Cómo el peso de la historia del Real Madrid enterró al Bayern en tres minutos de infarto

El Real Madrid protagonizó una remonta única en la historia (otra vez) para aplastar al Bayern de Múnich en tres minutos (2-1). El doblete de Joselu Mato, que había salido en el minuto 80 de partido cuando el conjunto bávaro ya se había adelantado en el marcador, enterró los sueños de un equipo que había inyectado al Real Madrid su misma medicina durante toda la eliminatoria. Sin embargo, en el momento de la verdad y cuando el milagro de la Champions parecía evaporarse, el equipo de Carlo Ancelotti demostró a todos por qué es el Rey de la Copa de Europa en un tramo final de infarto.

El Bayern de Múnich hizo el partido que tenía que hacer y no se mostró tan abierto como en la ida. Desesperó a un Real Madrid sin determinación durante la mayor parte del choque, resistió erguido cuando se tambaleaba, no sucumbió al empuje de Vinícius Júnior, el mejor del partido, y aprovechó su momento. El Real Madrid había dominado a su rival con la pelota, había gozado de las mejores ocasiones y no había sido certero.

Vinícius y Bellingham desarbolaron al Bayern por dentro, pero sin conectar con un rematador en el área ante la poca presencia de Rodrygo. Ahí fue cuando Alphonso Davies se escapó en un contragolpe para adelantarse. Los fallos de Rodrygo abrieron la puerta del pase del Bayern y Davies lo corroboró en el minuto 68. Así es la Champions y quien perdona, lo paga... a menos que seas el Real Madrid.

El Real Madrid falló como nunca

El gol del extremo canadiense afectó al Real Madrid, que durante muchos minutos parecía frustrado e impotente tras haber perdonado demasiado. El tanto del Bayern fue el resultado final de una combinación letal en una competición donde el margen de error es mínimo, tal y como el Real Madrid ha enseñado al mundo. Ancelotti puso de su parte, puesto que el técnico italiano, como ya sucediera ante el Manchester City, decidió no hacer ni un solo cambio hasta verse por detrás en el marcador.

Aunque Fede Valverde, Aurélién Tchouaméni y Rodrygo estaban perdidos y desdibujados, Ancelotti los mantuvo hasta que fue demasiado tarde. La entrada de Camavinga y Modric por Tchouaméni y Kroos en el minuto 70 pretendía dotar de energía y ritmo con la pelota al Real Madrid, pero no fue hasta el minuto 81 cuando Brahim y Joselu entraron para cambiarlo todo.

El punta blanco fue el más listo en recoger un error inesperado de Neuer tras un disparo de Vinícius y poner las tablas en el marcador. Solo tres minutos después, el ariete blanco cazó el centro de Rüdiger para adelantar al Real Madrid. Lo que parecía increíble, inexplicable e irracional se tornó en algo común en el coliseo del Santiago Bernabéu.

La respuesta más dolorosa para el Bayern

Otra vez la lógica pasaba a un segundo plano ante la grandeza histórica y el peso del escudo blanco en la Champions League. Y ante el Bayern, el club que más se asemeja al Real Madrid. La confianza de la plantilla, sin sus dos centrales titulares (Alaba y Militao), tras perder a su máximo goleador (Benzema) y sin Courtois, el MVP de la última final de la Champions, fue máxima cuando peor pintaban las cosas.

Y todo con una mentalidad competitiva, fe y aversión a la derrota única en Europa. "El mito, la leyenda, la historia y una generación única, quizás la mejor en la historia del club", respondía Jorge Valdano en Movistar al ser preguntado por lo que acababa de suceder en el césped del Santiago Bernabéu.

Carlo Ancelotti trataría de describir lo vivido: "Ha pasado otra vez. Lo que ha pasado muchas veces, que es algo inexplicable, ha pasado otra vez. Una afición que empuja y unos jugadores que creen. Hemos jugado bien, creo que ha sido un partido difícil, pero hemos tenido buen control del partido, no hemos perdido la cabeza cuando nos han marcado y hemos recuperado el partido", contestó.

En esta línea, Vinícius seguiría a su técnico: "Esto es el Real Madrid, siempre creemos en nosotros y ha pasado una vez más. Vamos a por la 15. Cuando jugamos en casa sentimos la unión de nuestro equipo y que siempre va a hacer la diferencia". Sin embargo, quien más acertaría sería un rival, De Ligt, indignado por la última decisión arbitral que señaló un fuera de juego antes de tiempo. "Lo teníamos muy cerca. Pasas de ganar a perder en diez minutos, es una muy mala noche. Estábamos muy cerca, ellos han apretado, han presionado... y el Madrid cuando crees que están muertos siempre tienen un último aliento, por eso han ganado la Champions 14 veces".