Champions: El culo apretado de Keylor Navas y el rompecorazones de Julen Lopetegui

Lo de Lopetegui con la portería es más un dolor de corazón que de cabeza por cómo transmite en la sala de prensa sus reservas para no dar a conocer qué portero debutara en la Champions contra la Roma. Le ha dado vueltas a la decisión de si conviene mantener a Courtois -lleva dos partidos de titular en la Liga-, si hace rotaciones o si se marca un triple salto mortal sin red para elegir a Keylor Navas como fijo para toda la Champions. Esta elección es una 'tortura moral' para él y de ahí que desde dentro del club le 'recomienden' con no hacerse "amigo" de los futbolistas... Pero es su manera de ser.

Las consecuencias se las puede imaginar. Si mantiene a Courtois tendrá el vestuario en contra porque Keylor Navas ha sido el portero de las tres últimas Champions. Si apuesta por el costarricense tendrá que aguantar la mala cara de una cúpula del club que presume de haber fichado al mejor portero del mundo. Y si entra en una rotación se arriesga a que ninguno de los dos porteros esté contento con lo que serían dos problemas en un lugar de uno. El rompecabezas se ha convertido en un rompecorazones justo el día después de que el canal oficial del club estrenara y tenga ya como programa estrella el documental con las imágenes por dentro de la Champions ganada al Liverpool: ‘En el corazón de la Decimotercera’.

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El film descubre la privacidad del equipo de Zidane en el hotel de Kiev, el vestuario y la posterior fiesta. En la mañana del partido aparece una conversación en la que Keylor Navas, como un hielo y sentado en la mesa del salón-restaurante, conversa con Marcelo y Casemiro. “Hoy es un día para tener el culo apretado”, dice el costarricense. “No nos puede entrar ni el pelo de una gamba”, responde Marcelo. A Keylor se le ve también en el vestuario, antes de empezar la final y en el descanso, llevar en diferentes momentos la voz cantante para arengar a los compañeros. Quien se piense que es un tipo callado y de perfil bajo se sorprendería al comprobar cómo da órdenes, consejos, motiva y se convierte en uno de los líderes en los instantes de más presión que puede alcanzar un futbolista.

Den por hecho que Julen Lopetegui ha visto el documental que acaba con el mejor y más glorioso final: un equipo campeón de Europa por tercera vez consecutiva y un portero convertido en uno de los cabecillas del vestuario. 150 días después de la conquista de la Decimotercera vuelve el Real Madrid a escena en la Champions con diferente entrenador y el mejor portero del Mundial. Lopetegui podrá no querer mirar al pasado ni estar condicionado por lo que ha conseguido Keylor Navas, pero sería delicioso tener un fonendoscopio en el momento en el que comunique al belga y el costarricense quién juega contra la Roma y cómo va a manejar la portería.

El 'culo pelado' de Courtois

Ha quedado demostrado que Navas sabe lo que es someterse a situaciones de presión y responsabilidad para apretar el culo y salir victorioso. Está por comprobar si Courtois, el fichaje estrella de Florentino Pérez, tiene el 'culo pelado' para aguantar tanto estrés. Porque la exigencia que tiene el belga es para no desearla a cualquier trabajador que llega a una nueva empresa. Por mucho Mundial y tablas que haya podido coger en su etapa en el Atlético de Madrid y el Chelsea, no se puede comparar con lo que le toca vivir en el Real Madrid. Courtois ha sido contratado para no ‘cantar’ y mejorar al costarricenses en la Champions. No es una tarea sencilla.

Lopetegui intenta tomarse este 'tormento' con menos guasa que la última vez que le pusieron entre la espada y la pared en la sala de prensa cuando le preguntaron por la salida de Borja Mayoral y la llegada de Mariano y contestó: “No es lo mismo un guardameta que te la meta un guarda”. Una pregunta que ni le hizo cosquillas si se compara por cómo se le mueve la nuez de la garganta cuando los periodistas disparan para intentar sacarle alguna pista sobre sus planes en la portería. “No voy a decir nada. Reiterarme en que tengo dos magníficas soluciones y tome la decisión que tome seguro que vamos a acertar. Ya he hablado lo suficiente e iréis viendo poco a poco lo que vamos a hacer”, contesta como un robot. Pero no es una máquina y veremos cómo responde su corazón.

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