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David Barral busca equipo a los 37 años: el chico al que Florentino le pidió su camiseta
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el gaditano se niega a colgar las botas

David Barral busca equipo a los 37 años: el chico al que Florentino le pidió su camiseta

David Barral es uno de esos futbolistas que están en el paro por culpa de la crisis que genera el coronavirus. Necesita competir, que confíen en él, porque no le falta hambre ni energías

Foto: David Barral después de un entrenamiento para mantener la forma física. (@barral23)
David Barral después de un entrenamiento para mantener la forma física. (@barral23)

No necesita el dinero para comer, pero sí el fútbol para vivir. David Barral es uno de esos futbolistas que están en el paro por culpa de la crisis económica que genera el coronavirus. Libre, a coste cero, en otra coyuntura sí podría encontrar más facilidades. Pero no llegan las ofertas por los recortes de los clubes en un escenario de incertidumbre. Como él hay muchos otros compañeros que siguen sin encontrar equipo y entrenan en solitario para no perder la forma física y estar preparado para esa llamada del representante o un director deportivo que le devuelva la rutina y su pasión por el fútbol.

David Barral tiene un nombre en esto del fútbol, pero también una edad. Los 37 años se pueden mirar como el principal obstáculo para un jugador que debería estar de vuelta y desgastado. No parece ser su caso. Se niega a colgar las botas y acabar con una trayectoria de más de 15 años que empezó en un viaje de San Fernando a Madrid cuando era un juvenil y tenía 16 años. De Cádiz a la cantera del Real Madrid inició la aventura un chaval que se quería comer el mundo, con un desparpajo, atrevimiento y frescura en su fútbol que llamó la atención de los dos responsables del departamento de captación de jóvenes talentos del Real Madrid: Ramón Martínez y Paco de Gracia.

Los ojeadores suelen tener apuntadas las comarcas de Sevilla, Las Palmas y Cádiz como sitios estratégicos para captar jóvenes talentos. Dicen que son zonas que por la forma de vida de los chicos, el clima, la calle y su carácter desarrollan cualidades y habilidades que les hacen diferentes. Así llegaron el sevillista Sergio Ramos y el canario Jesé Rodríguez al Madrid. Son dos ejemplos. El gaditano David Barral lo hizo mucho antes, a principios del año 2000, como un prometedor goleador.

La firma a Florentino

De la cantera del San Fernando pasó al juvenil del Real Madrid y aquí empezó un largo trayecto para un goleador que ha ido pasando de equipo en equipo y cambiado de país en país. El Madrid lo cedió al Fuenlabrada (marcó 17 goles). Regresó al club blanco para jugar en el filial que entrenaba Juan Ramón López Caro y aquí tuvo de compañeros a Soldado y Negredo, entre otros, que hoy siguen compitiendo en Primera división. El primero en el Granada y el segundo en el Cádiz. Esa temporada subieron a la Segunda división y en el club se celebró como un éxito por salir del pozo. Arbeloa, Rubén de la Red, Javi García… eran otros de sus compañeros.

Era la temporada 2004-05 y por esas fechas se vivió en el club un hecho para la historia. Florentino Pérez inauguraba, hace ahora 15 años (30 de septiembre de 2005), la Ciudad Deportiva de Valdebebas con la presencia del alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. En el acto estaba presente Alfredo Di Stéfano para cortar la cinta inaugural. “Marqué el primer gol en un partido oficial en la Ciudad Deportiva de Valdebebas y Florentino me pidió la camiseta después del encuentro. Se la firmé y supongo que iría para el museo”, cuenta David Barral con nostalgia a El Confidencial. Fue en un partido contra el Valladolid.

A partir de aquí empezó el viaje de un futbolista que pasó por el Sporting de Gijón, con el que logró el ascenso a la Primera división, y empezar a salir al extranjero cada cierto tiempo. Se fue a Turquía, volvió a España para jugar en el Levante y convertirse en el máximo goleador del club en Primera, marchó a Dubai, volvió al Granada, se fue a Chipre y de nuevo a Cádiz. De aquí a Japón y finalmente al Racing de Santander donde ha estado jugando la pasada temporada.

“Tenía un año más de contrato con el Racing, pero al bajar a la Segunda división B el contrato se rompió. Me quedé sin equipo y necesito jugar. No estoy desesperado, pero siento que tengo energías e ilusión para seguir y ser competitivo en un equipo de Segunda o un Segunda B con aspiraciones al ascenso”, comenta Barral con los nervios de saber que el tiempo pasa y las ofertas no llegan. Como se caracteriza por tener un buen humor llega a decir que es capaz de poner un anuncio en Wallapop.

Pide una oportunidad

“Se pasa mal estando en el paro. Es un poco extraño. Sé que tiene que llegar el momento de la retirada, pero el mío no siento que ha llegado. Físicamente estoy bien y el año pasado competí bien en Segunda división. Estuve a un buen nivel y puedo seguir jugando perfectamente. Me cuido, es mi pasión y estoy en condiciones para hacerlo bien donde vaya. Con 37 años uno todavía tiene fútbol en los pies y yo tengo la ilusión y las ganas de cuando tenia veinte años”, comenta David Barral después de otro día en el que le ha metido al cuerpo una carga de trabajo en el gimnasio y ha salido al campo a correr 15 kilómetros.

David Barral ha jugado más de 250 partidos en la Primera división y ha marcado 46 goles. La edad juega en su contra, pero también se puede mirar como algo positivo para aprovechar la experiencia. De lo que no hay duda es que tiene hambre de competición y ganas de que le den una oportunidad para demostrar que la cabeza y las piernas responde y, mientras otros a su edad o antes se retiran fatigados y hastiados, él promete seguir batallando. Confiesa que ya no juega por dinero, sino porque no ha perdido la vocación y la ilusión y lo necesita en su vida. Un día pasó a la historia del Real Madrid y en el final de su carrera se resiste a estar en el paro por una cuestión de edad. No lo acepta este tipo de personalidad dicharachera y guerrero en el campo.

No necesita el dinero para comer, pero sí el fútbol para vivir. David Barral es uno de esos futbolistas que están en el paro por culpa de la crisis económica que genera el coronavirus. Libre, a coste cero, en otra coyuntura sí podría encontrar más facilidades. Pero no llegan las ofertas por los recortes de los clubes en un escenario de incertidumbre. Como él hay muchos otros compañeros que siguen sin encontrar equipo y entrenan en solitario para no perder la forma física y estar preparado para esa llamada del representante o un director deportivo que le devuelva la rutina y su pasión por el fútbol.

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