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El hazmerreír del Barcelona en las fallidas negociaciones para fichar a Rodrigo Moreno
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El hazmerreír del Barcelona en las fallidas negociaciones para fichar a Rodrigo Moreno

El Barcelona es incapaz de conseguir un acuerdo con el Valencia para el fichaje de Rodrigo Moreno. Bartomeu lo quiere prestado y Peter Lim pide 60 millones de euros

Foto: Rodrigo Moreno, pensativo, en el banquillo del Valencia. (EFE)
Rodrigo Moreno, pensativo, en el banquillo del Valencia. (EFE)

Alguna persona con credibilidad en el Barcelona tendrá que explicar qué sucede con la planificación deportiva. Josep María Bartomeu se está cubriendo de barro en lo que va de año. Y todavía no ha acabado enero. Hasta el viernes, a las doce de la noche que cierra el mercado de invierno, todavía pueden suceder más cosas que dañen la imagen y la gestión del presidente y sus directivos. Las negociaciones fallidas para fichar a Rodrigo Moreno superan el caos. No hay acuerdo con el Valencia. Entre otros factores porque Bartomeu quiere prestado a un futbolista que es una estrella en su equipo e internacional con España. Es un despropósito que deja en mal lugar la capacidad de gestión en el área deportiva.

Es imposible avanzar con un fichaje en el que el plan del Barcelona es que, directamente, no tiene plan. Vive en la improvisación. Con una alarmante falta de estrategia que recuerda a lo que sucedió con el despido de Ernesto Valverde y el fichaje de Quique Setién. Bartomeu se calentó en Arabia Saudí y puso de patitas en la calle a un entrenador que tenía al equipo líder en la Liga. Tres partidos después, el Real Madrid le quita el primer puesto y el juego del Barça empieza a ser un hazmerreír por la cantidad de pases y la poca profundidad.

placeholder Josep María Bartomeu en la presentación de Quique Setién. (EFE)
Josep María Bartomeu en la presentación de Quique Setién. (EFE)

En las últimas horas, el club culé ha pretendido incorporar a Rodrigo Moreno a coste cero y en el Valencia no se podían creer lo que estaba sucediendo. La propuesta del Barcelona era que el Valencia le dejara cedido a Rodrigo hasta el final de la temporada y a cambio le ofrecía jugadores del filial (Abel Ruiz, Wague…). Realmente en el Barcelona no existe la convicción de que Rodrigo es el goleador que necesita el equipo. La prueba son las fuertes reticencias a pagar los 60 millones de euros que pide Peter Lim. Al multimillonario y dueño del Valencia no le puedes tratar como si fuera un principiante. No vive en España, ni entiende de fútbol, pero tampoco es un ignorante. El problema para romperse la negociación está en que Bartomeu no está por la labor de aceptar una cesión con opción de compra obligatoria en junio. Vamos, que quieren a Rodrigo como el que pone un parche a un roto. Con Luis Suárez lesionado necesita un jugador de ataque y se lanzan a por Rodrigo sin estar convencidos de que es el idóneo.

Otro golpe para Rodrigo

Al chico le están volviendo loco. Tras quedarse con las ganas de jugar en el Atlético de Madrid recibe, seis meses después, otro golpe. Rodrigo Moreno se ha visto cerca e ilusionado de fichar y jugar, ni más ni menos, que en el equipo de Messi. Estuvo el martes en Barcelona pasando una revisión médica. Albert Celades lo daba por perdido. En Valencia hacían cuentas de los beneficios económicos que supondría desprenderse de Rodrigo Moreno y repatriar a Paco Alcácer (pagando 30 millones de euros al Borussia Dortmund). En todo este barullo de conversaciones y rocambolescas estrategias estaba Jorge Mendes en la cocina para enredar, todavía más, en la mesa de negociación. El mediático representante portugués metió en el ajo a Bruno Fernandes con el cebo de que lo fichara el Barcelona. Si lo conseguía iría cedido al Valencia. No triunfa esta posibilidad y crecen las sospechas de que ha utilizado al Barça para encarecer la contratación al Manchester United. El club inglés parece que entra por el aro y pagará 55 millones de euros más 25 en variables al Sporting de Portugal por Bruno Fernandes.

El caos preside a un Barcelona que tiene diferentes frentes abiertos. El efecto Quique Setién es gaseoso. Ni ilusiona ni ofrece garantías de ser fiable. Tiene arreglo si Messi es capaz de hacer lo que mejor sabe en tiempos de crisis: ser entrenador-jugador. Se agrava el problema con los tumbos que se dan con el refuerzo de un delantero. Bartomeu quiere fichar, pero que no se le descuadren las cuentas. Está sumido en una situación de confusión y desorientación. Hace tiempo que no hace caso a los que le rodean y empieza a gestionar el club con medidas más unilaterales. Una institución que coge la deriva de club presidencialista y sin estrategia en los fichajes. El capítulo de Rodrigo Moreno, si no replantea la operación, puede ser un batacazo más en un mes negro para el Barcelona. El siguiente en la lista es el delantero serbio, Dusan Tadic (31 años), que juega en el Ajax de Ámsterdam, según Sky Sports.

Alguna persona con credibilidad en el Barcelona tendrá que explicar qué sucede con la planificación deportiva. Josep María Bartomeu se está cubriendo de barro en lo que va de año. Y todavía no ha acabado enero. Hasta el viernes, a las doce de la noche que cierra el mercado de invierno, todavía pueden suceder más cosas que dañen la imagen y la gestión del presidente y sus directivos. Las negociaciones fallidas para fichar a Rodrigo Moreno superan el caos. No hay acuerdo con el Valencia. Entre otros factores porque Bartomeu quiere prestado a un futbolista que es una estrella en su equipo e internacional con España. Es un despropósito que deja en mal lugar la capacidad de gestión en el área deportiva.

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