La primera victoria tranquila del Barcelona de Setién gracias a Leo Messi

En el FC Barcelona, como en otros grandes equipos, la línea que separa un bache de una crisis es muy fina. Tras perder en Valencia, el equipo azulgrana necesitaba una victoria en la Copa del Rey ante el Leganés para calmar los ánimos, después de una semana movida por el último tropiezo en Liga y los rumores de fichajes. La consiguió (5-0) y, por primera vez, lo hizo con solvencia. Es la primera victoria tranquila con Quique Setién en el banquillo.

Dice el técnico cántabro que necesita tiempo para que los jugadores capten su idea. ¿Hay que deducir de eso que han cambiado muchas cosas con respecto a la etapa de Ernesto Valverde? No lo parece a simple vista. Más allá de la posición de algunos jugadores en el campo, no hay muchas novedades. Tampoco en la calidad del juego. Aunque la de este jueves fue la mejor versión desde la llegada del nuevo entrenador, tampoco fue brillante. Al Barcelona le sigue faltando velocidad en la circulación y, en algunas fases de los partidos, mayor profundidad.

Puede parecer exagerado señalarlo tras un 5-0, pero al Barcelona se le exige la excelencia y el cambio de entrenador estando líder refuerza a la idea. Si encima se apuesta por un técnico que considerado un radical del estilo, más razón para esperar cambios. Setién, como cualquiera en su lugar, necesita tiempo, pero tiempo es justo el bien más escaso en un equipo como el Barcelona. En su caso, el trabajo de construcción de un modelo de juego tiene que ir acompañado de buenos resultados.

La visita del Leganés era un partido propicio para eso. Un rival con muchos problemas en Liga, que no tiene la Copa del Rey entre sus principales objetivos y que además juega una eliminatoria a partido único como visitante en un estadio como el Camp Nou. Todo estaba en su contra y a favor de que el Barcelona consiguiera una victoria plácida, como así fue.

La presencia de Leo Messi en el once inicial indicó que Setién tampoco quería arriesgar mucho. La alineación bien podría ser la de un partido de Liga o Champions, y la actitud también. Un pase del argentino a Semedo permitió al portugués asistir a Griezmann, que marcó en el minuto 4. El francés volvió a marcar cinco minutos después, pero fue anulado. Y lo estuvo cerca de hacerlo una tercera vez antes de la media hora, pero cuando tocó el balón que Lenglet había rematado de cabeza en el primer palo tras un córner, ya estaba dentro.

El tercero lo marcó Messi en el 59' con un disparo que tocó en un defensa del Leganés. El argentino se había plantado en el área del Pichu Cuéllar tras un buen pase de De Jong. Otro pase, este de Rakitic, en el minuto 89' fue aprovechado de nuevo por Messi para regatear a Cuéllar y marcar el quinto. Antes, Arthur Melo había marcador el cuarto.

Con el Barça suceden cosas excepcionales como que gane por 5-0 y parezca un partido más. Es cierto que el contexto no ayudaba. Un encuentro a las siete la tarde entre semana, encaminado antes de la media hora y con el Camp Nou lejos del lleno. El Barça mostró su mejor versión en la recién estrenada era Setién y ganó por 5-0. Pero dio la impresión de que aún le queda para jugar como Setién quiere.