La nueva vida de Arthur Melo en Barcelona y el porqué de sus viajes a Andorra

Arthur Melo llega a Barcelona en el verano de 2018, con tan solo 21 años y con la presión de suplir la ausencia que dejaba Iniesta en su marcha a China. Un fichaje prometedor, procedente de Gremio y que al Barça le costó 31 millones de euros, más 9 en variables. El jugador brasileño firmó un contrato que le une a la entidad blaugrana hasta 2024, y que cuenta con una cláusula de rescisión de 400 millones de euros. Ahora, con 23 años y un año y medio de adaptación, su entorno cuenta a El Confidencial cómo se ha asentado a la ciudad y lleva una vida muy tranquila, pese a las críticas por sus escapadas a las Pirineos durante su lesión. Pero todo tiene su explicación...

“Lo ha pasado mal con la lesión, pero él tiene mucha fuerza mental y eso le ha ayudado. Parece que no hubiese pasado nada y ahora está tranquilo, con muchas ganas de jugar”, aseguran los que más conocen a un futbolista que ha sido mirado con lupa desde su aterrizaje y que, con una tremenda calidad, de él se espera que termine por asentarse como titular indiscutible cuando el aspecto físico y mental coincidan en el terreno de la estabilidad.

Para lo físico están los médicos culés y para lo mental se apoya en la visita de sus padres y su hermano casi todo el año. Familiar y tranquilo, así define a Arthur su entorno, ha sido en Barcelona donde conoció a su actual pareja y ha encontrado la estabilidad emocional que buscaba para concentrarse en la causa azulgrana. Ella es una joven andorrana -llamada Patricia- y a quien le gusta pasar desapercibida. Por eso tantas escapadas al Principado, y es que tanto él como su novia aprovechan los momentos libres para disfrutar de la familia.

Los paseos por Barcelona

Al margen de pasar el tiempo con familia, pareja y amigos, una las cosas que más le gusta al brasileño es pasear por la ciudad y conocer los entresijos de Barcelona, siempre que la creciente fama se lo permita, y caminar junto perro, Tuntz. Está contento de haber elegido este equipo y esta ciudad. De ahí que tenga entre ceja y ceja triunfar en el Barça. El tiempo dirá si lo consigue.

Durante su lesión, además de reflexionar sobre aspectos personales, estuvo haciendo dobles sesiones de fisioterapia todos los días. Por la mañana en las instalaciones del club y por la tarde en su casa. Hoy por hoy, el Goianiense está muy adaptado y ha visto con muy buenos ojos la llegada de Quique Setién, pese al comienzo dubitativo con la derrota en Valencia.

Arthur entiende que después de su lesión el cambio de entrenador es para él una forma de empezar de cero. Su entorno asegura a este periódico que es “poco tiempo de trabajo con el nuevo cuerpo técnico, pero que hasta el momento le está gustando mucho”. Una nueva oportunidad para Arthur, en lo personal y en lo profesional. De alguna manera, y aunque lleve año y medio en el Barça y la Ciudad Condal, acaba de hacer un reset.