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Florentino se desespera: Bale bloquea su salida para seguir su 'dolce vita' en España
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Florentino se desespera: Bale bloquea su salida para seguir su 'dolce vita' en España

Gareth Bale tiene una vida muy plácida en España y suficientes problemas familiares para no querer retornar a la Premier League, la liga en la que realmente tendría ofertas de nivel

Foto: Gareth Bale, en la semifinal de Copa del Rey. (Reuters)
Gareth Bale, en la semifinal de Copa del Rey. (Reuters)

Cuando Gareth Bale saltó al terreno en el minuto 67, la indiferencia del Bernabéu recibió al galés en un partido en el que una vez más demostró que nada tiene que ver con el jugador que llevó a Florentino a designarlo como sucesor natural de Cristiano y candidatable al Balón de Oro. El delantero se ha convertido en esta temporada en un vulgar recurso de la plantilla, un revulsivo desmotivado que produce rechazo entre sus propios compañeros.

Gareth Bale se ha convertido en un problema mayúsculo para el club y para el presidente, su principal valedor. Nada sería especialmente traumático si no fuera porque la situación se ha enquistado y está costando mucho desatascarla. El problema no es que genere animadversión en la plantilla por su falta de compromiso, que la genera. Ni que la indolencia del futbolista produzca displicencia en el entrenador. Ni siquiera que su actitud genere desafección entre los aficionados por su intrascendencia.

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El verdadero problema que tiene el Real Madrid es que Gareth Bale está encantado con su 'dolce vita' en España fuera de los campos de fútbol. El galés disfruta de la tranquilidad del anonimato y de los campos de golf, a los que acude con frecuencia a practicar la que es su gran pasión. El jugador, al que en el vestuario se conoce como 'el golfista', está encantado por poder practicar en España en algunos de los mejores campos del mundo con un clima soleado mucho más apetecible que el de Inglaterra. El galés tiene un complicado historial de lesiones durante su etapa como jugador blanco y esa inactividad la mitiga mejor en un entorno agradable como el que le ofrece España que escondido en casa si estuviera en cualquier equipo de la Premier.

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Los problemas familiares

Otro punto fundamental en esta decisión es que su familia también vive más relajada en nuestro país. El futbolista preparaba su boda con su pareja y madre de sus hijos este verano, pero un enfrentamiento con su suegro, Martin Rhys-Jones, parece haber provocado la suspensión por tercera vez en dos años. Los Rhys-Jones están más tranquilos lejos del Reino Unido, según los tabloides británicos. En mayo de 2017, medios del Reino Unido informaban de que una banda criminal había colocado artefactos explosivos en coches y casas familiares debido a que una prima de Emma, pareja del futbolista, supuestamente, tenía en su haber una maleta con drogas, joyas y dinero de una organización de tráfico de drogas. Meses después el novio de Katie, la hermana pequeña de Emma, aparecía muerto en casa de sus padres con tan solo 29 años sin que trascendiese el motivo.

Estar en España les ha permitido mantenerse alejados de la prensa sensacionalista, mientras Gareth seguía disfrutando del golf. Hasta el punto de haber bloqueado su traspaso a los dos equipos que han realizado ofertas serias por el fichaje del jugador: Manchester United y Chelsea. José Mourinho fue el primero en fijar como objetivo prioritario la contratación del galés, pero el futbolista se cerró en banda incluso tras verse con él durante una pretemporada en Estados Unidos. Meses más tarde, fue el club londinense el que intentó un acercamiento para incorporarlo a sus filas, pero la respuesta fue la misma.

Bale llegó a plantearse su salida debido a su mala relación con Zinédine Zidane, que ya adivinó en él desgana y falta de compromiso con el grupo. Pero la salida sorprendente del francés le dejó el panorama libre. Bale lleva seis años en España y no habla español ni se ha integrado en el día a día del vestuario. Se limita a sentarse en su taquilla, al lado de Marcelo, y sonríe más que habla con los compañeros, que ni siquiera cuentan con él cuando celebran cenas de plantilla para tratar temas de grupo.

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El desarme del Real Madrid

Florentino ha tirado la toalla con el primer jugador por el que se pagaron 100 millones de euros. Solari tampoco ha empatizado con Bale, por más que el técnico trate de defenderle y le elogie en las ruedas de prensa para mantenerle activado. Aunque sus números señalan que ha jugado 32 partidos y es el segundo goleador del equipo con 13 goles, además de haber dado cinco asistencias, Bale ha perdido su puesto en el once a manos del comprometido Lucas Vázquez.

Y es precisamente eso, la pérdida de peso en el equipo, la única razón que puede acabar doblegando su resistencia a quedarse en el Real Madrid hasta junio de 2022, cuando concluye su contrato. Bale es el jugador que más cobra de la plantilla (12 millones netos), lo que ha llevado a Sergio Ramos a pedir un euro más en su renovación, evidenciando que su compromiso es mucho mayor que el del futbolista galés y que ese reparto supone un agravio comparativo.

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Florentino tiene un problema, porque tiene que desactivar el bloqueo del galés, ya que su traspaso junto al de Isco serán las dos grandes operaciones del verano para rearmar una plantilla que se ha ido empobreciendo con el paso de las temporadas por la negativa del presidente a traer futbolistas de similar calidad a la de los que se han ido marchando: Cristiano Ronaldo, Morata, Kovacic, Pepe...

El presidente se reunió hace unos días con Solari. Algunos medios informaron de que Pérez habría solicitado al entrenador más diplomacia con algunos jugadores de peso en el equipo como Isco, Asensio o el propio Bale. Nada más lejos de la realidad. Se habló de varios temas, uno de ellos Bale. El Real Madrid le ha puesto en el mercado, él se resiste y apuesta por mantener la 'dolce vita', pero su indolencia está llevándole a convertirse en un jugador intrascendente en la pizarra de Solari. Y Bale lleva mal lo de no jugar. Especialmente en este tramo importante de la temporada, ahora que las lesiones parecen haber comenzado a respetarle.

Cuando Gareth Bale saltó al terreno en el minuto 67, la indiferencia del Bernabéu recibió al galés en un partido en el que una vez más demostró que nada tiene que ver con el jugador que llevó a Florentino a designarlo como sucesor natural de Cristiano y candidatable al Balón de Oro. El delantero se ha convertido en esta temporada en un vulgar recurso de la plantilla, un revulsivo desmotivado que produce rechazo entre sus propios compañeros.

Gareth Bale Florentino Pérez
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