"Nunca daría la imagen de Rubiales". Rocha, el hombre tranquilo que quiere reinar en la guerra de la RFEF

Dijeron de Winston Churchill que no es lo mismo ser hombre para los tiempos de guerra que para los de paz. Pedro Rocha, presidente interino de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y sustituto provisional de Luis Rubiales, no tiene el mismo estatus que el ex primer ministro británico y uno de los hombres más relevantes de la historia reciente de Europa. Pero la situación se antoja similar, con el instante más oscuro que jamás se haya visto en Las Rozas. Gobernar en una institución llena de desconfianzas y traiciones es la ardua tarea que le ha sido encomendada al presidente de la Federación Extremeña.

"Es una persona cercana, trabajadora, tolerante y generosa", explica Fran Núñez, directivo en la Federación Extremeña con Rocha, a El Confidencial. El nuevo presidente de la RFEF llevaba una década en el cargo en Extremadura antes de sustituir a Rubiales. "Ha sido positivo trabajar cerca de Pedro. Entró en una época difícil y le dio una vuelta a la situación. La gestión anterior no había sido buena y él saneó a la institución. Tuvo un papel de bisagra".

El funcionamiento de las estructuras

La situación de la Federación Extremeña era bastante complicada en 2013. El presidente era Juan de Dios Monterde, que fue imputado por un presunto delito de apropiación indebida, una causa sobreseída a posteriori por el juez. Rocha se presentó, auspiciado por Ángel María Villar, y ganó las elecciones con el claro objetivo de reducir la deuda de la entidad, algo que ha conseguido.

Rocha entendió rápidamente el funcionamiento de las estructuras territoriales. En 2013, el proceso electoral fue supervisado por la Dirección General de Deportes de Extremadura. No había precedentes de algo así. La victoria frente a Elisardo Plaza lo colocó al frente de la federación, el paso previo al sillón de máximo poder del fútbol español. El triunfo llegó tras hacerse con los apoyos de la candidatura de Monterde, predecesor del que había sido vicepresidente durante tres años.

Ventura Pozo ha sido rival de Rocha por partida doble en las elecciones. En 2013, integró la candidatura de Elisardo Plaza y en 2020, la de Sancho Bejarano. Ambas veces perdió los comicios. Lo explica en El Confidencial. "En 2013 hablé con Rocha, que quería que fuese en su candidatura. Pero yo le había dado mi palabra a Elisardo Plaza y no la rompí. En 2020, fui con Sancho y tuve varios malentendidos con Pedro. Sin embargo, nos reunimos y limamos asperezas. Creo que se va a presentar en las próximas, en 2024, e iremos juntos. Ya lo hablamos y hay buena sintonía".

¿Promesas incumplidas?

Esa sería, en caso de que se presentara, la tercera legislatura de Rocha al frente de la Federación Extremeña. Sorprende porque sostuvo en la presentación de su candidatura, en 2013, que quería limitar a solo dos mandatos el tiempo máximo para un presidente. "Su gestión tenía que ser buena, porque si no, no lo habrían nombrado presidente", dice Ventura Pozo. "Había mucha gente en la candidatura de Elisardo, me llamaron y me fui con ellos. No lo hice de forma desatada, acabando mal con Pedro".

"Fue un hombre de consenso en la federación territorial", dice Ángel Marcos, entrenador del Cacereño con el que Rocha fue delegado, a El Confidencial. "Ahora ha colocado la federación a un nivel muy alto. La gente está contentísima con él. Arregló la deuda en los últimos de Villar".

La vinculación al fútbol

"Su perfil no tiene nada que ver con lo que había. Es una persona trabajadora que le va a dar un enfoque bastante realista al fútbol español", dice Núñez. Su trabajo, al margen del fútbol, está ligado a la gestión empresarial. Desde 1993, tiene tres establecimientos de su propiedad: una tienda de vestidos de novia, otra ropa de hombre y una cafetería con pastelería. Además, es un enamorado del fútbol sala.

Rocha jugó al fútbol cuando era un chaval, pero acabó en el fútbol sala, donde alcanzó la máxima categoría. Habla Núñez: "Siempre ha estado vinculado a la pelota, de una manera u otra. Entiende de fútbol, porque lo ha mamado desde las categorías inferiores. Con los años, su posición le ha permitido conocer otro tipo de fútbol. Es bastante conocedor de lo que sucede en los clubes, algo que no ocurre con todos los dirigentes".

"No me sorprendió su elección, porque tiene capacidad de gestión. Los propios compañeros habrán visto que puede representar al fútbol español", sostiene Núñez. Ahora, sin embargo, esos compañeros lo observan con desconfianza, porque creen que su actitud denota colaboración con el entorno de Rubiales.

La declaración en el juzgado

Rocha tuvo que declarar ante Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz en 2018 por una querella presentada contra la Junta Electoral de la Federación Extremeña por su rival en las elecciones de 2018, Sancho Bejarano. En ese proceso electoral continuó como máxima autoridad del fútbol extremeño.

"Él es reservado y comedido. Sería imposible que diera una imagen así, como la de Rubiales. Seguro que lo han elegido porque tendría buena relación con sus homólogos de las territoriales, que dependen claramente de la Federación Española", explica Núñez.

"Se va a desvivir por la RFEF porque lo conozco. Cuando estaba en el Cacereño, le quitaba tiempo a su trabajo para gestionar el club. Es una persona que está en la línea de que lo se necesita ahora; es el más capacitado para este momento. Estamos a muerte con su figura", sostiene Marcos, que comprobó en primera persona la parsimonia de Rocha.

Rocha es un tipo tranquilo. Ni con los nervios de un partido era capaz de perder la calma. Lo cuenta Marcos. "De delegado aprendió muchísimo de fútbol y nos daba mucha tranquilidad, porque no era vehemente con los árbitros. A él no lo colocaron porque sí en la territorial, ya que llevaba en el fútbol amateur desde los 80".

¿Podría presentarse Rocha a las elecciones de la RFEF de 2024? "Por amistad no me gustaría, porque la coyuntura es bastante revuelta. Eso sí, si se lo pidieran los de las territoriales, estaría encantado de la vida", argumenta Marcos.

Las Rozas era el Disneyland particular de Rubiales hasta que la FIFA le bajó el pulgar. Pero esto no es una carrera de 100 metros, sino una maratón. Y su entorno confía en mantener el control con Rocha al frente, al menos hasta la celebración de las elecciones de 2024. El juego de tronos todavía no ha acabado. Una guerra no siempre conlleva la paz.