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El gesto egoísta de Toni Kroos en el Real Madrid y su mala cara
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mala cara tras ser sustituido contra el betis

El gesto egoísta de Toni Kroos en el Real Madrid y su mala cara

Toni Kroos va tomando nota y en la sustitución contra el Betis puso mala cara. No la quitó dentro del vestuario ni cuando salió en dirección al autobús

Foto: Toni Kroos fue titular contra el Real Betis y jugó 70 minutos. (EFE)
Toni Kroos fue titular contra el Real Betis y jugó 70 minutos. (EFE)

Zidane creía tener controlados los egoísmos del vestuario, pero va a ser que no es posible. Un jugador del Real Madrid y, si se le añade que se siente intocable, no deja de ser un foco de conflicto. En las derrotas salen a florecer este tipo de problemas de índole individual. El problemático es Toni Kroos. Tras la derrota contra el Betis se marchó del estadio verdiblanco con ese gesto de ofendido por sentirse señalado con un cambio. Estaba molesto. Lo escenificó cuando vio que iba a ser sustituido. Puso el gesto de rechazo, serio y la habitual mirada de desaprobación. Salió andando del campo en tensión y pasó de largo cuando estaba cerca de Zidane.

El alemán lleva un tiempo sin entender por qué tiene que ser uno de los que entran en las rotaciones. No le gustan, aunque parezca aceptar la filosofía de un entrenador que ha sido capaz de convencer a Cristiano Ronaldo, cuando estaba en el Madrid, de la necesidad de administrar los minutos. Kroos se llevó algo más que una sorpresa cuando se quedó fuera del once en el partido contra el Manchester City y ni siquiera jugó ni un solo minuto. Un disgusto. No fue ninguno de los cambios. Extraño cuando el equipo necesitaba un centrocampista después del gol de Isco para contener y controlar el juego del equipo inglés. Al finalizar el partido tuvo un encuentro con Pep Guardiola, con el que tiene una buena relación, y en esa conversación se podía reflejar la sorpresa del alemán por no haber disputado ni un solo minuto.

No le gustó y este malestar se sumó al cambio que hizo Zidane en el descanso del derbi. El entrenador, en realidad, sacó del campo a Isco y Kroos contra el Atlético de Madrid en el Bernabéu. No estaba funcionando el sistema de los cinco centrocampistas y necesitaba extremos. Desde ese partido ha ido adquiriendo más protagonismo Vinícius. Contra el Betis también jugó con Lucas Vázquez. El caso es que Kroos va tomando nota, pierde la paciencia, y en la sustitución contra el Betis puso mala cara. No la quitó dentro del vestuario ni cuando salió en dirección al autobús. Unos estaban decepcionados por la derrota y hablaban de falta de intensidad. Sergio Ramos, Varane y Casemiro hicieron autocrítica. Zidane tenía un enfado mayúsculo. Otros, como Kroos, no se sentían culpables de la derrota y la desgana con la que salió el equipo en la primera parte.

placeholder Toni Kroo es uno de los jugadores con el salario más alto en la plantilla del Real Madrid. (Reuters)
Toni Kroo es uno de los jugadores con el salario más alto en la plantilla del Real Madrid. (Reuters)

El alemán es un tipo especial. Tiene sus rarezas. Se conoce que no le gusta acudir a las cenas de equipo y que tiene unos aires especiales. Se siente una estrella y así llegó cuando, en 2014, le fichó el Real Madrid después de proclamarse campeón del mundo con Alemania. Cuando le han preguntado por Zidane suele referirse al entrenador francés como una persona tranquila y cercana. Cuando le preguntan por su futuro dice que le gustaría colgar las botas en el Real Madrid. Es de los que está feliz en España y en sus planes no descarta quedarse a vivir en nuestro país, donde su familia está instalada perfectamente y se siente cómoda. Pero en lo profesional le falta algo. Lo más importante. Ha dejado de ser intocable porque aparecen otros jugadores, como Fede Valverde, que pueden restarle minutos y protagonismo. Entrar en las rotaciones de Zidane no lo lleva demasiado bien.

No es un futbolista cualquiera. Es uno de los que más gana en la plantilla (10 millones de euros netos) y se siente una estrella. Quiere ser un líder y jugar los partidos importantes. Sobre todo, los de Champions. Cerca tiene un caso en el que puede aprender cómo aceptar las rotaciones. Luka Modric (Balón de Oro) no pone ni una mala cara cuando le sustituyen. Tampoco lo hace Marcelo (segundo capitán). Sí lo lleva mal Gareth Bale, que no jugó ni un minuto ante el Betis y estuvo en el banquillo con mala cara. Aunque lo del galés es un caso aparte.

Zidane creía tener controlados los egoísmos del vestuario, pero va a ser que no es posible. Un jugador del Real Madrid y, si se le añade que se siente intocable, no deja de ser un foco de conflicto. En las derrotas salen a florecer este tipo de problemas de índole individual. El problemático es Toni Kroos. Tras la derrota contra el Betis se marchó del estadio verdiblanco con ese gesto de ofendido por sentirse señalado con un cambio. Estaba molesto. Lo escenificó cuando vio que iba a ser sustituido. Puso el gesto de rechazo, serio y la habitual mirada de desaprobación. Salió andando del campo en tensión y pasó de largo cuando estaba cerca de Zidane.

Zinédine Zidane
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