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¿Pero cómo vas a dudar del Real Madrid? El dueño de Europa es la pesadilla de Guardiola
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¿Pero cómo vas a dudar del Real Madrid? El dueño de Europa es la pesadilla de Guardiola

El Manchester City encerró al Real Madrid, pero el equipo de Ancelotti firmó un ejercicio de supervivencia histórico y logró una victoria épica cuando estaba al límite de sus fuerzas. El catalán acabaría rendido a la mentalidad del Real Madrid

Foto: El catalán se lamenta tras caer en la tanda de penaltis. (Reuters/Carl Recine)
El catalán se lamenta tras caer en la tanda de penaltis. (Reuters/Carl Recine)

El Real Madrid protagonizó otra noche para la historia en la Champions League (1-1, pase por penaltis). El equipo de Carlo Ancelotti firmó un ejercicio de supervivencia, resistencia, competitividad y épica solo al alcance del Rey de Europa, que jamás se resquebrajó a pesar de estar muerto físicamente desde el minuto 60. Sin Alaba, sin Tchouaméni, sin Courtois ni Militao. Con Bellingham, Carvajal, Valverde, Vinícius o Rodrygo al borde del colapso.

El equipo blanco llevó al límite al Manchester City y logró el pase a semifinales en la tanda de penaltis. El héroe fue Lunin, con dos penaltis parados, mientras que Lucas Vázquez, Rüdiger y Nacho Fernández transformaron los lanzamientos del equipo español. Los jugadores del Real Madrid desempeñaron una de las mayores exhibiciones defensivas de la competición y soportaron el aluvión ofensivo del Manchester City durante más de 120 minutos, donde dispararon 33 veces y lanzaron 18 saques de esquina. Solo este equipo podría conseguir algo así.

Después de la locura del 3-3 en el Santiago Bernabéu, ambos equipos fueron mucho más prudentes, en especial el Manchester City. Rodrygo abrió la lata tras un control zidanesco de Bellingham y la aparición estelar de Vinícius. Ancelotti volvió a apostar por los contragolpes verticales y por no tratar de vivir agazapados en su área ante un Manchester City conservador con la pelota, cuyos mecanismos automatizados acabaron empotrando a los blancos en las faldas de Lunin.

Foto: Lunin abrazado por sus compañeros al terminar el partido. (Getty Images/Mike Egerton)

El Real Madrid acabó fundido físicamente

Al finalizar la primera parte, con el Real Madrid por encima del marcador y amenazando en algún contraataque con espacios, el Manchester City tomó el control por completo de la pelota y del espacio. Su extraordinario nivel físico y la asfixiante presión pospérdida empujó al Real Madrid a su campo. No es que el Real Madrid quisiera defender de este modo, es que no encontraba la manera de juntar pases, defenderse con la pelota y viajar juntos hacia campo rival.

La segunda parte fue toda del Manchester City de Guardiola, que alcanzó los 13 saques de esquina por 0 del Real Madrid. El equipo blanco, desgastado por las continuas ayudas defensivas, la exigencia y el nivel de intensidad físico y mental en cada duelo y ataque inglés, vivió en el filo del alambre. Y sin disparar a puerta en todo el segundo tiempo. La seguridad defensiva de Mendy, Rüdiger, Nacho, Carvajal y Lunin era total y absoluta y con eso pretendía aguantar hasta el pitido final.

placeholder Carvajal acabó fundido, pero siendo una pieza vital en la victoria final. (Reuters/Carl Recine)
Carvajal acabó fundido, pero siendo una pieza vital en la victoria final. (Reuters/Carl Recine)

Ancelotti se la jugó y como ya le sucedió en la ida, no reaccionó desde la dirección de campo hasta que el Manchester City marcó tras un error de Rüdiger en el despeje. A pesar de que su equipo no tenía piernas para contragolpear y ya flaqueaba en tareas defensivas, el técnico italiano tuvo que encajar el 1-1 para sacar a Luka Modric y Brahim Díaz por Kroos y Rodrygo. Bellingham y Vinícius tampoco podían seguir jugando, pero lo hicieron.

La admiración de Guardiola

A partir de ese momento, el Real Madrid resistió hasta la tanda de penaltis en una prórroga que parecía no acabarse nunca. Los blancos tuvieron una ocasión de Rüdiger para ganar que se fue fuera por poco, pero el Manchester City era quien llevaba el peso del partido sin pisar el freno. Lo que no sabía el equipo de Guardiola es que enfrente tenía a un club indestructible con una mentalidad de hierro cuyo escudo pesa tanto que la realidad es más potente que la leyenda.

El giro final llegaría en la tanda de penaltis. El Real Madrid lanzó primero y Luka Modric, quizás el jugador que debía dar más seguridad desde la pena máxima, falló. El todavía más difícil. No importó. Lunin atajó dos penaltis con una frialdad impropia de un portero que tuvo que ganarse la titularidad frente a Kepa. Y Lucas Vázquez, Rüdiger y Nacho convirtieron sus lanzamientos. Surrealista. La primavera. La Champions League. El Real Madrid a un paso de otra Orejona.

placeholder Un club único en la historia del fútbol. (Reuters/Carl Recine)
Un club único en la historia del fútbol. (Reuters/Carl Recine)

Al finalizar el partido, Ancelotti se rendiría ante sus jugadores. "Al Real Madrid le hemos visto muchas veces este ejercicio de supervivencia, que saca algo que nadie pensaba que lo íbamos a tener. En la tanda estábamos muy convencidos de que nos clasificábamos. Obviamente, a mí me gusta mucho cuando veo un equipo que se sacrifica y que lucha, además de la calidad... Ganar aquí se podía hacer solamente de esta manera", confesó el técnico italiano.

Por su parte, Guardiola alabaría la mentalidad ganadora del Real Madrid. "La suerte no existe. No hemos conseguido hacer otro gol, hemos hecho todo para hacerlo y perder así duele", explicó el catalán. "Felicito al Madrid por su capacidad de defender y resistir hasta el final, lo han hecho muy bien y nosotros en los últimos detalles no hemos conseguido el gol", zanjó Guardiola.

El Real Madrid protagonizó otra noche para la historia en la Champions League (1-1, pase por penaltis). El equipo de Carlo Ancelotti firmó un ejercicio de supervivencia, resistencia, competitividad y épica solo al alcance del Rey de Europa, que jamás se resquebrajó a pesar de estar muerto físicamente desde el minuto 60. Sin Alaba, sin Tchouaméni, sin Courtois ni Militao. Con Bellingham, Carvajal, Valverde, Vinícius o Rodrygo al borde del colapso.

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