Las rarezas de Toni Kroos: cena a las siete y no trasnocha con sus compañeros

Toni Kroos, el autor de la genialidad con el gol olímpico contra el Valencia por 1-3, es el segundo futbolista de la plantilla del Real Madrid que califican como ‘raro’. El primero es Gareth Bale. Del galés ya se da por asumido las dificultades que tiene para relacionarse y comunicarse con el idioma español. Vive en su burbuja y desde el episodio polémico de la bandera (Gales.Golf. Madrid) en la celebración con su Selección se le vacila en los entrenamientos con este asunto. Kroos es otro caso particular. Se diferencia de Bale en que el alemán sí habla perfectamente el español y, aunque también le ha costado, cada vez es más extrovertido.

[Así fue el gol olímpico de Kroos que no se vio en directo]

Lo que no hace Kroos es romper con su rutina. Se le conoce como el jugador que cena a las siete de la tarde y está a las diez de la noche metido en la cama. Conserva sus horarios más alemanes que los nocturnos españoles a los que muchos de sus compañeros les sigue llamando la atención. A la cena de Navidad, celebrada en el restaurante Filandón, no acudió. Hubo dos ausencias. Kroos y Benzema. La del francés fue un caso aislado. Suele acudir a este tipo de convocatorias para hacer equipo. El alemán no se saltó su regla. Cenó pronto y no quiso trasnochar ni aunque fuera una cita de compañeros y equipo por las fechas navideñas.

Kroos, metódico y disciplinado

Toni Kroos es una persona metódica y disciplinada. Este carácter lo transmite en su juego. Ordenado, pulcro y concentrado. Así se puede entender también por qué se decidió a chutar desde el córner y marcar el golazo olímpico que sorprendió a Jaume Domenech, el portero del Valencia. Kroos estaba enchufado. Muy metido en el partido. Suele ser una de sus principales características, según destacan en el club blanco. “Es un futbolista que cuida los detalles y está pendiente del juego”, comentan. Si tiene un despiste no se lo perdona. Uno de los días que peor lo pasó fue en un partido de la Champions, en Moscú, cuando envió un balón atrás y a su equipo le costó un gol en contra. Pidió perdón a todos los compañeros en el vestuario.

El gol olímpico resume el buen momento y la mejor versión de Kroos. Está motivado y siente la confianza de Zidane. Cuando acabó la pasada temporada tuvo una reunión con el entrenador francés y le miró a la cara para preguntarle si creía que podía ser útil. Zidane le contestó que le quería recuperar a toda costa y contaba con él. Kroos hizo autocrítica y se propuso volver a su mejor nivel. Florentino Pérez, que tiene en el alemán a una de sus debilidades, le renovó hasta 2023. Kroos acaba de cumplir 30 años (el 4 de enero) y su rendimiento está resultando muy positivo.

“Yo juego para mejorar a mis compañeros, no juego para mí”, comentó el alemán en la renovación del contrato junto a Emilio Butragueño en mayo de 2019. Por estas fechas se hablaba de revolución en el Real Madrid tras una malísima temporada y el fichaje de Paul Pogba. Florentino y Zidane reforzaron la apuesta en Kroos. El alemán les ha dado una alegría más con ese gol olímpico que confirma que el campeón del mundo con Alemania en 2014 vuelve a tener hambre y está enchufado.

Sus compañeros destacan de él su generosidad y excelente golpeo del balón. “La pega como Beckham”, dicen. Sergio Ramos le limpió la bota al alemán en la celebración de su gol de cabeza contra el Alavés en Mendizorroza. Varane le dedicó el gol de cabeza en otro preciso lanzamiento de falta del alemán en Getafe. Ha vuelto el mejor Kroos. El tipo peculiar que no trasnocha y cena cuando otros meriendan.