Benzema no mejora en Arabia tres meses después de dar la espantada del Real Madrid

Karim Benzema dio un giro radical a su vida para dejar España por Arabia Saudí y el Real Madrid por el Al-Ittihad. "Soy musulmán y voy a vivir en un país musulmán. Es donde quiero estar", manifestó el día de su presentación con su nuevo club. Habló de la grandeza de un equipo que acababa de ganar la Liga saudí, de la pasión de los aficionados y sus retos para seguir ganando títulos. Tres meses después, Benzema pasa por un momento delicado con las lesiones y poco se sabe de él. Vive en Yeda, no concede entrevistas, estaba hospedado en la última planta de un lujoso hotel a la espera de encontrar un domicilio, generó mucha expectación en sus primeros partidos y las lesiones le han frenado.

El rendimiento en el campo no está a la altura del que se esperaba del Balón de Oro. Su equipo ocupa la segunda posición en el campeonato local, él ha marcado tres goles en seis partidos y no ha podido jugar en el inicio de la Champions asiática. Las lesiones siguen siendo su tormento. La pasada temporada se llegó a perder 15 partidos por diferentes problemas (fatiga, problemas en el tobillo, cuádriceps...) y el cambio a Arabia lo veía como un nuevo punto de partida para poner fin a este calvario, limpiar la mente, olvidar las tensiones que le llevaron a dejar la Selección francesa y volver a disfrutar del fútbol.

Este cambio era vital, profesional y económico. Vivir en un país musulmán y jugar al fútbol sin la exigencia, presión e intensidad que tuvo durante los 14 años que estuvo en el Real Madrid lo consideró necesario. El plan, en lo deportivo, no funciona como se esperaba. A finales de agosto se tuvo que retirar de un partido contra el Al Wheda, antes del descanso, al sentir un pinchazo. Los problemas musculares no remitieron y tampoco pudo debutar en el primer partido de la Champions asiática contra el equipo uzbeco del OKMK. De nuevo, problemas musculares que le imposibilitan tener continuidad.

Lesiones e inseguridad

Benzema lleva tres partidos consecutivos sin poder jugar y en el cuarto, el que se tenía que haber jugado este lunes, se quedó fuera de la lista de convocados. Era el segundo encuentro de la Champions asiática contra el Sepahan iraní y se suspendió por falta de seguridad, según el comunicado de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC). Entre los banquillos se encontraba una estatua de Qasem Soleimani, un militar abatido en 2020 por Estados Unidos, considerado como un combatiente terrorista del Estado Islámico. En Irán es un mártir y claman venganza. El equipo de Benzema se negó a salir al campo. Se considera a Arabia un aliado de Estados Unidos.

TE PUEDE INTERESAR

Un terremoto pasa por Nápoles con la exhibición de Bellingham y el misil de Fede Valverde (2-3)

Ulises Sánchez-Flor

Esto es solo un apunte más para saber dónde se ha ido a jugar Benzema. En lo que a él se refiere, las lesiones siguen siendo el problema más grave para un futbolista que en diciembre va a cumplir 36 años. No está siendo protagonista en la Liga saudí a nivel individual, donde sí destaca Cristiano Ronaldo en el Al Nassr por su capacidad física para jugar todos los partidos y por algo que nunca se le olvida al portugués: hacer goles. Cristiano lleva 10 goles y 5 asistencias en el campeonato saudí. El luso también marca en la Champions asiática.

En Arabia se espera con gran interés el duelo entre dos figuras, dos leyendas del Real Madrid, los máximos goleadores de la historia del club blanco (Cristiano con 451 tantos y Benzema con 354). El partido más deseado se disputará el 16 de diciembre en el estadio King Abdullah de Yeda. Benzema tiene tiempo para recuperarse, coger ritmo y encontrar su mejor forma física. No puede fallar, tiene el rol de estrella, pero el de líder se lo ha ganado otro francés: N'Golo Kanté. El ex futbolista del Chelsea es más determinante que el exmadridista. Se habla más de lo bien que se han adaptado Kanté y Fabinho, exjugador del Liverpool, y de su aportación.

Los problemas de Benzema empezaron hace un año en el Real Madrid con una fatiga muscular que le impidieron entrar en los planes de Ancelotti. Focalizó su recuperación para llegar bien preparado para la disputa del Mundial de Qatar. Días antes del debut en la cita mundialista tuvo que parar por unas molestias en el cuádriceps de la pierna izquierda. Didier Deschamps decidió desconvocarle, abandonó la concentración de Francia en silencio, pero enfrentado al seleccionador. Más tarde le calificó de mentiroso por no ser una lesión grave. Benzema dejó la Selección, se centró en el Real Madrid, pero tuvo más lesiones que le hacían parar, arrancar y recaer.

TE PUEDE INTERESAR

El adiós de David de Gea parece irremediable: qué ha pasado para que haya caído en el olvido

Ulises Sánchez-Flor

La eliminación en la Champions contra el Manchester City la asumió como un final de ciclo en el Real Madrid. Habló con Florentino para explicarle que lo había dado todo al Real Madrid y que necesitaba un cambio. Alteró los planes del club, que contaba con él para esta temporada, pero se marchó con una despedida fría del Bernabéu. Con una fotografía con Florentino en el césped, ya con el estadio vacío, y el regalo de su camiseta con el número de títulos (25) y la dedicatoria: Para mi presi, KB9. Extraña para la grandeza de este futbolista. El cambio a Arabia, con un contrato de tres temporadas a razón de 100 millones de euros anuales, no va bien en lo deportivo por las lesiones. En sus tres primeros meses en Arabia no se ha visto al mejor Benzema y se espera que regrese en el partido de Liga de este viernes contra el Al Ahli de Gabri Veiga.