El deportista a seguir | El niño que imita a Kobe y que quiere arruinar la fiesta de Nadal en París

Rafa Nadal es consciente de que está ante su último año como tenista profesional. Después de una larga lesión en el psoas ilíaco de su pierna izquierda, que se sumaba a su largo historial de problemas físicos, decidió que en 2024 colgaría la raqueta. Su objetivo no era otro más que retirarse en las pistas, jugando, diciendo adiós al deporte que tantas alegrías le ha dado pasando una bola más al otro lado de la red. Pero un joven francés busca interponerse en su camino.

Si un lugar está marcado en rojo para Nadal ese es París. Los catorce títulos que ha logrado en la arcilla de Roland Garros confirman que el español es el gran dominador de uno de los torneos con más solera del circuito deportivo. Por eso, esta última temporada, uno de sus grandes objetivos pasa por volver a levantar la que sería su última Copa de los Mosqueteros... con un aliciente extra: los Juegos Olímpicos, que también se disputarán en la Philippe Chatrier.

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Rubén Rodríguez

Pero Nadal no lo tendrá fácil: enfrente tendrá jugadores de talla mundial como Novak Djokovic, Jannik Sinner, Daniil Medvedev o Carlos Alcaraz, que buscarán el mismo objetivo que el balear. Y, por si fuera poco, en estos primeros compases de temporada, un joven francés ha llegado al tenis como un vendaval con el objetivo de volver a enamorar a la afición gala de la mano de un tenista local. Lo que ha conseguido en el Open de Australia es cartel más que suficiente.

Arthur Cazaux se ha ganado, por méritos propios, ser una de las grandes revelaciones del circuito en estas primeras semanas de competición. A sus 21 años, llegaba a la Rod Laver con una invitación, algo que ya había hecho en tres Grand Slam previos sin ser capaz de ganar un solo partido en la fase final. Pero en Australia todo ha cambiado y, su enorme desempeño, le convierte en uno de los jugadores a tener en cuenta. Especialmente en tierra batida, su superficie predilecta por condiciones.

Cazaux superó la ronda previa del primer grande de la temporada para enfrentarse a Laslo Djere. Tras acabar con el serbio, llegaba una de las pruebas de fuego, pues en segunda ronda se mediría al número 8 del mundo, Holger Rune. De nuevo, con un tenis brillante, derrotaba al danés contra todo pronóstico. Una ronda más tarde también caía Tallon Griekspoor y se colaba en la segunda semana del torneo. Un desconocido empezaba a llamar la atención delos expertos.

Sería allí donde caería ante Hubert Hurkacz por un ajustado 7-6, 7-6 y 6-4, que le ha servido para colocarse el 83º del mundo y mandar un aviso a navegantes: la nueva generación de tenistas franceses ya está aquí y Cazaux quiere ser uno de sus principales referentes. Y, de paso, brillar en Roland Garros en solo unos meses, donde tratará de ser uno de los muchos tenistas que planten cara al intratable Nadal. Este 2024 es el año de su despegue y no está dispuesto a regalar nada.

Amante del deporte desde muy pequeño, compaginó el tenis y el balonmano durante varios años, hasta que se decidió: "Elegí el tenis porque estás solo. El desafío de cargar con toda la presión sobre tus hombros es lo que me atrajo", asegura. Sin ídolos en el mundo de la raqueta, su gran referente deportivo es Kobe Bryant y su mentalidad ganadora, que intenta aplicar a su deporte. Fruto de ello es el tatuaje de una mamba que recorre su brazo derecho.

De buenas piernas, muy potente y especialmente sólido desde el fondo de la pista, tanto en el drive como en el revés, Cazaux es uno de los últimos de su generación en legar a la elite pero, posiblemente, uno de los que más talento atesora. Jugador completo, de esos que no dan una bola por perdida y con mentalidad ganadora, está llamado a marcar una época en el tenis. Y Roland Garros será su primer gran escenario en casa, el año de la despedida de Nadal. ¿Querrá el destino cruzarlos?