El caótico fichaje de Rodrigo Moreno por el Barça con el último pelotazo de Jorge Mendes
El Barcelona se entrega a Jorge Mendes para buscar la fórmula de reforzarse con Rodrigo Moreno. El agente portugués ofrece el fichaje de Bruno Fernandes para que vaya cedido al Valencia
El poderoso Jorge Mendes asume todo el control de las operaciones para conseguir que Rodrigo Moreno juegue lo que resta de temporada en el Barcelona. No se sabe cómo. Es un lío. Un verdadero jeroglífico. Pero ahí está Mendes moviendo fichas para encajar el puzle y dar otro pelotazo. Las gestiones tienen varios protagonistas y todos pertenecen al representante portugués. Ofrece al Barcelona la posilibilidad de fichar a Bruno Fernándes (centrocampista ofensivo del Sporting de Portugal) con la estrategia de cederlo al Valencia. A cambio, el club che facilitaría la salida del Rodrigo. No está claro en qué condiciones. Pero en el Valencia insisten que si es un traspaso el precio son 60 millones de euros. El Barça preferiría gastarse esta cantidad en Bruno Fernandes y hacer el trueque (de cesión) con el Valencia. En la operación también se habla de la posibilidad que entre Semedo (también pertenece a la agencia de Mendes). El Valencia busca un lateral derecho.
Rodrigo Moreno no ha entrenado este martes con el Valencia. Ha viajado a Barcelona para ser examinado en la clínica del doctor Cugat de la última lesión en la rodilla. En el Barcelona hay una sensación de caos. La mala planificación deportiva tiene que ver con el mal juego. Lo que sucede en el césped es el reflejo de lo que se cuece en los despachos. Josep María Bartomeu está en uno de sus peores momentos como presidente y busca agarrarse a un nuevo salvavidas. Setién no sale a flote y el siguiente es Rodrigo Moreno. Al dirigente le ven, en círculos cercanos, desesperado por tapar las vías de agua en las oficinas y en el vestuario. Hay una sensación de descontrol.
El dirigente culé no encuentra respuestas convincentes (como quedó comprobado con las explicaciones huecas que ofreció en el día de la presentación de Quique Setién y los contactos fallidos para fichar a Xavi). La peor imagen que puede sufrir un presidente es que se le vea superado y en Ibiza sintió bochorno. Los tres partidos con Setién son una profunda decepción. No fichó el entrenador que quería sino el que podía. En la misma situación se encuentra en un momento en el que necesita con urgencia un goleador. No puede ahora fichar el que quiere (Lautaro Martínez) y traza otras estrategias para conseguir el que puede (Rodrigo Moreno). Peter Lim tiene en venta al delantero. Necesita dinero.
El Barcelona decide reconducir la crisis deportiva (desatada desde la derrota en la Supercopa de España contra el Atlético de Madrid) con el refuerzo de Rodrigo Moreno. Sin Luis Suárez (lesionado de larga duración) y un juego enredado con la posesión de la pelota tiene la necesidad de sumar una pieza arriba. Rodrigo Moreno, que el verano pasado le dio el sí al Atlético de Madrid, está como loco por jugar ahora en el Barcelona. Jorge Mendes, su representante, trabaja a contra reloj para encontrar la fórmula de hacer la operación. Es un fichaje que tiene altísimas dificultades. Principalmente porque en la caja del Barça hay telarañas y queda por pagar el finiquito a Ernesto Valverde.
La salida del canterano Carles Pérez
Bartomeu se ha quedado sin liquidez en plena crisis de juego y resultados. Esto hace más angustiosa la solución de un fichaje que pueda resolver los problemas de pegada. Lo de la temporada pasada fue una broma. El fichaje de Boateng fue otro error grave en la planificación deportiva. Un desacierto mayúsculo. Rodrigo Moreno no es un ‘9’ puro, pero ofrece más garantías. Se adaptaría rápido a la Liga y tiene olfato de gol. No va sobrado. Pero de lo que hay en el mercado es la solución de emergencia más recomendable. No es el primero en la lista de delanteros que tiene la secretaría técnica. El deseado es el argentino del Inter de Milán, Lautaro Martínez, pero éste cuesta 110 millones de euros a partir de que acabe la temporada.
En el club se encuentran con problemas financieros. La situación recuerda al fichaje de Griezmann cuando hubo que pedir un crédito de 35 millones de euros y adelantar el cobro de facturas. Hay que hacer caja para afrontar el fichaje de Rodrigo Moreno y la pieza que eligen deja en mal lugar toda la política de la cantera. No cuentan con Carles Pérez. El delantero está dolido por no tener la oportunidad (quieren enviarle a la Roma para ingersar 15 millones de euros) y abre un nuevo frente. ¿Por qué no se recurre a un chico de la casa? ¿Para qué sirve La Masía cuando en el primer equipo tiene urgencias y el club no dispone de dinero? ¿Realmente hay que gastar 60 millones de euros en Rodrigo Moreno cuando no es la prioridad para la secretaría técnica? La confusión inunda la gestión de Bartomeu. No arranca nada bien la apuesta de sustituir a Ernesto Valverde. No hay efecto con Quique Setién. Se busca '9' desesperadamente. Se vende un canterano.
El cántabro se ha metido en un berenjenal. Setién reconoce que sus jugadores no le entienden. Esto tiene que producir retortijones a Bartomeu. La palidez de la cara de Setién y los gestos de no enterarse a qué jugaba su equipo contra el Valencia provocan más pesimismo en la familia azulgrana. Fichar a Rodrigo Moreno puede ser otro parche que engorda la cuenta de gastos. Como lo fue Coutinho (cedido en el Bayern y con billete de vuelta). El brasileño es otro de los fiascos importantes en el modelo de improvisación de un presidente que lleva gastados 350 millones de euros en Dembélé, Coutinho y Griezmann. La desorientación se apodera de un club y un presidente que tiene la bala de Messi, pero que camina sin rumbo en los despachos y en el césped.
El poderoso Jorge Mendes asume todo el control de las operaciones para conseguir que Rodrigo Moreno juegue lo que resta de temporada en el Barcelona. No se sabe cómo. Es un lío. Un verdadero jeroglífico. Pero ahí está Mendes moviendo fichas para encajar el puzle y dar otro pelotazo. Las gestiones tienen varios protagonistas y todos pertenecen al representante portugués. Ofrece al Barcelona la posilibilidad de fichar a Bruno Fernándes (centrocampista ofensivo del Sporting de Portugal) con la estrategia de cederlo al Valencia. A cambio, el club che facilitaría la salida del Rodrigo. No está claro en qué condiciones. Pero en el Valencia insisten que si es un traspaso el precio son 60 millones de euros. El Barça preferiría gastarse esta cantidad en Bruno Fernandes y hacer el trueque (de cesión) con el Valencia. En la operación también se habla de la posibilidad que entre Semedo (también pertenece a la agencia de Mendes). El Valencia busca un lateral derecho.