Escándalos, una doble vida y borracheras: los futbolistas ingleses nunca decepcionan

Hay mitos y leyendas que jamás se espera que sean refutados, tal vez por el miedo a perder un argumento que a priori es sólido. El rendimiento de los futbolistas ingleses en España se encuadraba en este grupo, hasta que llegó Jude Bellingham al Real Madrid. Los blancos esperaban a un chaval emergente y se han encontrado con uno emergido. Este es uno de los perfiles de los jugadores de Inglaterra, pero hay otro, más alejado de la vida que se presupone recomendable para un deportista de élite.

La catadura de los seres humanos no está exenta de manchas en los niveles ético y moral. Aunque el reconocimiento de los errores es un acto de audacia, hacerlo públicamente es una temeridad. No es eso lo que piensa Kyle Walker, futbolista del Manchester City, que reconoció en una entrevista en The Sun, cabecera que siempre ha destacado por su sensacionalismo, que tenía una doble vida y cómo engañó a su exmujer. Los escándalos de algunos futbolistas ingleses, no hay que generalizar, no son nuevos.

George Best tiene el privilegio de ser el futbolista inglés más destacado en este ranking. Fue un grande que incluso ganó un Balón de Oro y la Copa de Europa, pero el fútbol sólo fue a ratos su diversión; ese lugar lo ocuparon las copas de balón. No hubo nadie que lo frenara en esta decisión. Best vivió con la misma intensidad que Mágico González antes de que el salvadoreño se hiciera célebre por su estilo de vida. Como resumió el Mago, "lo que no tiene precio no se le puede poner".

La celebridad de Best no se redujo sólo al fútbol y a la noche; de su boca brotaron frases que todavía perduran en la memoria colectiva. Los ingleses son introvertidos, serios y poco dados a hablar, pero con él no se cumplió el estereotipo. Su locuacidad quedó de manifiesto con estas declaraciones:

Los gustos de Best

1) "En 1969 dejé las mujeres y la bebida, pero fueron los 20 peores minutos de mi vida".

2) "Gasté un montón de dinero en coches, mujeres y alcohol. El resto simplemente lo desperdicié".

3) "Tenía una casa cerca del mar, pero para ir a la playa había que pasar por delante de un bar. Nunca me bañé".

4) "No es cierto que me haya acostado con seis Miss Mundo, sólo fueron tres".

Aquel fútbol inglés de finales de los 70 estuvo cargado de personajes en el sentido más literal de palabra. Brian Clough fue otro que dejó huella por sus frases, por su gusto por el alcohol y por la epopeya que protagonizó en el Nottingham Forest. Fue bicampeón de Europa en 1979 y 1980 con ese modesto equipo. Y el protagonista del mejor cuento que hubo en la ciudad, Howard Pyle al margen.

Clough formó un binomio inquebrantable junto a su segundo, Peter Taylor, hasta que aquello acabó como sólo concluyen algunos amores. Un divorcio y declaraciones cruzadas. En 2003 perdió la vida fruto de un consumo de alcohol excesivo durante tres décadas. Además de una estatua junto a su antiguo amigo, quedaron algunas de sus frases.

La soledad de Gascoigne

1) "Si Dios hubiera querido que jugásemos al fútbol en el cielo, le habría puesto césped".

2) "Dicen que Roma no se construyó en un día. Pero yo no estaba encargado de esa tarea".

Paul Gascoigne no perdió la vida como fruto de su adicción al alcohol; tampoco se quedó muy lejos en 2014. Se desplomó con una botella de vodka en la mano en la puerta de su casa y vio la muerte de cerca en la ambulancia. "Un día después del siniestro, el hospital dijo que había muerto dos veces en la ambulancia. Tuve que ponerme todos los dientes fijos, me rompí nueve. ¿Si mi corazón dejó de latir? No sé, yo estaba muerto".

No fue el único episodio de su vida que resultó un escándalo. Gascoigne se peleó con Liam Gallagher, cantante de Oasis, en el Club Groucho de Londres en 2010. El exfutbolista había bebido bastante y aquel día acabó con una agresión.

Esta adicción al alcohol lo llevó a un centro de tratamiento, un lugar con el que nunca mostró ningún tipo de afinidad. "A algunos centros de tratamiento les gusta darte títulos, como que tengo un trastorno bipolar. Hubo una época en la que tenía más títulos que Muhammad Ali: eres bipolar, OCD… Lo que realmente soy es alcohólico. No necesito pastillas".

En el foco de nuevo

Los protagonistas en las últimas semanas han sido Walker y Marcus Rashford, delantero del Manchester United. "Tomé elecciones y decisiones estúpidas. Lo que he hecho es horrible y asumo toda la responsabilidad. No puedo empezar a pensar o imaginar por lo que está pasando Annie (Kilner, su exmujer). Intenté preguntarle, pero no hay dolor… El hombre que debería amarla, cuidarla y estar ahí para ella le hizo eso. Mis acciones han causado mucho dolor a mucha gente. Lo siento porque, como familia, esto no debe suceder", explicó Kyle, que tiene tres hijos con su exexposa a pesar de formar una familia a sus espaldas con Lauryn Goodman, su amante.

La culpa estuvo presente en él, pero siguió con esa aventura que le ha costado el divorcio. "Ha habido días en esta terrible experiencia en la que sólo quería hacerme un ovillo e irme a dormir. El único culpable soy yo. Tengo roles y responsabilidades de los que soy consciente y he tomado decisiones estúpidas. Pero necesito reconocer mis errores; se lo debo a todos".

Walker estuvo cerca de fichar por el Bayern de Múnich a pesar de estar cómodo en el City. Su único objetivo era dejar atrás el asedio de la prensa británica. "Traté de escapar. ¿Quería irme del City? No, por supuesto que no. Somos el mejor equipo del mundo en este momento. Pero era una oportunidad de alejarme de Inglaterra y de la atención de los medios".

Rashford ha sido otro de los protagonistas negativos de la semana. El futbolista viajó a Belfast para visitar a un amigo y tenía que presentarse el viernes al entrenamiento del Manchester United. No fue y alegó que estaba enfermo. Era mentira. Se filtraron imágenes en las que apareció de fiesta la noche anterior. Según The Sun, bebió tequila durante 12 horas, terminó lanzando fajos de billetes y tuvieron que acostarlo porque se desmayó a las tres de la mañana.

Jack Grealish protagonizó una de las mayores borracheras que se recuerdan tras ganar la Copa de Europa. El comportamiento del futbolista inglés fue motivo de crítica en el resto del mundo, pero en Inglaterra le mostraron devoción. Pasó lo mismo con Best o Gascoigne cuando se supo su adición al alcohol.

Este comportamiento, sin embargo, contrasta con el de otros futbolistas como David Beckham o Gary Lineker, ejemplos por su conducta. Quizá este modo de vida explique por qué a unos se los recuerda como futbolistas y a otros como modelos o comunicador. Cuestión de perspectiva.