jugado", respondía Gyokeres en su presentación en Portugal. Y, lo cierto, es que tiene mucho en común con su ídolo: a pesar de su 1,90 metros de altura, es rápido, potente, cazagoles y capaz de inventar si le dejan un metro. De momento, es el jugador revelación del fútbol europeo y los grandes ya apuntan hacia él. Solo el tiempo dirá cuál es su techo.

Si por algo puede destacar Suecia en el mundo del fútbol es por haber sido capaz de sacar, prácticamente de la nada, numerosos delanteros de primerísimo nivel. Jugadores como Gunnar Nordahl, Tomas Brolin, Henrik Larsson o Aleksander Isak son sinónimo de acierto anotador pero, por encima de todos ellos, destaca con nombre propio uno que trascendido más allá del balompié mundial: Zlatan Ibrahimovic, un futbolista diferente que fue capaz de triunfar allá donde jugó.

A pesar de sus 195 centímetros de altura y su imponente cuerpo, si por algo destacaba Ibrahimovic era por su capacidad de bailar con el balón en una baldosa. Sus cualidades físicas podrían hacer pensar erróneamente que se trataba de un jugador tanque, tosco y rematador, pero ni mucho menos. Se trataba de un fino estilista capaz de regatear, salir en velocidad y, sobre todo, inventar situaciones sobre el terreno de juego que solo están al alcance de los grandes privilegiados.

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