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Por qué Zidane no se engaña a sí mismo con la falta de gol en el Real Madrid
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la autocrítica del entrenador francés

Por qué Zidane no se engaña a sí mismo con la falta de gol en el Real Madrid

Zidane tiene un análisis más profundo y hace autocrítica. "Es fundamental dejar la portería a cero y el gol seguro que llegará porque hay talento", decían en el Madrid. No siempre es así y hay que mejorar

Foto: Fede Valverde dispara en una acción del Clásico en el Camp Nou. (Efe)
Fede Valverde dispara en una acción del Clásico en el Camp Nou. (Efe)

“Nos ha faltado meterla”. Quédense con esta frase de Zidane que resume lo que fue el Clásico para el entrenador del Real Madrid. Más preocupado porque el equipo no tradujera el dominio y el control del partido contra el Barcelona en goles que del VAR. El entrenador no pone excusas. No se engaña a sí mismo con los posibles penaltis a Varane de Rakitic y Lenglet. Ya puso el grito en el cielo Emilio Butragueño para mostrar la indignación que hay dentro del club y que, los más fanáticos, convierten en conspiración arbitral. No es tan exagerado como parece. El Madrid protesta porque entiende que es la única manera de defenderse y poder influir en el arbitraje como lo hace el Barcelona cuando su presidente envía una carta, como si fuera una hoja de reclamaciones, al presidente de la Federación.

Zidane tiene un análisis más profundo y hace autocrítica. El juego del equipo fue bueno en el Clásico, pero quedó incompleto por la falta de gol. La excusa podía ser que no estaba Eden Hazard o que a Gareth Bale le anularon un gol por escasos centímetros en la línea del fuera de juego que se dibuja desde Las Rozas. Pero, como bien sabe Zidane, el Barcelona tuvo sus ocasiones para haber echado por tierra el valiente planteamiento del equipo blanco. Sergio Ramos, como Piqué, sacó un balón bajo palos. En la segunda parte el control del Madrid decreció y sufrió con las estiradas de Messi. Conviene hacer los análisis más en frío y completos. El entrenador del Real Madrid, el más calmado, es el más objetivo.

placeholder Benzema pugna por un balón ante Lenglet. (Efe)
Benzema pugna por un balón ante Lenglet. (Efe)

El Real Madrid experimenta una evidente mejoría porque juega como bloque y tiene continuidad. Ha recuperado la confianza, la forma física es notable y mantiene la regularidad (doce partidos sin perder con ocho victorias y cuatro empates). Pero faltó meterla en el Camp Nou. No fue suficiente con Benzema arriba y Bale, más en la banda derecha, e Isco de mediapunta. El recurso del Real Madrid para sumar ocasiones de peligro fueron los disparos desde fuera del área de Fede Valverde, Casemiro y Kroos. En este escenario de análisis por la falta de gol que tiene el Real Madrid en los partidos ante rivales potentes, sobre todo, se habla de la necesidad de que aparezcan los centrocampistas con llegadas a las cercanías del área. Segundas jugadas y rechaces a la cantidad de centros laterales que propone el Madrid.

La portería a cero, clave

A Zidane, como a sus jugadores y directivos, les supo a poco el empate. Se vieron superiores y la felicidad no fue completa. Pero no hubo gol en contra y se vuelve a presumir que lo bueno es dejar la portería a cero. Courtois es el que más feliz se marchó del Camp Nou. Ya lo hizo en el anterior partido contra el Valencia cuando subió a rematar un córner, por decisión propia, y cabeceó en una jugada (minuto 95) que acabó en el gol de Benzema. Dejar la portería a cero se convirtió, desde hace mucho tiempo, en la obsesión y la principal tarea del Real Madrid. Decían Zidane y sus jugadores que si eran capaces de defender mejor, todos, y no recibir goles, seguro que aprovecharían una de sus ocasiones para marcar. No es siempre así. El Real Madrid defendió muy bien y jugó mejor contra el Atlético de Madrid y Barcelona, en sus respectivos campos, y no consiguió hacer gol. Contra el Sevilla, en el Sánchez Pizjuán, le costó y lo consiguió con un único gol de Benzema.

En el cuerpo técnico persisten en la búsqueda de mecanismos a la falta de pegada y se incopora a los centrocampistas. Han cogido más peso en ataque y asumen la responsabilidad. Fede Valverde marcó en Eibar, Modric en Brujas, Casemiro al Brujas en el Bernabéu e, incluso, Sergio Ramos y Carvajal en Vitoria contra el Alavés. Gareth Bale, por ejemplo, no marca desde el 1 de septiembre en el partido contra el Villarreal. Aunque el galés estuvo desaparecido y un mes sin jugar hasta que regresó con su Selección. A Benzema no se le puede pedir más. Lleva 12 goles. Son buenos registros. Falta la aportación de Luka Jovic, que juega poco, y algo más de Vinicius. De Rodrygo tampoco hay queja (con cuatro goles en la Champions). El Real Madrid cierra el año este domingo contra el Athletic de Bilbao y tiene que recuperar la pegada para confirmar su mejoría.

“Nos ha faltado meterla”. Quédense con esta frase de Zidane que resume lo que fue el Clásico para el entrenador del Real Madrid. Más preocupado porque el equipo no tradujera el dominio y el control del partido contra el Barcelona en goles que del VAR. El entrenador no pone excusas. No se engaña a sí mismo con los posibles penaltis a Varane de Rakitic y Lenglet. Ya puso el grito en el cielo Emilio Butragueño para mostrar la indignación que hay dentro del club y que, los más fanáticos, convierten en conspiración arbitral. No es tan exagerado como parece. El Madrid protesta porque entiende que es la única manera de defenderse y poder influir en el arbitraje como lo hace el Barcelona cuando su presidente envía una carta, como si fuera una hoja de reclamaciones, al presidente de la Federación.

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