Así juega el Atalanta, rival del Real Madrid en la Champions

El conjunto revelación de la pasada edición de la competición del KO llega al duelo de octavos de final tras acceder como segundo en uno de los grupos más difíciles de esta edición, donde coincidió con Liverpool, Ajax de Amsterdam y Midtjylland. Los de Gian Piero Gasperini, en plena guerra civil a causa del enfrentamiento entre su técnico y el jugador estrella (Papu Gómez) y con Walter Mazzarri ya sonando como sustituto, forman parte del selecto club de equipos incómodos a los que uno prefiere no enfrentarse.

El Real Madrid se enfrentará al pegajoso sistema defensivo italiano diseñado para repetir esfuerzos durante los 90 minutos. Gasperini buscará asfixiar la salida de balón blanca por todo el campo a través de sus habituales marcas individuales como ya hizo el Borussia Mönchengladbach en Valdebebas. El modelo de juego también da pie a que, en caso de superar a su par, el rival tenga la oportunidad de rebasar las líneas defensivas bergamascas.

En este sentido, la calidad técnica de la plantilla de Zinédine Zidane deberá hacer gala de su precisión y no perder balones en zonas sensibles, puesto que la entidad italiana es experta en castigar contundentemente los errores del rival.

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Albert Ortega

La figura de Sergio Ramos como iniciador del juego y su gama de soluciones con la pelota tanto en largo como en corto debería permitir al Real Madrid ver el choque con otros ojos. Del mismo modo, la pareja que conforman Toni Kroos y Luka Modric en la sala de máquinas será clave para deslabazar el sistema defensivo adversario a través de los cambios de orientación. El Atalanta intensificará su marcaje sobre ambos y por eso el central blanco se verá obligado a tener que dar un paso al frente.

En esta línea, no hay mejor receta que el desborde en el 1 vs. 1 si se pretende superar un sistema defensivo basado en los marcajes individuales. Hablamos de las conducciones de Modric, Ramos, Mendy o Carvajal con la intención de aglutinar jugadores y soltar el balón al hombre libre, pero también del desequilibrio que Vinícius Júnior, Eden Hazard y Rodrygo Goes podrían aportar.

En fase ofensiva, todo transcurre muy rápido y la entidad pretende llegar arriba a través de las conducciones de sus carrileros (Hans Hateboer y Robin Gosens) y la verticalidad. Con un fútbol más lento de lo habitual y sin generar tantas ocasiones como la pasada campaña, el Atalanta está en proceso de recuperar la pegada que exhibió en la pasada edición hasta convertirle en el equipo de moda del final del invierno. El Real Madrid deberá afrontar un cruce mucho más complicado de lo que parece a simple vista.