Xavi niega el fracaso estrepitoso y se acerca al peligroso "esto es lo que hay" de Koeman
El entrenador culé no pudo contener su enfado tras la eliminación en la fase de grupos de la Champions y emuló el discurso del neerlandés. El Barça pierde más de 20 millones de euros
"Esta es nuestra realidad. Estoy enfadado porque soy culé de sentimiento. Vamos a trabajar para devolver al Barça donde merece, que es ganar la Champions, no caer eliminado en fase de grupos. Pensaba que podíamos competir mejor, pero la realidad nos dice que no". Tres meses después del famoso y criticado "esto es lo que hay" del denostado Ronald Koeman, el protegido del entorno culé, Xavi Hernández, vino a decir lo mismo que el técnico neerlandés. Que el entrenador puede tocar varias teclas, pero aquí, quienes de verdad marcan la diferencia son los futbolistas. Y el Barça, hoy por hoy, tiene a su mejor jugador entre algodones (Ansu Fati) y el resto de futbolistas que conforman la plantilla del primer equipo son, en su gran mayoría, mediocres.
La diferencia radica en que los más jóvenes sí que se acuerdan de lo que representaba Xavi para el Barça, mientras que Koeman pertenecía a una generación diferente. "Es la dura realidad que tenemos ahora. Hay que exigirnos mucho más, aunque hemos presionado alto y les hemos quitado la pelota. Me jode afrontar nuestra realidad, pero nuestra realidad es la Europa League. No me gusta llamarlo 'fracaso', sí decepción, no fracaso. El que lo intenta nunca fracasa", declaraba un dolido Xavi Hernández en los micrófonos de Movistar al finalizar el partido en Múnich. Una declaración que liga más con un eslogan de 'Mr.Wonderful' que con la cruda 'realidad'. Aquella que le susurra al Barça que la mejor noticia del partido de ayer fue el resultado.
Y es que la eliminación del Barça en la fase de grupos de la Champions League 21 años después es un varapalo descomunal para la autoestima deportiva del club y, sobre todo, para las delicadas cuentas azulgranas. La directiva de Joan Laporta tenía presupuestado alcanzar los cuartos de final de la máxima competición continental. Ahí se contemplaban 9,6 millones que otorga la UEFA por pasar a octavos de la Champions, 10,6 por llegar a cuartos más las partidas correspondientes al ‘market pool’ (sponsors y TV) y la recaudación de dos partidos en el Camp Nou. Un agujero de más de 20 millones de euros. Hay motivos de sobra para catalogar la goleada de Múnich -y la eliminación en fase de grupos- como un rotundo fracaso.
El Barça de Xavi fue como el de Koeman
Un 3-0 que ilustra la manifiesta superioridad del Bayern de Múnich, pero que se queda corto a todas luces si uno tiene en cuenta la cantidad de ocasiones claras que tuvo el cuadro local. Pudo ser peor. Mucho peor. Por la entidad del rival, el frágil estado anímico del Barça y la pésima aportación de los suplentes. Al Barça le duró la gasolina 20 minutos y la esperanza, 30. Hasta que el gol de Müller puso patas arriba el plan de Xavi Hernández y el Barça fue aquel equipo que solía ser con Koeman al inicio de curso: sin alma y sin fútbol.
Xavi: "Les he dicho a los jugadores que hoy empieza una nueva etapa. Tenemos que exigirnos mucho más. El @FCBarcelona_es no se merece esto"
— Fútbol en Movistar+ (@MovistarFutbol) December 8, 2021
"Pensaba que podíamos competir de una manera mejor pero la realidad nos dice que no"#LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/8PjDFV8APT
De la velocidad y verticalidad inicial y la rápida recuperación de la pelota se pasó a un conjunto inofensivo. A remolque del rival, sin recursos suficientes y muy lejos del mínimo exigible que demanda una competición tan puntillosa como la Champions League. Con un físico que no permitía igualar la intensidad de un Bayern a medio gas, ya clasificado y al que le bastó muy poco para lograr mucho. No ayudó que Jordi Alba se lesionase, pero el rendimiento de los teóricos pesos pesados fue en la línea de lo que afirmaba Koeman. ter Stegen tragándose un gol ridículo, Piqué perdiendo una carrera al espacio con Lewandowski y el polaco bailándole dentro del área, Memphis Depay sin marcar un gol al arcoíris, De Jong siendo intrascendente y Dembélé atropellando defensas en el pico del área.
¿Qué ha cambiado el Barça con Xavi Hernández en un mes? Pues de momento no mucho. Un impacto emocional importante cuando llegó. Conceptos como la amplitud de los extremos, la presión pospérdida inmediata, la salida de balón más trabajada, los laterales más abajo para iniciar la construcción del juego y... no ha habido tiempo para más ni habrá muchos cambios si Ansu Fati no se recupera y el Barça no acierta en el mercado invernal. Esto es lo que hay sin la flor y sin unos cuantos errores arbitrales favorables que caracterizaron los primeros partidos del técnico catalán. El conjunto azulgrana vuelve a ser ese equipo incapaz de trenzar 90 minutos redondos al máximo nivel.
"El Barça no se merece esto. Vamos a trabajar para devolver al Barça donde merece, que es ganar la Champions, no caer eliminado en fase de grupos", añadía Xavi con el pitido final. Un hilo que seguiría Sergio Busquets, voz autorizada del vestuario y capitán del primer equipo: "No es lo que se merece el club ni los aficionados. Estamos en una situación dura, difícil y que duele. Son muchos factores los que nos han llevado como la situación delicada del club. Las cosas no se han hecho bien. Los jugadores tampoco hemos hecho cosas bien. Es un conjunto de todo".
Con tan solo dos victorias y únicamente dos goles a favor (nueve en contra) en seis partidos en un grupo de dificultad media, el conjunto azulgrana ha firmado una fase de grupos pésima. Con tres goleadas incluidas (tres 0-3 ante Bayernx2 y otra contra el Benfica). Nunca pudo desafiar al mejor equipo de su cuadro ni tampoco ganar ni una sola vez a su rival directo. Si esto no es merecer caer a la Europa League... así lo remarcaría luego un autocrítico Busquets. "Hay frustración, claro. Duele y hiere en el orgullo, pero la situación nos la hemos ganado nosotros. Si hubiésemos hecho más puntos no estaríamos en esta situación. No hicimos las cosas bien en las primeras jornadas. Ganamos los dos partidos del Dinamo. Esta es la realidad y hay que intentar afrontarla de la mejor manera".
"Es verdad que no estamos entre los mejores de Europa. Si no, hubiéramos pasado. No hicimos una buena fase de grupos. Hicimos partidos muy buenos, como el de Benfica. Es una pena porque hay un grupo espectacular, con una calidad tremenda", afirmaba Ronald Araújo. Más veterano de lo que le tocaría ser por edad, pero crecido ante el vacío de poder que se ha abierto en el seno del vestuario esta temporada. Ahora el Barça deberá afrontar su nueva realidad... en la Europa League. Si es que logra pasar la eliminatoria que deberá jugar para estar en la segunda competición más prestigiosa del continente.
"Esta es nuestra realidad. Estoy enfadado porque soy culé de sentimiento. Vamos a trabajar para devolver al Barça donde merece, que es ganar la Champions, no caer eliminado en fase de grupos. Pensaba que podíamos competir mejor, pero la realidad nos dice que no". Tres meses después del famoso y criticado "esto es lo que hay" del denostado Ronald Koeman, el protegido del entorno culé, Xavi Hernández, vino a decir lo mismo que el técnico neerlandés. Que el entrenador puede tocar varias teclas, pero aquí, quienes de verdad marcan la diferencia son los futbolistas. Y el Barça, hoy por hoy, tiene a su mejor jugador entre algodones (Ansu Fati) y el resto de futbolistas que conforman la plantilla del primer equipo son, en su gran mayoría, mediocres.