El ocaso de Jadon Sancho o cómo una estrella en ciernes se estrelló con el método de Ten Hag

Corría la temporada 2018-19. El Borussia de Dortmund firmaba una enorme temporada, en la que se quedaba solo a dos puntos de ganar la Bundesliga. Aunque en Europa no pudo pasar de octavos de final -donde perdió ante el Tottenham que, a la postre, fue subcampeón-, aquel conjunto alemán destacó por su estilo de juego: con un fútbol vistoso, alegre y divertido, enamoró a los aficionados al balompié. Especialmente por un joven talento que empezaba a brillar.

En un equipo con jugadores de renombre como Achraf Hakimi, Manuel Akanji, Axel Witsel o Christian Pulisic, un joven inglés con 18 años se convertía en el gran líder del equipo. Había debutado como el conjunto alemán una temporada antes, pero fue en esa 2018-19 cuando Jadon Sancho se consolidó como una pieza clave del esquema de Lucien Favre. Los números hablan solos: el futbolista que más jugó en todo el curso (43 partidos) y tercer máximo goleador del club (13 tantos).

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Javier de Paz Fernández

Buena parte de las miradas del fútbol mundial se centraron en un Sancho que deslumbraba en el campo. Había abandonado la cantera del Manchester City para triunfar en Alemania y solo necesitó un par de partidos al más alto nivel para confirmar que era uno de esos jóvenes a tener en cuenta. Capaz de jugar en cualquier posición de ataque, aunque preferiblemente arrancando desde banda derecha, el inglés demostraba desborde, velocidad, calidad y gol. Mucho nivel para tanta juventud.

No tardo en confirmarse como una verdadera revelación, para convertirse en indiscutible con la selección inglesa. Tras cuatro buenos años en Alemania, Jadon Sancho se convirtió en una de las grandes joyas del mercado, por la que buena parte de los grandes clubes europeos se lanzaron a por su fichaje. Tras un importante tira y afloja entre varias entidades, finalmente fue el Manchester United el que se hizo con su fichaje, por quien pagó la friolera de 85 millones. Y llegaron los problemas.

Sancho no terminó de encontrar un hueco en el once devil y le costó más de lo esperado jugar con el United. Pese a ello, terminó disputando 38 partidos, en los que marcó 5 goles y dio 3 asistencias. Pero, entonces, Erik ten Hag llegó al banquillo del equipo de Old Trafford: Sancho no terminaba de encajar con sus métodos y, a pesar de ello, mejoró sus números del pasado curso, con 7 tantos y 3 pases de gol. Pero la mala relación entre ambos ya se estaba fraguando.

Sancho notaba que el técnico neerlandés no terminaba de confiar en él y que no le daba las oportunidades que merecía en los partidos grandes. Y esta situación ha estallado esta temporada, cuando Jadon Sancho comenzó como suplente los tres primeros partidos del curso. En todos ellos salió en la segunda mitad, para sumar solo 76 minutos de juego. Preguntado el técnico en rueda de prensa por qué Sancho no jugaba, aseguró que era por su mal desempeño en los entrenamientos.

El internacional inglés no dudó en desmentirlo en redes sociales, en un mensaje que posteriormente eliminó: "Por favor, no creáis todo lo que leáis. No permitiré que las personas digan cosas que son completamente falsas. Me he forzado a mí mismo a entrenar muy bien esta semana. Creo que hay otras razones para este asunto en las que no entraré. He sido un chivo expiatorio durante mucho tiempo, algo que no es justo". Y, a partir de ahí, el silencio.

Ten Hag le ha castigado dejándole fuera de la convocatoria en los seis siguientes partidos, afirmando, además, que no será perdonado a corto plazo. "No sé si Jadon Sancho va a volver o no, pero su posición está bien cubierta", afirmaba. La guerra está abierta y, a sus 23 años, una de las grandes promesas del fútbol mundial empieza a apagarse. Sin minutos y castigado, parece que sus horas están contadas en un United donde Ten Hag manda con mano de hierro.