Mbappé escenifica el apuñalamiento de Luis Enrique y cómo el PSG busca dañar su imagen

Las reacciones del clan Mbappé tras el cambio de Kylian en el Clásico francés han sido publicar una imagen del jugador enigmática en sus redes sociales y filtrar su indignación. Consideran que Luis Enrique comete una falta de respeto, según informa L'Equipe, con un jugador que no da motivos para que sea sustituido en seis de los últimos siete partidos de la Ligue 1. El último en el que disputó todos los minutos fue contra el Montpellier, el 17 de marzo, y marcó tres goles. No hay razones deportivas, de un bajo rendimiento, ni falta de compromiso para sacarle del campo.

La familia habla de una injusticia, pero Mbappé es todavía más contundente con la imagen que publicó en Instagram y que corresponde al momento del cambio. Se le ve de espaldas, cabizbajo, con el brazalete de capitán en la mano y yéndose bajo el aguacero. Lo considera una puñalada. No es lo que había hablado con Luis Enrique cuando tuvieron un cara a cara y el técnico le transmitió su postura. Le iba a dosificar y le pondría en los partidos claves, los importantes.

El Clásico contra el Olympique de Marsella en el Vélodrome era una de esas citas de máxima dificultad y Luis Enrique le quitó a falta de veinte minutos, con el partido abierto y con un jugador menos en el PSG. A Mbappé le pareció extraño, se frustró y soltó algo por la boca que se interpreta como un insulto al entrenador.

Mbappé se siente engañado por Luis Enrique, pese a que el asturiano comparezca hastiado ante los medios y diga que le agota el tema de las sustituciones del francés. Luis Enrique habla de encontrar la mejor solución para el equipo y que todos están en el mismo barco. Pero si no se entienden las sustituciones, no le importa. Lo mejor para el equipo siempre es tener a un Mbappé, que demuestra estar enchufado, en el césped.

El mensaje camuflado de Mbappé tiene toda la intención de demostrar cómo en el Paris Saint-Germain quieren dañar su imagen por negarse a renovar. No hay solo una razón deportiva, de una rotación, para que estén sucediendo todos estos cambios. Conviene dejarle como un egoísta que reacciona mal cuando le cambian, que tuerce el gesto y se enfada.

Miden sus fuerzas

El PSG está consiguiendo su objetivo. En Francia cada vez hay más partidarios de las decisiones deportivas de Luis Enrique, reforzadas por los buenos resultados y esperanzados con la Champions. Lo que no se puede obviar es que el PSG y Mbappé miden sus fuerzas y en esta contienda fría el que tiene una posición favorable es Luis Enrique.

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El técnico le ha despedido en varias ocasiones, de manera pública, diciendo que le desea lo mejor. Antes del partido contra el Olympique de Marsella sorprendió con estas declaraciones: "Sigo con la esperanza de que Mbappé siga". El discurso de Luis Enrique es contradictorio o falso. Nada ha cambiado en un juego peligroso en el que el futbolista ha comparecido ante los medios, en dos ocasiones durante el parón de Selecciones, y ha tenido la habilidad de no dar pistas sobre su futuro. Mbappé no se equivoca y esto pone de los nervios a los dirigentes.

A la cúpula del Paris Saint-Germain lo que le gustaría hacer con Mbappé es dejarle en la grada, ofendidos con la idea de verle en el Real Madrid. Pero esta medida sería demasiado impopular y dañina. No se puede prescindir del mejor jugador para la Champions, como quedó demostrado en la eliminatoria contra la Real Sociedad. Con lo que se llegó al pacto de que jugara los partidos importantes tras humillarle en Mónaco, el día en el que Luis Enrique le quitó en el descanso y el jugador reaccionó yéndose a al palco del estadio Louis II.

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El PSG fichó a Luis Enrique para ganar y poner orden. Lo segundo es tan importante como lo primero para el presidente Nasser Al Khelaifi tras el descontrol de una plantilla que devoró entrenadores, desunida y con estrellas consentidas que no dieron la talla en la Champions. Anteponer la autoridad del entrenador para imponer disciplina es el camino que ha elegido el PSG desde que conoció que Mbappé no quería renovar.

Luis Enrique no estaría actuando de esta manera con Mbappé ni sería tan atrevido si el capitán no se hubiera negado a renovar. Kylian Mbappé es un activo y un icono, el máximo goleador de la historia del club, y ahora le quieren tratar como si fuera uno más cuando su rendimiento deportivo es excelente. A Mbappé hay que desgastarle. Este es el procedimiento que siguen el PSG y ejecutan cada vez que pueden en los partidos del campeonato francés. Una extraña manera de debilitarle si le necesitas cien por cien motivado para la Champions. La tranquilidad que tiene Luis Enrique es que el futbolista no baja los brazos.