"No fue un robo, fue un encargo". El misterioso butrón en la Federación Catalana de Fútbol

Una semana después del robo en la Federación Catalana de Fútbol (FCF), las piezas siguen sin encajar. Los ladrones entraron en la sede del fútbol catalán el pasado 31 de diciembre, en Nochevieja, aprovechando que todo el mundo estaba distraído para perpetrar un butrón y acceder al interior de la sala.

Los cacos realizaron un agujero en la pared y neutralizaron las alarmas. Una vez dentro, los ladrones se llevaron una caja fuerte y, sobre todo, documentos relacionados con el caso Soule que provocó la caída del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar.

Según el propio organismo, "los autores del robo conocían perfectamente las instalaciones", así como "la disposición de los despachos y quién trabaja en ellos". Los ladrones accedieron a los cajones y a los armarios de las áreas de Presidencia, Dirección General y el Departamento de Contabilidad.

"En esas salas había de todo: televisores, pantallas, ordenadores... pero solo se llevaron documentación", señala una fuente de la Federación Catalana de Fútbol a este periódico. "Parece muy evidente lo que buscaban... y lo que encontraron", añade otra voz de la FCF.

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No se llevaron dinero en efectivo

Los ladrones no entraron en las salas del Comité Técnico Arbitral Catalán, según ha podido saber El Confidencial. "Los que lo hicieron sabían lo que hacían. Eso no fue por casualidad. Fue por encargo y alguien lo planeó. Algunos se están poniendo nerviosos", remarca una fuente de la FCF.

Los atacantes tampoco se llevaron dinero. "Antes, hace unos 15 años, los clubes de fútbol venían a la Federación y pagaban un buen dinero en efectivo. Podría haber habido un buen pellizco, si hubiese sido hace una década, pero ahora todo va por La Caixa", cuenta. "Entraron por otro motivo y el robo de dinero no era el motivo", añade.

El asalto se produjo en un momento en que el director general del organismo, José Miguel Calle, estaba recopilando información desde hacía pocas semanas a requerimiento de la Audiencia Nacional sobre las obras que la entidad realizó en la sede federativa de Cornellà.

Josep Contreras, en el foco

Una trama investigada por presuntos desvíos de fondos entre la federación española y la catalana durante el mandato de Andreu Subies al frente del organismo catalán (2011-2018), coincidiendo con el de Villar en la RFEF (1988-2017).

En octubre de 2018, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil procedió a la detención de Josep Contreras Arjona, fallecido a finales de 2022, que en ese momento desempeñaba un cargo directivo en la Federación Catalana de Fútbol.

Ese mismo día, fue arrestado también el entonces vicepresidente económico de la RFEF, Andreu Subies. Luis Rubiales había elegido a Subies como persona de confianza al inicio de su mandato y apeló a su presunción de inocencia.

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La Guardia Civil y la Audiencia Nacional acusaron a Subies por adjudicar obras de forma irregular a Contreras Arjona a través de sociedades como Radamanto SL. Operaban en el entorno de la Federación Catalana y eran financiadas indirectamente por la RFEF, que dirigía el anterior presidente, Ángel María Villar, detenido también por corrupción en el marco de la operación Soule.

Además, la Audiencia Nacional señaló a esta firma y al directivo culé por formar parte de un fraude millonario a las arcas de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que superó los 22 millones de euros. En este sentido, cabe recordar que Radamanto SL es una de las empresas bajo el foco de los investigadores del caso Negreira.

La sociedad estaba controlada por el exdirectivo del Barça Contreras Arjona, hasta su muerte en 2022. Es una de las mercantiles que presuntamente sirvieron para canalizar durante años los pagos del club azulgrana al vicepresidente de los árbitros, José María Enríquez Negreira.