Esto es lo que le importa al dueño del Atleti que el equipo no gane títulos... si juega la Champions
Simeone vuelve a dejar claro cuál es el principal objetivo de Miguel Ángel Gil Marín. La temporada se salva si el equipo se clasifica para la Champions, fundamental para el dueño
"A pensar en el Betis, que es lo que le importa al club" es la conclusión a la que llegó Simeone tras la eliminación en la Copa del Rey. La declaración deja en muy mal lugar a la ambición de un entrenador que debería estar hundido por quedarse sin disputar la final por un título. El Cholo lo que hizo es dejar en evidencia cuál es su máxima responsabilidad. Todo lo que sea que el Atleti juegue la Champions y contar con estos ingresos es considerado por Miguel Ángel Gil Marín como el objetivo cumplido.
El Atlético de Madrid es una empresa deportiva con ánimo de lucro y a Gil Marín, el dueño, le tienen que salir las cuentas. Participar en la Champions vale para cuadrar el presupuesto y en él se incluye el bonus que le corresponde como consejero delegado. Lo importante es estar en Europa la temporada que viene, por pasta y prestigio que repercute en los acuerdos comerciales. Lo de ganar títulos queda en un segundo plano.
Este es el nivel de exigencia del dueño del club. El Atleti lleva once años sin llegar a una final de la Copa del Rey. Es preocupante, pero hay que escuchar a Simeone decir que esta temporada han llegado más adelante en la Copa que en las anteriores. El técnico está desenchufado de la realidad que quieren sus aficionados y no es otra que ilusionarse con ganar títulos. El Cholo está enchufado en cumplir con el reto que le pone Miguel Ángel Gil Marín.
El objetivo para no echar a perder la temporada queda fijado, una vez más, en clasificar al equipo entre los cuatro primeros. Es un desafío de mínimos para los seguidores y de máximos para el dueño y un entrenador que también tiene su prima por meter al equipo en la máxima competición europea.
Las expectativas son pobres para los que piensan que el Atlético de Madrid tiene mejor plantilla que el Athletic. A esto se le llama falta de ambición, poca exigencia y cero autocrítica. Lo grave ya no es la derrota en San Mamés. Es peor ver que el Atleti de Simeone ha perdido identidad y que tiene noches en las que los aficionados rojiblancos se van a la cama abochornados.
Fracaso deportivo
Era una ocasión propicia para pasar a la final y tener la posibilidad de ganar un título en una competición en la que no están ni el Real Madrid ni el Barcelona. Era el turno del Atleti, el equipo que, según Simeone, tiene que esperar al fallo de los dos grandes para ganar títulos. El Cholo tiene que asumir el fracaso deportivo, aunque le quede la aspiración de acabar entre los cuatro primeros de la Liga para evitar el descalabro económico.
Al Atleti le queda disputar el partido de vuelta contra el Inter de Milán en la Champions, pero la sensación es que este equipo, demasiado vulnerable en defensa y con una pérdida alarmante de eficacia arriba, no le da para eliminar al conjunto italiano. Ernesto Valverde ya le ha dado un importante aviso a Simeone de cómo tiene que competir un equipo agresivo para hacerse sólido y contundente en las áreas.
El problema está en competir con el Athletic por la cuarta plaza de la Liga y que Miguel Ángel Gil Marín lo pueda celebrar como un título. Está por ver que Simeone consiga el objetivo del dueño porque el bloque es frágil y se multiplican las dudas. El capitán Koke y Marcos Llorente no ocultaron su preocupación en Bilbao, hicieron más autocrítica que Simeone y hablaron de no estar a la altura y una enorme decepción.
"A pensar en el Betis, que es lo que le importa al club" es la conclusión a la que llegó Simeone tras la eliminación en la Copa del Rey. La declaración deja en muy mal lugar a la ambición de un entrenador que debería estar hundido por quedarse sin disputar la final por un título. El Cholo lo que hizo es dejar en evidencia cuál es su máxima responsabilidad. Todo lo que sea que el Atleti juegue la Champions y contar con estos ingresos es considerado por Miguel Ángel Gil Marín como el objetivo cumplido.
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