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La heroicidad del Real Madrid con Courtois en un córner y el rescatador Benzema
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empate agónico en mestalla

La heroicidad del Real Madrid con Courtois en un córner y el rescatador Benzema

El Real Madrid no deja de creer en la Liga. Una acción de fe y alma de Courtois la aprovechó Benzema en un saque de esquina. El portero remató y el delantero rescató un punto

Foto: Benzema celebra junto a Sergio Ramos el gol del empate ante el Valencia. (EFE)
Benzema celebra junto a Sergio Ramos el gol del empate ante el Valencia. (EFE)

El portero y el delantero. Thibaut Courtois y Karim Benzema. Es la mejor fórmula de un equipo para ganar competiciones. Para salir de las situaciones adversas. El gol que da vida al Real Madrid lo marcó el de siempre (Benzema) y la heroicidad la protagonizó uno de los discutidos (Courtois). El gol en el último segundo (1-1) refuerza la moral de los blancos antes del Clásico. El portero belga, con esos casi dos metros, subió a un córner en el minuto 94 como hacen los equipos que buscan un último milagro. Hemos visto muchas de estas acciones en multitud de encuentros y no suelen servir para nada. El portero ni interviene, va a molestar y corre el riesgo cuando abandona la portería.

Pero este Real Madrid tiene alma y mucho coraje. Y no deja de creer en esta Liga. El empate es la mejor muestra de que el equipo está vivo y tiene espíritu. Courtois subió, intimidó a la defensa, generó nervios en el Valencia y cabeceó. La pelota la rechazó Jaume Domenech y en el lío del rechace el balón cayó a los pies del elegido. Karim Benzema fusiló y el Madrid celebra el empate como un triunfo. El '9' se ha convertido en un 'cazagoles'. Lo que necesita el Real Madrid, ahora más que nunca, que ha perdido a Eden Hazar por lesión.

placeholder Courtois celebra con Bale y Carvajal el empate en Valencia. (EFE)
Courtois celebra con Bale y Carvajal el empate en Valencia. (EFE)

Estaba en la lona el equipo blanco. El Real Madrid no era capaz de ver portería. No funcionaron los dos planes de Zidane. Empezó con Rodrygo y Benzema como atacantes. Acabó con Vinícius, Bale, Jovic (le anularon un gol por fuera de jugo claro) y Benzema. Toda la artillería en el césped y tuvo que recurrir a una subida a la desesperada de Courtois para derribar el blindaje defensivo del Valencia de Albert Celades. El empate es una inyección de moral para los blancos después de tantos minutos de impotencia y ansiedad en Mestalla. No eran capaces de hacer gol. Dominio sin pegada. Al Madrid le faltaba colmillo, ideas e inspiración, y el Valencia estaba a gusto con la propuesta. Esperar, robar y salir a la contra fue la táctica de los valencianistas. Le hizo daño a un Madrid que fue de más a menos. En el Camp Nou habrá más espacios, pero tendrá más peligro en el área de Courtois.

El portero belga es el gran triunfador del Real Madrid. Dejó un gesto para la polémica cuando regresó a su portería y contestó a los aficionados lanzando un beso. Es la personalidad de un guardameta que ha sufrido críticas en el inicio de la temporada y ahora se siente en su mejor momento. "Era un partido que se nos estaba escapando y había que subir a rematar. Es un subidón antes del Clásico", comentó Courtois tras el encuentro.

Un Valencia letal a la contra

Le pudo poder al equipo de Zidane esa ansiedad de verse por delante del Barcelona antes del Clásico si aprovechaban el empate de los de Ernesto Valverde en San Sebastian. Entraron muy bien al partido. Llevaron la iniciativa, el control del partido, con ritmo, velocidad en la circulación de la pelota y movilidad. Pero algo falló: demasiada horizontalidad. Mal día para reivindicar la titularidad de Isco. No progresaba el Madrid con cuatro centrocampistas (sin Casemiro en el campo para no arriesgarle). Zizou se guardó al brasileño para el Clásico y acabó echándole en falta para frenar las rápidas y peligrosas contras del Valencia. Alineó a Kroos, Fede Valverde (omnipresente, pero no suficiente), Modric e Isco. En la segunda parte, el equipo se fracturó.

Sergio Ramos sufrió un resbalón y provocó que Ferran Torres se quedara solo ante Courtois. El portero belga achicó como los especialistas. Lo que se le pedía al principio de la temporada cuando recibía críticas por no salvar los partidos. El madridismo quiere que se iguale a Oblak y Ter Stegen. Bien el belga en sus intervenciones. Se siente cada vez más importante y esa personalidad la sacó en la última jugada para subir al córner y provocar el gol del empate.

Sergio Ramos, el capitán, celebró el empate. De sufrir a llevarse una alegría. Para Ramos, el equipo llega en buenas condiciones al Clásico: "A pesar de haber marcado muy bien los tiempos del partido, nos penalizó un balón atrás. Nos sabe a poco el punto. Salimos a ganar y conseguimos empatar en el descuento, pero teníamos enfrente a un gran rival. Hemos visto a un gran Madrid. No hemos estado afortunados de cara al gol, pero hemos estado insistiendo. Esta es la línea a seguir con esta entrega. Benzema atraviesa un gran estado de forma. Es un jugador muy importante y se está reivindicando. Un Clásico es un Clásico y los dos equipos estamos en forma". Ramos también tiene que recuperar la concentración y la seguridad en el Camp Nou.

Zidane se siente orgulloso de cómo reaccionan sus jugadores cuando no encuentran la recompensa del gol. El entrenador presume de tener un equipo enchufado de principio a fin del partido: "Me sabe a poco. Hemos tenido ocasiones para hacer gol en la primera parte y al final hemos creído en lo que estamos haciendo. Por lo menos empatamos. Estoy orgulloso". Barcelona y Real Madrid llegan empatados al Clásico. Dos equipos en buena forma, rodados, en un partido marcado por la seguridad fuera y dentro del estadio.

El portero y el delantero. Thibaut Courtois y Karim Benzema. Es la mejor fórmula de un equipo para ganar competiciones. Para salir de las situaciones adversas. El gol que da vida al Real Madrid lo marcó el de siempre (Benzema) y la heroicidad la protagonizó uno de los discutidos (Courtois). El gol en el último segundo (1-1) refuerza la moral de los blancos antes del Clásico. El portero belga, con esos casi dos metros, subió a un córner en el minuto 94 como hacen los equipos que buscan un último milagro. Hemos visto muchas de estas acciones en multitud de encuentros y no suelen servir para nada. El portero ni interviene, va a molestar y corre el riesgo cuando abandona la portería.

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