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Un grande a la deriva: radiografía de un desastre sin precedentes en el Manchester United
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PANORAMA COMPLICADO

Un grande a la deriva: radiografía de un desastre sin precedentes en el Manchester United

Sumidos en lo más bajo de la clasificación y sin jugadores que unirse, los 'red devills' afrontan días muy complicados con la obligación de darle la vuelta a la situación lo antes posible

Foto: Bruno Fernandes, con el Manchester United. (REUTERS/David Klein)
Bruno Fernandes, con el Manchester United. (REUTERS/David Klein)

"No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita". Uno de los refranes más populares refleja la imagen más opuesta de lo que es, a día de hoy, el Manchester United: pobre y necesitado. Los 'red devills' ya no son lo que eran. Han pasado de ser uno de los clubes más temidos en Europa a ser el hazmerreír del Reino Unido. "Vais a descender contra el Fulham", le cantaron los aficionados del Brentford el pasado fin de semana, tras ser humillados (4-0) en apenas 35 minutos. El club con más ligas es, ahora mismo, el juguete roto con el que todos se quieren cebar.

La radiografía, necesaria, por otro lado, abarcaría demasiados puntos débiles. La gestión, de un tiempo a esta parte, ha sido catastrófica por parte de la familia Glazer, esos que se hicieron con la propiedad del club en 2005 cargando el pago de la compra a las arcas del propio United. Una gestión brillante a todas luces. Así, los de Old Trafford acumulan más de 500 millones de euros de deuda neta, una plantilla que necesita refuerzos millonarios y un estadio que pide una remodelación a gritos. La combinación perfecta.

Foto: Álvaro Morata, goleador frente a la Juventus. (Atlético de Madrid)

Una plantilla descompensada

Fichajes de coste desorbitado y de pésimo rendimiento. Ese es el resumen de los últimos años. Bruno Fernandes es la excepción que confirma la regla. Si a esto le sumamos la poca capacidad de vender a buen precio, el tema económico se presenta como un quiste que sigue expandiéndose. Sin ir más lejos, en lo que va de mercado, Andreas Pereira es el único futbolista por el que se ha sacado algo de 'cash' (9,5 millones de euros). El resto, cesiones o futbolistas que han terminado sus contratos y no han dejado ni un solo euro en la cuenta del United.

Entre los grumetes que han abandonado el barco, se encuentra el centro del campo de la pasada campaña. Paul Pogba, que costó 120 millones de euros, Nemanja Matic, que parece que no, pero disputó hasta 32 partidos, y Lingaard, que terminó siendo una alternativa. En añadido, hay que sumar la finalización de contrato de dos viejos roqueros que siempre rendían en los pocos minutos que les brindaban: Juan Mata y Edinson Cavani.

placeholder Primera derrota de la temporada 22/23 para el Manchester United, en Old Trafford. (REUTERS/Toby Melville)
Primera derrota de la temporada 22/23 para el Manchester United, en Old Trafford. (REUTERS/Toby Melville)

¿Cuál ha sido la solución? Otro central que superó los 50 'kilos' (Lisandro Martínez), un lateral desconocido a petición del nuevo entrenador (Malacia) y Eriksen. Así las cosas, el centro del campo sigue siendo un drama, con un Fred que continúa pululando por allí, un Jadon Sancho que no termina de explotar en ataque y un Bruno Fernandes desesperado por lo que se cuece detrás de él. Por no mencionar el drama en defensa, donde Harry Maguire sigue sin justificar los 87 millones de euros que pagó el Manchester United por él y los goles caen como churros. De Gea no acompaña con algunos errores manifiestos y el portero suplente, gran promesa que se fichó para suplir al español, deslumbra en el Nottingham Forest cedido.

"El problema reside en no haber fichado lo que necesitaba el equipo, cuando tenía que ficharlo. El año pasado necesitaba un pivote defensivo y ficharon un central. Este año, lo mismo. La banda derecha sigue siendo un desastre. Y, además, no incorporan futbolistas en base a una planificación deportiva. Esto es por el baile constante de entrenadores que hay en su banquillo", comenta Andrés Weiss, historiador y experto en el fútbol británico en 'La Media Inglesa'.

Pues bien, si a esto le sumamos el culebrón de Cristiano Ronaldo, loco por huir de un club que se cae a pedazos, obtenemos lo que se ha visto durante los últimos días: unos dirigentes que sondean por Europa todo lo que se mueve. El United está desesperado por fichar. Normal. Tras dos jornadas, el novedoso proyecto de Erik Ten Hag marcha último de la todopoderosa Premier League. Sí, último. La entidad con más campeonatos ligueros está en el fondo de la clasificación y sin mostrar ni un solo atisbo de que la situación vaya a dar un giro radical de los acontecimientos.

"El Manchester United está muerto, en cuanto a confianza. Los futbolistas que llegan nuevos, acaban contagiados de los que ya están"

El aura que desprende

Sin embargo, el problema de los 'red devills' va mucho más allá de una plantilla que no da el nivel. Al Manchester United le han robado el alma. El equipo sale a jugar al campo y parece no tener ambición, rabia, nervio y ganas de ganar. Más bien al contrario. Los aficionados ven a unos jugadores que levitan por el campo. No hay orgullo ni se transmite la más mínima competitividad, y eso es lo que le duele al aficionado de toda la vida que sigue yendo a Old Trafford.

"En cuanto a la confianza, el Manchester United está muerto. Los futbolistas que llegan nuevos, plenos de confianza, acaban contagiados de los que ya están y que parecen apáticos", comenta Weiss.

El Manchester United se ha convertido en el cementerio de elefantes donde van los futbolistas que todavía tienen algo de ambición por competir, aunque esta acaba arrebatada a los pocos meses. Dinero en salarios hay, sí, pero ya está. Varane no es ni la sombra de lo que fue en el Real Madrid. El entusiasmado van de Beek parece que está en sus últimos días como futbolista, con 25 años, y el resto caminan por el césped como alma en pena. Ten Hag canceló el día libre de la plantilla, tras la humillación del último fin de semana, para hacerles correr los 13 kilómetros de diferencia que sí corrió el Brentford. Hasta ese punto se ha llegado en la entidad mancuniana.

placeholder Old Trafford, durante la temporada pasada. (REUTERS/Phil Noble)
Old Trafford, durante la temporada pasada. (REUTERS/Phil Noble)

Lo que quiere proponer el nuevo técnico neerlandés está bien. Su intención es dotar al equipo de un estilo, pero eso no se consigue en una pretemporada y con jugadores que nunca han estado bajo esa tutela. Tampoco parece la mejor decisión lanzarse al mercado de fichajes como pollo sin cabeza a ver qué se puede pescar. Requiere tiempo, ir en sintonía con la dirección deportiva y saber amortiguar los golpes para no desestabilizar a la plantilla en los momentos que vengan mal dadas. Pero claro, ya son tantas que el problema es todavía más profundo.

Lo que viene

Entre tanto, el futuro más cercano se augura complicado. El mercado ya sabe que el United necesita refuerzos como sea; tampoco han hecho nada para ocultarse. Casemiro es el nombre que aparece en el horizonte para revertir la tendencia negativa y, contra todo pronóstico, parece que el brasileño se lo está pensando. Desde las islas solo pueden ofrecer una cosa: doblarle la ficha y asegurarle mucho cariño. También han sonado Joao Félix y Pulisic, a los que se suman Frenkie De Jong y Rabiot desde hace semanas. Muchos suenan y pocos llegan.

Pero ya no es solo la plantilla. Los Glazers se han comprometido a reformar Old Trafford y eso tiene un coste muy elevado para unas cuentas que no se encuentran en su momento más boyante. Este año no juegan la Liga de Campeones y no tiene mucha pinta que lo vayan a hacer la siguiente. Hace años que no se saca rédito por la venta de un futbolista, más bien lo contrario. Se siguen gastando cantidades ingentes de dinero en fichajes que no cuajan y, por si no había bastante, su único argumento deportivo para pelear por grandes triunfos se quiere marchar cuanto antes. Al Manchester United le hará falta algo más que buena suerte para recuperar su trono.

"No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita". Uno de los refranes más populares refleja la imagen más opuesta de lo que es, a día de hoy, el Manchester United: pobre y necesitado. Los 'red devills' ya no son lo que eran. Han pasado de ser uno de los clubes más temidos en Europa a ser el hazmerreír del Reino Unido. "Vais a descender contra el Fulham", le cantaron los aficionados del Brentford el pasado fin de semana, tras ser humillados (4-0) en apenas 35 minutos. El club con más ligas es, ahora mismo, el juguete roto con el que todos se quieren cebar.

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