La euforia desmedida de Laporta con el Barça femenino y el dolor por apuñalar a Xavi

Joan Laporta lleva un mes muy duro, cargado de tensión y de decisiones troncales que le han puesto en el disparadero. Aunque se intentó apartar del foco y encargó la decapitación de Xavi Hernández al director deportivo azulgrana, Deco, Laporta volvió a estar en el punto de mira en la final de la Champions League femenina. La misma semana en la que se cerró la renovación de Alexia Putellas, el Barça ganó al Olympique de Lyon y extendió su hegemonía en el fútbol femenino.

El presidente no pudo contener su emoción, otra vez, y lloró cuando Alexia Putellas levantó el trofeo al cielo de San Mamés. El mandamás azulgrana, que no conocía a las jugadoras del Barça en plena campaña electoral y ahora hace gala de sus éxitos, vive una montaña rusa en su día a día. No hay muchas buenas noticias deportivas a las que se pueda agarrar en esta temporada tan complicada, donde los escándalos y las dificultades se le amontonan (Negreira, avales, roto económico de Libero, Nike, deuda colosal...).

En este contexto, Laporta encuentra en la Champions del Barça femenino un oasis para alimentar su discurso exagerado y triunfador. El presidente bajó del avión del Barça llevando él la Champions en lugar de las jugadoras. No es casualidad que ahora sí que quiera estar en primer plano. Las emociones van y vienen para el presidente, que ha maltratado a Xavi Hernández, como ya hizo en su día con otras leyendas como Ronald Koeman y Leo Messi. En la fiesta tras ganar la Champions League, Laporta volvió a estar desatado.

"Todo es por el bien del Barça"

El presidente afirmó que "es muy difícil ser presidente del Barça" y justificó el despido del entrenador, una leyenda azulgrana. "Todas las decisiones, todas, todas, son por el bien del Barça y en beneficio del Barça", comentó ante los 400 invitados en el Bilbao Arena. Los que estuvieron allí también cuenta que quiso pedir un aplauso colectivo para Xavi Hernández.

Laporta cada día está más solo, aglutina más poder y responsabilidades y la pelota económica se hace más grande. Una de las salidas que más le ha afectado en su proyecto es la de Eduard Romeu, al que despidió con grandes honores y era el encargado de reconducir el rumbo económico del club. En la temporada en que el dirigente perdió a toda su cúpula deportiva y económica, solo su guardia pretoriana le escolta.

En el Barça existe preocupación por el estado de salud del presidente, que en los últimos meses ya le ha jugado varias malas pasadas. Esta misma semana, Xavi fue a visitarlo al hospital tras sufrir una neumonía. El pasado mes de julio, el propio Laporta confirmó en una entrevista en La Vanguardia que "tengo sobrepeso y he empezado una dieta", así como la atención de su entorno en cuanto a su estado físico.

"Amigos míos, a veces quizás se alarman, se preocupan. 'Un día petarás', me dicen. Pero tranquilos, que todavía tengo cuerda para rato", apuntaba. "Tengo unas constantes por las que me guío y pienso que estoy bien. Se mantienen, funcionan y estoy bien de salud", repite, aunque se muestra algo autocrítico sobre su peso. "Sí asumo que tengo que bajar de peso, estoy en ello ahora que ya llega el verano y es más fácil porque te motiva un poco más", admitía. Laporta vive al límite y le está pasando factura.