Qué hay detrás de la cena de Mbappé con el emir de Qatar y la advertencia de Emmanuel Macron

Kylian Mbappé no se libró, entre jefes de Estado, políticos y altas personalidades que acudieron al Palacio del Elíseo, que le intentaran sacar si tiene firmado su fichaje por el Real Madrid. El interés por saber cuáles son los planes de la estrella del fútbol francés son normales, pero querer sonsacarle si tiene el contrato cerrado con Florentino Pérez sobrepasa los límites de la privacidad. Mbappé, según RMC Sports, contestó que no hay nada firmado con el Real Madrid. Fue objeto de atención en un acto donde estuvo sentado en la mesa presidencial.

Hace tiempo que en Francia se han hecho a la idea de que Kylian Mbappé no va a seguir en el Paris Saint-Germain y que tiene todo su derecho a empezar nuevos retos. Se da por hecho que su destino es el Real Madrid. Los aficionados no tienen nada en contra de la decisión del jugador. Es un ídolo, un futbolista que ha sido campeón del mundo y que dio la cara en la final perdida contra la Argentina de Messi en el Mundial de Qatar.

No hay reproches a Mbappé, pero Emmanuel Macron sigue enredando. Para el presidente de la República Francesa sigue siendo un asunto de Estado que Mbappé no se vaya del Paris Saint-Germain. De ello saca beneficio con Qatar. Todo suma. Es la postura de Macron, que intenta demostrarle al emir de Qatar que todavía se puede hacer algo para que Mbappé cambie de opinión.

Macron se presta a intermediar e influir, en presencia de Tamin bin Hamad Al-Thani en la recepción al emir de Qatar en el Palacio del Elíseo, para advertir a Mbappé que se piense su salida del PSG. El presidente de la República francesa ya lo consiguió una vez con éxito y no tira la toalla. En la recepción de la cena de Estado le pillan las cámaras forofeando con un "nos vas a meter en problemas otra vez".

El presidente de Francia haciendo el trabajo sucio al emir de Qatar para intentar retener a Mbappé en el PSG. Esta es la imagen que ha quedado de Macron. La otra es el frío saludo del emir a Nasser Al-Khelaifi en la recepción. El presidente del PSG es el que peor lo está pasando por no ser capaz de convencer o tener una nueva estrategia para conseguir la renovación de Mbappé.

Nasser Al Khelaifi falla

Lo que se le ha ocurrido a Nasser Al-Khelaifi ha ido de mal en peor. Empleó la mano dura, con el castigo de apartar a Mbappé del equipo y no ir a la gira de pretemporada. Ahora le da plenos poderes a Luis Enrique para que le siente en el banquillo y si es delante de los aficionados en el Parque de los Príncipes, mejor. Así se le puede echar a la gente encima. Hay que hacerle dudar de su fidelidad a un futbolista que es parisino y lleva siete años en el club.

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Lo único que le ha sacado Nasser Al-Khelaifi a Mbappé es un pacto de caballeros, como así lo denomina el presidente del PSG, por el que quiere ser el primero en conocer cuáles son los planes del jugador. Mbappé se maneja con inteligencia en esta ratonera que se ha convertido su salida del PSG. Ha comunicado que está tremendamente agradecido al club por su confianza, pero que no quiere que le presenten más ofertas de renovación.

Mbappé quiere irse de la mejor manera, sin tensiones y con una buena imagen. Pero entre Nasser Al-Khelaifi y Luis Enrique no se lo van a poner fácil, como se está comprobando. Y ahora se suma Macron convirtiendo una cena de Estado en una especie de encerrona. Comprometiéndole y pidiendo que reflexione.

La reacción de Mbappé a la cena en el Palacio del Elíseo la vemos en tres imágenes que publica en las redes sociales y en las que se pone una medalla. La primera, la más grande, es la del saludo a la mujer de Macron (Brigitte) en presencia del presidente de la República y el emir de Qatar. Elige a la mujer. Una señal de educación y respeto. Las otras dos imágenes son cómo entra con la cabeza alta al Palacio y la mirada de desconfianza ya sentado en la mesa presidencial. El futbolista estaba incómodo y a la defensiva.

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Mbappé aguanta, tiene personalidad, pero todavía le queda por resolver en qué términos económicos se va a producir su salida. Nasser Al-Khelaifi ha dejado claro que con todo lo que le han dado no haría bien yéndose libre. Con lo que si no se echa atrás y sigue en la idea de marcharse, tendrá que pagar y dejar alguna cantidad de dinero al club. La única manera de hacerlo es renunciar al bonus de fidelidad, pero queda por ver qué porcentaje de dinero. Son muchos millones de euros los que le corresponden al francés. El jugador intenta demostrar tranquilidad y seguridad.