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Por qué Messi mete presión a Quique Setién en el desconfinamiento
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el toque de atención del argentino

Por qué Messi mete presión a Quique Setién en el desconfinamiento

Reaparece Messi en su modo más ambicioso y exigente para recordar al entrenador cántabro que el juego tiene que mejorar y ser más fiable para ganar títulos en esta extraña temporada

Foto: Leo Messi, con mascarilla, acude al entrenamiento individual del Barcelona. (Efe)
Leo Messi, con mascarilla, acude al entrenamiento individual del Barcelona. (Efe)

Messi se puede permitir decir lo que quiera y hacer lo que le dé la gana. Hasta meterle presión a Quique Setién en la fase inicial de desconfinamiento. Quiere ganar. Considera que se pueden aprovechar de este parón de las competiciones y se lo hace saber al entrenador públicamente. Es Messi en su modo más ambicioso y dando toques de atención. Si no le gustan las formas del club sobre la gestión de la rebaja salarial de la plantilla provocada por la crisis del coronavirus suelta un comunicado-bomba. Lo secundan los compañeros para señalar que hay dirigentes que se dedican a filtrar informaciones.

Lo que más daño le puede hacer al vestuario es que recaiga sobre ellos un poder que niegan tener y unas informaciones que les dejan de caprichosos y egoístas. Lo mismo hace con el director deportivo, Eric Abidal, por sentir que responsabiliza a los jugadores del despido de Ernesto Valverde. Messi no es que esté por encima del club. Es que lleva un tiempo en el que se le han hinchado las narices y no se calla. Ha pasado de no hablar nada a un chorreo de manifestaciones para proteger y defender la profesionalidad del vestuario y exigir más a dirigentes y cuerpo técnico.

placeholder Messi y Quique Setién en un entrenamiento. (Efe)
Messi y Quique Setién en un entrenamiento. (Efe)

La última aparición es en los medios deportivos catalanes (Sport y Mundo Deportivo) para hacer unas serias reflexiones y matizaciones a Quique Setién. El cántabro tiene que pararse a pensar si ha hecho algo mal. Messi tiene claro que el parón de las competiciones por el coronavirus les beneficia porque el juego carecía de fiabilidad. Ya lo dijo antes del confinamiento, cuando Setién se esmeraba en vender un estilo con más teoría que práctica, y que no convencía. "No da para ganar la Champions", decía el capitán. Setién le replicó. No podía quedar el técnico como un vendehúmos. Pero Messi se reafirma en el regreso a la nueva rutina: “Nunca dudé de la plantilla que tenemos y no tengo dudas de que se pueda ganar todo lo que queda, pero no jugando de esa manera que veníamos jugando”.

La exigencia de acertar

Es una opinión contundente. Directa al entrenador. Messi deposita la confianza en sus compañeros y reflexiona sobre el estilo más conveniente y acertado para lo que queda de temporada, si se consigue finalizar. “Quizás Setién lo entendió mal o se lo explicaron mal. No podemos ganar la Champions jugando como antes del parón”, es una autocrítica de la que tiene que tomar nota un cuerpo técnico al que también le puede haber venido bien este parón. Setién llegó de forma acelerada y en una crisis dura en lo institucional. El técnico cántabro, elegido por su filosofía 'cruyffista', pretendió con sus promesas recuperar la ilusión y meterse a la directiva y los aficionados en el bolsillo desde el primer momento. Pero descarriló en el Clásico del Bernabéu y de eso no se puede olvidar ni Messi. Pese a que, con el tropiezo del Real Madrid en el campo del Betis, se recuperara el liderato.

Para ganar títulos, según Messi, hay que estar perfectos desde el banquillo, muy acertados en las decisiones y ver lo que es más conveniente cuando se ponga en marcha esta Liga express que se tiene que resolver en un maratón de once partidos. Después, en agosto, llegará (siempre a expensas de la evolución del covid-19) el momento de quitarse esa espina clavada que es la Champions. Es la exigencia de Messi cuando matiza que no duda de la plantilla y lanza este mensaje para que Setién no se estrelle. No es fácil cogerle el pulso a una plantilla tan diversa y del potencial del Barça. Setién, como dice Messi, se puede ver beneficiado con el parón.

Todo esto lo lanza la estrella argentina en el día que aparece dándose un apasionado beso en la boca con Antonella. Lo que se conoce, coloquialmente, como un morreo para el videoclip de Residente: ‘Antes que el mundo se acabe’. Una imagen poco habitual en Messi o desconocida por el cuidado que tiene de su vida privada y cómo se desmelena con su esposa. Son las cosas de Leo Messi. Del chorreo a Setién al morreo con su mujer.

Messi se puede permitir decir lo que quiera y hacer lo que le dé la gana. Hasta meterle presión a Quique Setién en la fase inicial de desconfinamiento. Quiere ganar. Considera que se pueden aprovechar de este parón de las competiciones y se lo hace saber al entrenador públicamente. Es Messi en su modo más ambicioso y dando toques de atención. Si no le gustan las formas del club sobre la gestión de la rebaja salarial de la plantilla provocada por la crisis del coronavirus suelta un comunicado-bomba. Lo secundan los compañeros para señalar que hay dirigentes que se dedican a filtrar informaciones.

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