El desenfreno de Luis Enrique deja una pullita: "Ter Stegen hizo un récord de balones jugados"

Luis Enrique se reafirma en su opinión de que el Paris Saint-Germain no mereció perder el partido de ida de los cuartos de final. Lo arregla felicitando al Barcelona, pero tiene la espina clavada de una derrota con la que no se contaba y le obliga a una remontada en Montjüic. Le convendría ser más justo y humilde. El Barcelona ganó porque aprovechó sus ocasiones, tuvo pegada y supo minimizar el potencial ofensivo del PSG. El marcaje a Mbappé, entre Koundé y Araújo, fue extraordinario.

De esto y de los errores que cometió no habla Luis Enrique antes de enfrentar el partido más difícil desde que fichó por el PSG. En su desenfreno por transmitir que su equipo está preparado para competir y ganar, el técnico asturiano desvela que lo que más le sorprendió de la ida fue la cantidad de balones que pasaron por los pies de Ter Stegen.

No deja de ser una pullita que Luis Enrique se refiera a la influencia que tuvo Ter Stegen en el plan del Barcelona para ganar en el Parque de los Príncipes. Es algo que tiene que contrarrestar para el partido en Montjüic. El Barça hizo muchas cosas muy bien, en defensa, ataque, ganando duelos, con los cambios que introdujo Xavi, especialmente la entrada de Pedri que sirvió para que a los 50 segundos diera la asistencia del segundo gol a Rapinha, con Lewandowski batallador y generoso en el esfuerzo.

Hay bastantes virtudes que hicieron posible una victoria merecida en París para que Luis Enrique destaque la aportación del portero alemán con el balón en los pies. "Nosotros vamos a presionar desde el minuto uno y ellos más al juego largo. Ter Stegen creo que hizo un récord de veinticuatro balones jugados. Creo que el partido se parecerá al de la ida", es la afirmación sorprendente del entrenador.

Luis Enrique ha tenido seis días para encontrar los motivos de la derrota, los fallos y cómo Xavi descubrió con su estrategia los puntos débiles del PSG. Uno de ellos es lo vulnerable que fue el sistema defensivo, la facilidad con la que ganaron la espalda los azulgranas y no hay mejor prueba que el pase elevado de Pedri para Rapinha. También podía hacer autocrítica de la inseguridad de su portero. Donnarumma estuvo nefasto.

Toca remontar

Los defectos no los va a decir porque ya lo habrá hecho de puertas para adentro, pero no cuela quedarse con el juego directo del Barcelona y la participación de Ter Stegen como la clave de un triunfo que desarmó sus diferentes estrategias.

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Le toca remontar y aparece la versión del Luis Enrique que desborda optimismo y asume el papel de favorito: "Nosotros no especulamos y estamos plenamente convencidos de que le vamos a dar la vuelta. Tenemos la idea clara de lo que vamos a hacer". Si se refiere a que el plan del Barcelona es salir a especular, no ha escuchado a Xavi decir que van a ir a la guerra.

"Estamos preparados", es la actitud de valentía con la que se ha presentado Luis Enrique en Barcelona. Encaja en su perfil desafiante y poco prudente. Le sucedió lo mismo en París, antes del partido, cuando dijo que representaba mejor que Xavi el estilo del ADN Barça. En esta ocasión, para rectificar, echa la culpa a la prensa por haber malinterpretado sus palabras y buscar polémica. Dijo lo que dijo, se agrandó, y no quiere líos con Xavi, al que ahora califica de un entrenador top.